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ABC COLOR - PARAGUAY |
Diplomacia humillante |
- En septiembre del año pasado, el canciller Eladio Loizaga confirmó el voto paraguayo para que su colega uruguayo Luis Almagro ocupe el cargo de secretario general de la OEA. Se trata de una nueva claudicación diplomática que poco tiene que ver con la dignidad nacional y mucho con el rastrero seguidismo. De esta manera, el Gobierno paraguayo apoyará el próximo 18 de marzo en Washington la candidatura de quien en julio de 2012 agravió la soberanía y la institucionalidad del Paraguay, propugnó el aislamiento internacional y justificó el irregular ingreso de Venezuela en el Mercosur tras la no menos irregular suspensión de la membresía de nuestro país. Almagro inclusive instruyó en su momento a sus diplomáticos que se abstengan de mantener contactos con sus pares paraguayos. En breve, este personaje será el secretario general del mismo organismo que no compartió su furor contra el Paraguay. Mientras tengamos una diplomacia claudicante, el Paraguay nunca será respetado en el concierto de las naciones del mundo.
En septiembre del año pasado, el canciller Eladio Loizaga confirmó el voto paraguayo para que su colega uruguayo Luis Almagro ocupe el cargo de secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA). Se trata de una nueva claudicación diplomática que poco tiene que ver con la dignidad nacional y mucho con el rastrero seguidismo. De esta manera, el Gobierno paraguayo apoyará el próximo 18 de marzo en Washington la candidatura de quien en julio de 2012 agravió la soberanía y la institucionalidad del Paraguay, propugnó su aislamiento internacional y justificó el irregular ingreso de Venezuela en el Mercosur tras la no menos irregular suspensión de la membresía de nuestro país.
El actual gobierno ya dio muestras de su condescendencia con quienes violaron el Tratado de Asunción al solicitar y obtener del Congreso la ratificación del ingreso de Venezuela al Mercosur. La nueva claudicación confirma que nuestra política exterior acepta los hechos consumados y teme apartarse de lo que decidan los grandes vecinos.
El canciller uruguayo, que por hoy caradurezcamente visita Asunción para reclamar el voto paraguayo, fue uno de los más agresivos propulsores de la cuarentena a la que fue sometido el Paraguay porque nuestro Congreso había tomado la decisión soberana, ajustada a la Constitución, de destituir a Fernando Lugo de la presidencia de la República. Sostuvo que aquí hubo un “quiebre institucional”, cuando que solo se aplicó el art. 225 de la Constitución. Almagro hizo muy mal en equiparar el resultado del juicio político con un golpe de Estado, algo que un canciller paraguayo no debería hacer si el presidente de la República del Uruguay fuera destituido en virtud de lo que dispone la Constitución de ese país.
Ahora resulta que el Paraguay le otorgará su voto tras haber tildado implícitamente de golpistas a los senadores que aplicaron un mecanismo constitucional para apartar del cargo a quien, según el Congreso de la República, había ejercido mal sus funciones. Todos los senadores colorados –correligionarios de Horacio Cartes– apoyaron la destitución y varios de ellos siguen ocupando hoy una banca. No obstante, el Gobierno paraguayo apoyará a quien les acusó falsamente de haber quebrado la institucionalidad del país. Es más, para justificar las arbitrarias sanciones impuestas por los socios del Mercosur, tuvo el descaro de afirmar que ellos debían ser “absolutamente celosos de preservar la democracia”, como si aquí se hubiese instalado una dictadura. De lo único que él y sus colegas se mostraron absolutamente celosos fue de la solidaridad ideológica con el cofrade Fernando Lugo, lo que no significa lo mismo, ni mucho menos. Otra de sus tantas declaraciones fue la de que “sin democracias no hay Mercosur”, con lo que bien podemos estar de acuerdo, con el añadido de que tampoco puede haberlo sin el respeto a la soberanía política de cada uno de sus miembros. A propósito, le preguntamos al canciller Almagro: ¿Hay democracia en Venezuela?
El cinismo del canciller uruguayo llegó aún más lejos al sostener que ellos debían “actuar en el marco del Tratado de Asunción”, siendo que lo vulneraron primero al sancionar al Paraguay por haber aplicado su Constitución y luego al incorporar a Venezuela por razones políticas antes que jurídicas, según la conocida confesión del presidente uruguayo José Mujica.
