Edición Nro. 1940 - Punta del Este / Uruguay
enfoques 23 de octubre de 2015
 
 
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HOY ESCRIBEN f
Javier Bonilla
Mujica y las FARC: un cómico busca el Nóbel
  • Decíamos en julio de 2014, que no oíamos a  Mujica condenar los miles de cohetes enviados durante décadas, desde Gaza a Israel, ni cuando algún psicópata de Al Kaeda, Hamás o Hezbollah -que la connivente  prensa internacional denomina “activistas”- explotaba en las calles de Israel, del barrio madrileño de Atocha, la Zona 0 de Nueva York, el subte londinense, o en el Parlamento de  Trinidad & Tobago….Menos (insistíamos) condenar a las FARC, a las que hoy insiste nuevamente poder “pacificar” -aunque NUEVAMENTE Santos no se lo pidió-, siendo capaz de correr desnudo por el polo tras un injusto Nóbel de la Paz, el cual, esperamos, tampoco se le conceda en 2016.
Para los nórdicos, basta un papelón, tras galardonar a Rigoberta Menchú, comprobando luego la falsedad de  su historia, supuestas masacres familiares incluidas ….!
Mujica, que, pese a dos plebiscitos que ratificó la ley de caducidad, exagerando adrede –COMO CUANDO CERRÓ PLUNA!!!- sobre las  decenas de procesos que enfrentaríamos por temas del período militar desde la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (representado Uruguay por el famoso abogado frenteamplista -y también asesor de multinacionales “perversas”- Alberto Pérez-Pérez ), derogó la norma, procesando a algunos militares, para provecho de vivos resentidos e  insaciables, que viven, curran y  fatigan con  el pasado. ¡Y nos viene a hablar de paz!!!!  Aún cuando la Justicia debió largar a buena parte de los aquí detenidos por falta de pruebas (también infundadas y traídas de los pelos, aquellas contra Juan Carlos Blanco, por ejemplo!) ¡Si no pudo decir donde estaban 25 desaparecidos y soltar a un ex canciller que no mata una mosca!!
¿Qué nos asegura que en Colombia no empezará la caza de brujas contra cualquiera que haya combatido a terroristas? ¿O la temporada de mitomanía, como las 400 denuncias que llegan ahora a nuestros templos por esos 25 casos de desaparecidos, cual multiplicación de panes y peces….?
¿Santificarán -a los extremistas- los “intelectuales” (qué raza!!!) como  a los etarras aquella jornada montevideana sangrienta de los 90, propiciada, entre otros, por algún egocéntrico ex presidente para impedir juzgarlos, señor Futuro Nóbel de la Paz?
Se recuerda, inclusive, la voz aguardentosa y de tío chanta de Mujica referirse con el corazón en llanto en 2008 a la muerte de Manuel Marulanda, líder fundacional de las FARC “Ante un hombre que pelea 50 años por lo que piensa, hay que sacarse el sombrero. Cuando muere un guerrero, respeto". De los 120 muertos ultimados en una iglesia explotando garrafas bomba, ni hablamos, ¿no? ¿Del uso  de niños engañados como correos bomba, tampoco? O a él, que le gustan tanto los animales, de los equinos bomba -como aquel que ultimó 11 policías- ¿menos aún…? Qué decir de las minas antipersonales cargadas, además, con excrementos o veneno, para infectar a los mutilados….
¡Mundo idiota!
Extremamente alerta si alguien reprime al extremismo tropical o musulmán, y poco preocupado frente los cientos de túneles, con los cuales, a manera de desértico Vietcong, Hamás pensaba destruir Israel -resistente muro de contención occidental ante la creciente barbarie islámico-radical- o a los miles de muertos en la Sudamérica real por los Marulanda o los Abimael Guzmán de la vida! Asquea la frecuencia con la cual encuentran perversos defensores….
Ricardo Puglia
¿Uruguay debería
cambiar su
rumbo económico?
La mayor parte de los uruguayos poseen un criterio conservador en su pensamiento y desde el punto de vista económico se aferran a las repetidas políticas macroeconómicas que son también repetidos fracasos con mayor o menor impacto.
Los gobiernos del Frente Amplio creen que no importa de qué manera se financie el gasto público. Sea, mediante un aumento de impuestos, emisión de papel moneda, o mediante emisión de deuda pública. En ningún caso piensan que el aumento del gasto tendrá efectos en la economía real. Consideran al contribuyente como un ser económico racional de pronosticar que un aumento del gasto público conlleva a subidas de impuestos en el futuro para financiar ese gasto y por ende piensan que reducirán su consumo y aumentarán su ahorro para asegurarse un futuro estable y compensar esa futura subida de impuestos.
