Se ha hablado del famoso aumento del IASS tanto para pensionistas del BPS, como -de incidencia mucho más agresiva- para los oficiales militares, por todos los medios,  y prácticamente nada del mazazo que le van a propinar al personal subalterno  llenándolo de años de servicios y con edades ridículas de retiro para una Fuerza Armada, tendiendo a que estos funcionarios abandonen la actividad hacia los 50 años...
Para el que tiene más de 20 años de servicio se mantendría el régimen previsional actual, mientras para el que integre cualquier Fuerza con más de 15 años de antigüedad y menos de 19 se impone un régimen de transición (que ya sabemos cómo termina...), en tanto aquel que ostente una foja menor a 15 años de actividad se verá de lleno sometido a las nuevas normas, bastante más exigentes y menos estimulantes para permanecer como uniformado. En la práctica, se afecta a la mayoría...
La edad de retiro obligatorio para un soldado se establece en 52 años, y para cabos y sargentos (incluyendo suboficiales mayores) en 55, edades aún productivas en la vida de un oficinista, aunque, muy probablemente no puede haber un soldado realmente combatiente con esa edad.
¿Contra quién puede luchar, a quién puede rescatar, qué trabajos pesados de riesgo podría ejecutar? Por otra parte, cuantos más años de trabajo tendrá, comparado con un civil, cuando realizará un promedio de 4 guardias al mes, de 36 hs c/u, sábados, domingos y festivos.
¿En un total de 30 años de servicio cuántos años más trabajó que un funcionario municipal, legislativo o bancario?  ¿Con cuánto se retiran y qué regalías tienen estos trabajadores?
Además, toda innovación en matería de seguridad social, si no es para mejorar la suerte del afectado, al menos debería hacerse efectiva solo para los nuevos ingresos a partir de su promulgación. Cualquier otra alternativa es un abuso y una estafa, cuándo no, voluminosos juicios ganados al Estado, que pagaremos todos. ¡Frecuentemente, mucho más caro!
Astori, teléfono!!!!!!!

Cada vez que el gobierno venezolano es noticia, es para conocer un disparate mayor que el anterior. Lo sucedido en Buenos Aires, en ocasión de la reunión de cancilleres del Mercosur, donde la canciller venezolana se comportó en forma patoteril, está totalmente fuera de lugar.
Ingresó por la fuerza en un edificio gubernamental, ubicado éste en un país extranjero. Todavía tuvo el caradurismo de hacer una conferencia de prensa a posteriori, quejándose del trato recibido, cuando todos vimos en el video lo sucedido. Esto demuestra que la canciller Delcy Rodríguez debería concurrir a un curso de modales y buenas costumbres, y a otro sobre comportamiento diplomático.
Si hizo un curso de diplomacia, los hechos demuestran que hay materias que reprobó. Al parecer el gobierno venezolano no entiende el idioma español, cuando quienes integran el Mercosur, excepto el sumiso gobierno uruguayo, le informan que no le van a cursar invitación.
A su vez tenemos que escuchar las declaraciones en La Habana, que hizo el pajarito Maduro. Aseguró que su canciller había sido tirada al piso y que incluso tenía un hueso del hombro fracturado. Las mentiras y estupideces que uno tiene que escuchar, no tienen límite. En pocos días no fue esa sola mentira, pues hace unos días en un discurso aseguró que el comandante Chávez, en una de sus visitas a Montevideo, se había reunido con el Gral.  Liber Seregni.  Esto fue desmentido por un allegado a Seregni, e incluso dijo que el motivo de no recibirlo fue porque era un militar golpista.
Conocido esto, me pregunto que dirá la izquierda uruguaya del comentario de Seregni.
Hacia afuera estoy seguro van a cerrar bien la boca, pero por dentro lo van a tratar de traidor, igual que lo han hecho con el diputado Gonzalo Mujica. Esta es la típica actitud progresista: si no opinas igual que ellos, sos un enemigo, no un adversario político.
En Uruguay a pesar de todo lo visto, la izquierda uruguaya sigue apoyando en forma incondicional, tanto a la dictadura boliviariana, como a la dictadura cubana.
Uno de los principales apoyos está dado por la central obrera del PIT-CNT. Ya que se dicen defensores de los derechos de los trabajadores, los invitaría a que fueran a Venezuela y Cuba y asesoraran a los gremios, para que defendieran sus derechos, que son inexistentes. Seguro que no les da la nafta para hacer eso, pues en el fondo saben que eso es imposible. Sería bueno que la prensa uruguaya hiciera ese tipo de preguntas, cuando tiene la posibilidad de hacerlo.
Afortunadamente la plaga del progresismo en América Latina, está desapareciendo, en algunos casos gracias a la biología, que en ocasiones cumple su función.

Hemos comentado, muchas veces, la arrogancia de Astori, que no sólo nos ha llevado a una situación muy grave, de la que será muy duro salir, sino que encima se ríe de nosotros contando lo maravillosamente que estamos.