El malhadado candidato volvió a mentir al decir que los opositores uruguayos fueron “los únicos que han señalado que no hubo ruptura” del orden democrático en el Paraguay. También lo señalaría la enorme mayoría de nuestro electorado, que en 2013 votó por los partidos que apoyaron la destitución de Fernando Lugo, entre ellos –insistimos– el del propio Horacio Cartes. Pero antes, la mayoría de los miembros de la OEA se había negado a plegarse al boicot impuesto al Paraguay por los gobiernos del Mercosur, por la simple razón de que no creía que el 20 de junio de 2012 haya habido un golpe de Estado en el Paraguay. Tampoco lo creyeron los países de la Unión Europea, que no se plegaron a la campaña de aislamiento desatada por el bolivarianismo, uno de cuyos más destacados exponentes –el entonces canciller Nicolás Maduro– se había instalado en el Palacio de López para tratar de impedir el resultado del constitucional juicio político.
En realidad, el más agresivo de los abanderados del aislamiento fue justamente Almagro. La circular que emitió el 9 de julio de 2012 fue muy elocuente al ordenar “a todo el personal diplomático ajustar su conducta de relación absteniéndose de mantener contactos personales o participar en eventos que pudieran significar un reconocimiento del Gobierno del Paraguay”. Es de agradecer que al menos haya hablado de Gobierno y no de dictadura; no obstante, es censurable que sus subordinados hayan tenido que abstenerse, incluso, de pasarles la mano a nuestros diplomáticos en alguna recepción, violando de paso hasta las reglas de urbanidad.
En breve, este personaje será el secretario general del mismo organismo que no compartió su furor contra el Paraguay. Y lo será con la complacencia de Horacio Cartes, sucesor de quien asumió legítimamente la Presidencia de la República gracias a un juicio político y no a un ilusorio “quiebre institucional”; posición que él defendió firmemente al comienzo, pero de la que renegó al poco tiempo de asumir la primera magistratura al avalar lo actuado por el Mercosur.
Mientras tengamos una diplomacia claudicante, el Paraguay nunca será respetado en el concierto de las naciones del mundo. |
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Andrés Oppenheimer - EL NUEVO HERALD - ESTADOS UNIDOS |
¿Amenaza de Irán en Uruguay? |
Dos recientes amenazas de bomba cerca de la embajada de Israel en Uruguay y la misteriosa salida del país de un diplomático iraní que fue filmado cerca de uno de los incidentes, están levantando nuevas sospechas sobre las actividades terroristas de Irán en América Latina.
Los detalles sobre el descubrimiento de los paquetes con materiales de bombas el 24 de noviembre y el 8 de enero cerca de la embajada israelí son poco claros, pero están saliendo a la luz a cuentagotas desde que el diario israelí Haaretz informó el 6 de febrero que Uruguay había expulsado a un diplomático iraní por el incidente de noviembre.
Tanto Uruguay como Irán negaron la expulsión del diplomático, y el gobierno del presidente saliente de Uruguay, José Mujica, criticado por la oposición de haber tratado de minimizar los hechos, negó que hubiera una “amenaza iraní”.
Pero el gobierno dijo más tarde que el diplomático iraní — identificado como Ahmed Sabatgold, de 32 años — había abandonado el país alrededor del 7 de diciembre, tres días antes de que el canciller uruguayo convocara al embajador iraní para expresarle su preocupación por un video que lo ubicaba en las cercanías del hecho.
Legisladores de la oposición de Uruguay dicen que el canciller Luis Almagro, actualmente el principal candidato a Secretario General de la Organización de los Estados Americanos, forjó estrechos lazos con Irán durante sus cinco años en la embajada de Uruguay en Teherán, de 1991 a 1996. Almagro ha sido un crítico inusualmente duro de Israel, y trató de restarle importancia al incidente con Irán, dicen sus críticos.
Los legisladores de oposición agregan que Almagro se tomó más de dos semanas después de la primera amenaza de bomba para convocar al embajador iraní, incluso cuando ya se conocía el video donde se ve el auto con el diplomático iraní cerca del lugar del incidente. Funcionarios uruguayos dijeron más tarde que el falso explosivo — partes de una bomba dentro de un maletín — fue probablemente dejado ahí para medir la capacidad de monitoreo y tiempo de respuesta de la embajada de Israel.