Esta máxima falta a la verdad. La suba continua de diversos impuestos quita ahorro a las familias, que de hecho ahorran muy poco por lo bajo de sus ingresos. Por otro lado, la emisión de papel moneda sin respaldo crea inflación al aumentar la velocidad de circulación del dinero mientras que cualquier mayor endeudamiento – interno o externo – aumenta el pago de intereses anuales que el país debe afrontar para mantener su hoja de crédito limpia.
Entonces para controlar la inflación que produce el propio gobierno por su excesivo gasto público en relación a los ingresos que recauda ha elegido el “anclaje del tipo de cambio”. Por ello vemos hoy al Banco Central del Uruguay (BCU) en cotidianas intervenciones del mercado de cambios, sea vendiendo reservas, esterilizando moneda nacional a través del pago de altos intereses en las Letras de Tesorería o aumentando los encajes bancarios que encaren el precio del dinero.
Brasil ha devaluado fuertemente su moneda y Argentina va camino a ello lo que ha producido un cambio en la competitividad de similares productos de origen nacional. El contrabando fronterizo de las familias son las fuentes de ahorro que generan para sí mismas al comprar un producto por un precio menor al que se consigue en el país. Al no convalidar el BCU la realidad de la región a través de un tipo de cambio adecuado, el gobierno lucha contra el contrabando provocado por defender un tipo de cambio irreal para mantener la inflación por debajo de dos dígitos.
Esta forma de encarar el problema no considera que la verdadera generación de riqueza se encuentra en el “País Productivo Exportador”. Uruguay necesita incrementar su producción de bienes en volúmenes exportables y modificar su estructura exportadora a través de la investigación y desarrollo de nuevos productos para adicionar a los existentes.
Por otra parte, es necesario también atacar los “costos Uruguay” como la necesaria y olvidada Reforma del Estado, abrir a la competencia la producción de bienes y servicios de origen público a través de concesiones, tercerizaciones y privatizaciones y dejar de mal gastar recursos genuinos en el apoyo a empresas públicas mal gestionadas, derrochadoras y formadoras de una anti cultura del trabajo.
Los servidores públicos deben “servir” al contribuyente en calidad de atención, de información y calidad. El precio de los productos y servicios que disponen deben incorporar mucha más velocidad a la tramitación de cualquier asunto de modo de ser competitivos con los estándares de países eficientes. Deben acortar sus tiempos.
Esta es una gran tarea que involucra a todos los actores sociales, económicos y políticos y a su vez una forma de proyectar el país con un norte cierto a largo plazo sin descuidar el presente.
La coalición gobernante y la soledad del Presidente impiden esta urgente tarea.
Alberto Medina Méndez
Misión del día después
El clima electoral suele nublar la visión y distorsionarlo todo. A algunos los inunda la euforia de ese posible triunfo y los entusiasma en demasía. Otros luchan contra su propia impotencia. Se esmeraron mucho para romper con la inercia de la continuidad, pero casi todas las señales afirman lo opuesto.
Es saludable comprender que un proceso electoral es solo una instancia de la democracia moderna, pero no necesariamente la más relevante. Claro que el resultado importa y establece cierto sesgo que inclina la balanza hacia alguna parte, pero no es lo más determinante.
La manifestación expresa de la voluntad popular es solo una fotografía del instante en el que se deciden quienes serán los que tendrán la responsabilidad de administrar la representatividad de una comunidad. Lo que verdaderamente muestra el camino a recorrer es la actitud cotidiana de la sociedad.
El modo en el que transcurrirán los hechos posteriores a los comicios depende exclusivamente de la disposición de los individuos. La historia reciente dirá que la gente cree, equivocadamente, que en ese momento se juega a todo o nada, a cara o ceca. Es por esa visión que muchos hacen esfuerzos denodados para definir elecciones y luego se retiran sumisamente para convertirse en cómodos espectadores de las decisiones ajenas.