Ahora fue Pablo Ferreri, el Sub Secretario y fiel alumno de aquél, el que salió  a decirnos que lo peor ya pasó y que gracias a las medidas del gobierno nos encaminamos a un futuro brillante.
Según Ferreri se logró controlar la inflación y ya no tenemos que preocuparnos.
Lo que no dijo fue que para que los números dieran y poder así cumplir con las exigencias de los órganismos internacionales y las calificadoras de riesgo - que nos estaban por sacar el grado inversor - manipularon una serie de parámetros, que les permiten dibujar una inflación más baja, pero que no sólo es mentirosa, sino que, además, a partir de enero nos va a pegar con todo.
Volvieron a mandarse la farsa de la rebaja de las facturas de UTE mientras se están preparando los aumentos de ese Ente y de todos los demás.
Pero, por otro lado, mientras aplastan el IPC - para también aplastar el aumento a los funcionarios públicos y la indexación de los pesos de los bonos emitidos en esa modalidad - ya nos adelantaron un aumento del 4% al IRPF y al IASS, este último, una vez más, absolutamente inconstitucional.
Aún no han definido el aumento a los pasivos, pero sería bueno recordar una nota que hicimos sobre una denuncia de la economista Fanny Trilesinsky a principio de año, en la que nos hizo ver que en el 2015, el gobierno postergó la homologación de algunos importantes consejos de salarios, para los primeros días de enero de 2016. Esto significó una disminución del IMS de 2015, por el que ajustan los pasivos, del 1,5%. Sin duda una maniobra táctica. Pero ahora ese porcentaje se debería incluir en el IMS de este año y es probable que traten de obviarlo, además de repetir la maniobra y diferir otros consejos de salarios para 2017 y así achicar nuevamente el aumento constitucional de los pasivos.
Claro que nos cuentan que estas medidas sólo van a perjudicar a los que ganan más de 50.000 pesos y esos no son más de un 20%, lo que quiere decir que el 80%   de la población gana menos de 2/3 de la canasta básica familiar y de esos, la mitad no llega a un tercio.
Es notable que en la Argentina se está discutiendo en este momento el impuesto a las ganancias (IRPF) y se habla de un piso para el mínimo imponible de cerca de 30.000 pesos arg. (unos 50.000 nuestros) y que seguramente, debido a las negociaciones que se llevan a cabo, va a ser de bastante más, o sea alrededor de una canasta básica nuestra.
Por eso la semana pasada comentamos la nota de Ecos Latinoamérica, titulada “Cerca de un millón de uruguayos podrían caer en la pobreza, según ONU”, sobre el informe regional del economista jefe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), George Gray-Molina, en la que mostraba la verdadera situación socio económica de nuestro país. Sin duda, al comparar ese informe con las palabras de Ferreri, lo único que surge es el engaño de que somos objeto.
También entre las medidas de contingencia, han vuelto a planchar el dólar y con ello a deteriorar la competitividad, así que para el año que viene vuelve el jueguito de subirlo para solucionar eso y, por lo tanto a subir la inflación, sólo que ahora, con los impuestos más altos y los salarios más bajos.
Ayer fui al Macro de Maldonado y todos los productos fueron remarcados con un 10% de aumento y lo mismo es en todos lados. Me van a decir que eso es estacional por el turismo, pero también lo es el pequeño incremento del empleo (que destacan con gran entusiasmo), que después de marzo retoma su nivel normal.  
Hemos comentado el proyecto de ponerle un doble IASS a los retirados de las FFAA y es significativo lo que dicho proyecto dice en la parte expositiva:
“El Proyecto de Ley que se somete a consideración del Poder Legislativo tiene como objetivo la creación de una prestación pecuniaria de asistencia al Sistema de Retiros y Pensiones de las Fuerzas Armadas (SRPFFAA), con el objetivo de contribuir a paliar en el corto plazo el grave desequilibrio financiero por el que atraviesa dicho organismo. Dicho tributo integra el conjunto de medidas de consolidación fiscal que el Poder Ejecutivo presenta en oportunidad de la Rendición de Cuentas 2017. Para cumplir con los objetivos establecidos, la programación fiscal del gobierno requiere de la plena implementación del conjunto de medidas consideradas a partir de enero de 2017, por lo que su presentación se realiza de manera conjunta.”
Comentamos: Se confiesa allí que la única finalidad de este nuevo gravamen es contribuir a abatir el déficit fiscal – a lo que han llamado pomposamente “consolidación fiscal”. Según ha dicho el gobierno, esa medida afectaría sólo a unos 8.000 retirados de las FFAA y recaudaría unos 35 millones de dólares.
Preguntamos: ¿Y el tamaño del Estado? ¿No pensaron en achicarlo? Recordemos que en estos años, lo han engordado con 60.000 nuevos funcionarios y de eso no se habla.
En síntesis, más mentiras de Astori, esta vez a través de la boca de Ferreri, más ajuste y un agujerito más al cinturón, ninguna medida real que nos permita vislumbrar un verdadero desarrollo y un Presidente que anda dando lástima por el mundo, aunque a él le va muy bien en los congresos médicos, con el Papa y las distinciones por los DDHH.