Hace casi un año habíamos adelantado desde estas mismas páginas que Bolivia podría ser “la salida al mar” de la más que alicaída y manoseada aviación uruguaya. En tal sentido, además de la evidente potencialidad de la integración entre la regional andina Amaszonas y BQB veíamos que, de concretarse el proyecto Alas Uruguay había una complementariedad real entre esta iniciativa y la estatal boliviana BOA, que, no obstante subsidiada estaba -a pesar de su politización, posibles fraudes del entorno vicepresidencial local y acomodos varios- mucho mejor gestionada que otras líneas “bolivarianas “impresentables, como la venezolana Conviasa, Cubana y la muy polémica nueva/vieja línea cívico–militar, también boliviana Tam (recordar algunos charters difíciles de nuestra selección…)
Y ahora, hasta parece que la otra que se cacareaba como “buena gestión”, la TAME ecuatoriana, se empieza a fundir, y ya la echan de Argentina por superar los 50 millones de dólares de deuda, principalmente con YPF…
Realmente, la propuesta potencial de Amaszonas (devolver los aviones para cambiarlos por los CRJ, reducir costos y excluir a más de la mitad de los funcionarios de la plantilla de Alas) era la única racional posible, y, claro que, de este lado, nadie la quiso, así que corrieron tras Boliviana de Aviación, porque era lo único que quedaba de más o menos presentable y relativamente complementario entre las problemáticas líneas “compañeras”.
¿Dónde estribaban las posibilidades de acordar entre Alas y Boa? No tanto, como dice la prensa no especializada (porque algo hay que decir…) en alimentar los vuelos a Bolivia desde Buenos Aires, porque el riesgo de saturar tales destinos desde y hacia Montevideo son clarísimos. Prostituir la ruta, también… Más bien es deseable que Alas Uruguay pudiera alimentar las frecuencias de BOA a Miami desde Montevideo y hasta de Asunción, como a fines de los 90, cuando Lloyd Aéreo Boliviano salía lleno desde Montevideo a Miami y México. Obviamente que en pocos meses, los líderes de esas rutas (LATAM, COPA, American, Avianca) reaccionarían y se produciría una guerra predatoria, en la cual Alas Uruguay sería siempre el hilo más fino.
En todo caso, esos movimientos deberían haberse previsto bastante antes de estar con el agua al cuello y algo más arriba, prácticamente sin opciones y con una ocupación, en la ruta Asunción, inferior a 40 %, y en el Puente Aéreo -perdiendo vigencia frente a la opción fluvial- menos del 20 %. En el correr de la semana pasada un ministro de papel principal en el gabinete actual, dijo a dirigentes industriales que “Tabaré no les va a soltar un mango a los de alas Uruguay” (y no fue Rossi…), cosa que ya se suponía, aunque, obviamente el Premier Sin Título “Pepe Mujica Vo”, piensa otra cosa.
En tal sentido, el apoyo a estas recientes gestiones de los socialistas “duros”, la presencia del vecino del Pepe y su casi virtual ahijado Placeres en La Paz (¿habrá pasado de los casi 80 viajes al Caribe a empezar una amplia lista de tours andinos?) es como si fuera el mismo Mujica a bailar este carnavalito surrealista al altiplano. Lorier, a su vez, proseguirá su conversión religiosa viendo periodistas satánicos anti Alas-U por todos lados, e intentará bordar la alianza que quiso conseguir infructuosamente con la decadente Conviasa anteriormente. Mayormente, esta no pasa de ser, más que una gira de directivos de la aerolínea con polémicos políticos, como dijo acertadamente el diario digital Enfoques, de “un viaje con chaperones”, el cual, imaginamos como, habitualmente, termina.
Y el simpático asunto de los frenos made in La Paz para Boeing 737 (tema que nos parece plausible)…Bueno, está bien que los mismos tienen un gran desgaste habitualmente… ¡Ahora, no son un componente que exponga altísimos desafíos tecnológicos!
Décadas atrás, la FAU lo planteaba respecto a los nobles C-47/DC-3 a partir de frenos de camiones. Puro fuego artificial. Por ahora, la mayoría del mantenimiento, una y otra aerolínea, lo realizan en TAP M & E Porto Alegre, por más que los bolivianos estén bastante más adelantados en la materia.
El principal interrogante de este tema es, más allá si, tras la auditoría que hará Boa en Alas Uruguay (y con cuidado, porque si Evo sigue haciendo de las suyas o dejando hacer en las estatales bolivianas puede tener un fin a lo Dilma, o una decadencia a lo Sendic, en forma bastante previsible) la aerolínea sindical compatriota seguirá existiendo. Cosa más que dudosa, porque la plata del préstamo se va. Aunque desde el Inacoop/Fondes–sin-fondo, Bernini ( que de aviación sabe tanto como yo de Beisbol) insista que hay gracia de generosos dos años para pagar, hay que poner combustible, cumplir con tasas, sueldos, etc.,y, esta vez, dudo que haya ni siquiera una Ancap generosa.
En suma, y esperando más conejitos de algunas gastadas galeritas (¿qué tal juntar a todas las estatales izquierdosas y armar el SAB/Sistema Aéreo Bolivariano...? Ya que estamos…!). A nuestro criterio, llegan tarde. Esto no pasa de prolongar una agonía lenta y dolorosa, a ciudadanos que, vaya uno a saber por qué -la tara ideológica?- idolatran y esperan a la misma gente que les cerró Pluna de forma más que intempestiva y desprolija, muy probablemente y más allá de las trapisondas de Campiani, debido a una sucia interna frentista entre el deleznable Grupo de los 8, correa local del apátrida foro de San Pablo, contra el astorismo.
La pena es que una y otra aventura, la paga toda la población. Como Ancap, como Antel Arena, como la Ose del agua turbia, como el Fonasa o como la ASSE de los perversos corruptos travestidos de gremialistas.
¿Cuál será el próximo delirio? ¿Por ejemplo, seguir aún manteniendo activa y sin funciones a Pluna Ente, y cambiarle el mobiliario, como se votó hace algunos días?
Javier Bonilla
(Opinión compartida con el Semanario La Democracia)

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