El sistema democrático, con sus luces y sombras, con sus indisimulables imperfecciones, no se sostiene únicamente sobre la realización de elecciones libres y periódicas. Ese es un ingrediente primordial, pero no es siquiera el más importante.
No es que no deba dársele la importancia debida a la decisión en las urnas. El tema pasa por no caer en la trampa de creer que después del escrutinio los ganadores imponen su voluntad y los perdedores solo se someten.
El equilibrio del poder no pasa porque ganen unos u otros, porque la diferencia numérica sea significativa o exigua. La concentración del poder en pocas manos solo se plasma cuando la ciudadanía asume un rol eminentemente pasivo, absolutamente secundario, cuando se convierte en servil y se deja subyugar bajo los designios de los funcionarios.
Los vencedores del próximo turno electoral, deben saber que solo habrán conseguido un paso hacia la toma del poder formal. Sostener ese aval popular y darle legitimidad es una tarea bastante más compleja.
Los que realmente tienen sobre sus espaldas la labor más difícil son los que pierden la elección. Ya no solo los partidos políticos que quedan fuera del reparto, sino fundamentalmente la gente, los electores, los votantes.
Los gobiernos solo hacen lo que se les deja hacer, lo que se les permite. Por lo tanto, la batalla no termina el día de las elecciones. Ese es solo un hito, que una vez superado será sucedido por una larga lista de anuncios que requieren de una validación tácita o explícita por parte de la ciudadanía.
Sería un error darle más valor que el real al acto electoral. No se trata de minimizarlo, sino de asignarle su justa medida. No se ha llegado hasta aquí, a este grado de enorme deterioro, por la sucesión de victorias de los oficialismos, sino por la irresponsable e indiferente postura de una ciudadanía muy dócil que ha aceptado ser atropellada una y otra vez.
Que el futuro sea mejor o peor no depende tanto de los políticos del presente, sino de la determinación cívica para afrontar lo que viene. La idea mágica de que todo es cuestión de suerte o de elegir a un líder mesiánico es una simplificación que no se ajusta a la realidad, ni a la evidencia empírica.
Thomas Jefferson decía que "cuando los gobiernos temen a la gente hay libertad, y cuando la gente teme al gobierno hay tiranía". Si eso no cambia, nada se modificará, independientemente de las circunstancias electorales.
Falta muy poco para las elecciones, pero también para la decisión más vital, esa que no tiene que ver con las urnas, pero sí con la opción más trascendente. La tarea cívica no se agota al momento de sufragar. Allí termina un capítulo y empieza el siguiente. Si el resultado electoral acobarda a los ciudadanos, entonces se está frente al abismo. Cualquier desenlace debería invitar a todos a un mayor compromiso.
Es importante decidir con inteligencia el voto, pero mucho más trascendente es hacer los deberes y comenzar a hacer la lista de las acciones que se deberán encarar ni bien culmine este proceso electoral.
Si se quiere interrumpir la interminable secuencia de eternas frustraciones, es tiempo de empezar a hacer todo de otro modo. La democracia no es solo ir a las urnas cada tanto y expresar una opinión aislada. La tarea pasa por involucrarse, meterse hasta los huesos, tener responsabilidad cívica, asumir los problemas de la sociedad como propios y hacer algo al respecto.
Si no se está dispuesto a aportar dinero, trabajo o tiempo para vivir en comunidad, pues entonces el acto electoral será un mero formalismo sin relevancia superior. Va siendo tiempo de empezar a pensar en grande, a actuar con integridad y diseñar la misión del día después.



ADVERTENCIA: Los artículos periodísticos firmados son de la exclusiva responsabilidad de sus autores. La Dirección.























 

 

 


 

OCTUBRE 2015

ACTIVIDAD PARANORMAL
DIMENSIÓN FANTASMA


ENTRE TRAGOS Y AMIGOS


FRANCISCO, EL PADRE JORGE


PACTO CRIMINAL


SIN ESCAPE


ESCALOFRÍOS


EL ÚLTIMO CAZADOR DE BRUJAS


EL APÓSTATA


LA CUMBRE ESCARLATA


PASANTE DE MODA


UYYY! DÓNDE ESTÁ EL ARCA?


TRÁIGANLO DE VUELTA
MISIÓN RESCATE


PETER PAN


TRUMAN


EVEREST


HOMBRE IRRACIONAL


HOTEL TRANSYLVANIA 2


EL CLAN


UN PAPANATA IMPORTANTE


 
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