En una entrevista telefónica esta semana, Almagro me dijo que no hay elementos probatorios de que Irán o un diplomático iraní estén vinculados a estas amenazas de bomba. Dijo que lejos de minimizar el hecho, quizás hasta sobreactuó al convocar al embajador iraní el 10 de diciembre, porque solo había “casualidades” que podían conducir a especular sobre una posible conexión iraní.
“Quizás me excedí un poco en mi celo profesional y actué más allá de lo que los elementos me permitían, porque no me gustó la coincidencia de que hubiera alguien de la embajada de Irán justo cerca de la embajada de Israel cuando ese maletín fue encontrado”, me dijo Almagro. “Pero fue una coincidencia que a mi no me gustó, y por lo tanto obré para que ese tipo de coincidencia no se diera más en el futuro”.
Almagro calificó su mensaje al embajador de Irán el 10 de diciembre como “una advertencia. Le advertí de que estas casualidades no me gustan, y que las considero inadmisibles”. Irán dice que el diplomático se encontraba en las cercanías porque iba a una cita médica.
En cuanto a por qué se tomó más de dos semanas para convocar al embajador iraní, Almagro dijo que estaba en una visita oficial en México, y que actuó de inmediato al regresar a su país.
Preguntado por que no lo hizo público en primera instancia, Almagro dijo que “esto es algo que manejamos de manera reservada todos los países involucrados: Irán, Israel y Uruguay”. Agregó que si hubiera tenido evidencias sólidas para hace una denuncia pública “lo hubiera hecho, como lo hice cuando un embajador iraní negó la existencia del holocausto”.
Mi opinión: Almagro tiene razón en que la mera presencia de un diplomático iraní cerca del lugar donde se encontró el maletín con materiales de una bomba no prueba que haya habido una responsabilidad iraní.
Pero Irán tiene una larga historia de terrorismo en el extranjero, incluyendo el ataque de 1994 al centro comunitario israelita AMIA en Argentina, en el que murieron 85 argentinos y otros 300 resultaron heridos. Argentina solicitó a Interpol el arresto de varios funcionarios iraníes sospechosos de haber planeado el ataque.
En años recientes, además de financiar a grupos terroristas de Hamas y Hezbollah, Irán ha sido vinculado por la policía de India a un atentado terrorista contra un diplomático israelí en India en el 2012, y por funcionarios búlgaros por el ataque suicida que mató a seis turistas israelíes en Burgas, Bulgaria, ese mismo año.
Estas amenazas de bomba en Uruguay no deberían ser tomadas a la ligera: parecen seguir un patrón muy habitual de un régimen teocrático que ve el terrorismo como otra forma más de hacer avanzar su guerra santa. |
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EL NUEVO HERALD - ESTADOS UNIDOS |
Tráfico Brasil-EEUU se dispara
Aerolíneas regionales prevén más rutas |
La aerolínea Azul, tercera mayor de Brasil y fundada por el creador de JetBlue, David Neeleman, pidió autorización para operar diez nuevos servicios semanales entre su base en Viracopos, el aeropuerto de Campinas, localizado a 90 kilómetros de Sao Paulo, y las ciudades de Fort Lauderdale y Orlando, ambas del estado de la Florida.
Azul, además, espera iniciar en el 2015 sus vuelos a Nueva York desde Sao Paulo, mientras que Avianca -del empresario Germán Efromovich (grupo Sinergy - Avianca Taca)- también pidió la autorización para ofrecer 14 vuelos semanales entre Estados Unidos y Brasil, según reveló el miércoles el diario brasileño Valor.
Azul, Avianca y las gigantes brasileñas TAM y Gol, están detrás de un mercado cada vez más diputado y en gran expansión: el número de pasajeros transportados entre ciudades de Estados Unidos y de Brasil creció un 89,2 por ciento entre 2008 y 2013, cuando los vuelos disponibles pasaron de 166 a 260 servicios semanales. Actualmente son 300.
Las 31 rutas existentes entre ambos países en el 2008 pasaron a 67.
Los principales destinos desde Brasil son Nueva York y Miami, rutas en las que las aerolíneas brasileñas compiten casi en condiciones de igualdad con las estadounidenses.
Además, por efecto de una mayor competencia, los precios de los pasajes cayeron y la conectividad de Brasil aumentó exponencialmente. |
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