- La aerolínea ha puesto en marcha medidas para reducir sus costos. Entre ellas, las tripulaciones ya han recibido informativos detallados con indicaciones para ahorrar productos durante los viajes
“Queremos informarle que siguiendo los lineamientos de la compañía en relación a la reducción de costos, y también recogiendo sus propias sugerencias, hemos decidido agregar una nueva norma en relación al ofrecimiento de azúcar o endulzante”. Así comienza el Informativo de Servicio N°46 que fue enviado por la gerencia de servicio a bordo de LAN a sus tripulantes al que tuvo acceso PULSO.
Según la indicación enviada por la empresa el 24 de noviembre, las asistentes a bordo deberán entregar un sachet de azúcar o endulzante por pasajero, a menos que éste solicite otro. Una medida que dentro de los tripulantes ha causado cierta sorpresa, puesto que, según explican, es algo que no se les había solicitado nunca antes.
Latam Airlines Group se encuentra en medio de un plan de reducción de costos que busca alcanzar el ahorro de US$650 millones a 2018. Las medidas van desde el despido de personal, reducción en los viajes para ejecutivos, buscar mayores eficiencias en los hoteles donde duerme la tripulación y hasta la cancelación de la comida de fin de año. A estos se agregan otros ítems como los que hace algunas semanas la aerolínea ha empezado a indicar a sus trabajadores.
Pero el control en la cantidad de azúcar o endulzante no es la única normativa nueva.
A esto se suma el reciclaje de vino. El 20 de octubre la empresa -a través del informativo servicio N° 40- se informó que “con el fin de evitar sobreconsumos no estimados y reducción de costos logísticos” la tripulación debía implementar de manera inmediata el procedimiento de carguío de botellas recicladas. Esto a través de un embudo.
Según la indicación de la compañía, los vuelos que operen desde Ezeiza, Bogotá, Lima y Santiago deberán tener como máximo una botella reciclada de cada tipo de vino, la cual debe tener como mínimo la mitad de su contenido y no podrán tener más de tres días desde que se mezclaron los restos de vinos que quedaron en las botellas de un vuelo. “Para identificar esta fecha, la botella tendrá un sticker en la etiqueta posterior indicando la fecha de ingreso a la cocina”, dice el informativo, que respecto al “procedimiento” señala que “durante el servicio se deberá ocupar en primer lugar la botella reciclada”.
A estas medidas se suma el fin de la gratuidad en el servicio de Baby Bassinet o moisés. Esto que tradicionalmente fue gratuito, a partir del 24 de noviembre se transformó en un servicio pagado para las filiales de Chile, Perú, Argentina, Colombia y Ecuador. Salvo para los pasajeros Emerald Comodoro y Comodoro Black LanPass.
“La tripulación no deberá ofrecer el Baby Bassinet a bordo por cortesía, teniendo en cuenta que los asientos cercanos están a la venta como asientos preferentes y pueden afectar la experiencia del pasajero que compró el asiento”, indica la circular número 44 de la compañía.
Y agrega: “Si un pasajero solicita el uso del Baby Bassinet por cortesía, y éste no está asignado a un pasajero que pagó por el servicio, se le deberá indicar que el uso del Moisés tiene un costos asociados y que para su próximo vuelo deberá hacer una reserva a través del Contact Center hasta 48 horas antes del vuelo”.
Los aviones contarán inicialmente con un sólo moisés o cuna. Aunque “la aspiración final es que sean dos”.
Adicionalmente a ello, el 17 de noviembre la compañía envió a los correos corporativos de los tripulantes un instructivo cuyo asunto narraba: “Marcha blanca: Eliminación de revista LAN_IN y catálogos Duty Free en inserts B767 YC”.
En él, se explicita a los trabajadores de vuelos en la flota 787 que se harían dos pruebas entre los días 1 y 14 de diciembre en la cual se analizaría cómo funciona el servicio eliminando las revistas IN y el catálogo del Duty Free. “Teniendo en consideración los comentarios recibidos y la baja en satisfacción de la flota 787, relacionados a la incomodidad por el espacio reducido entre asientos, estamos evaluando distintas alternativas que permitan mejorar la percepción de comodidad en la cabina”, dice el texto.
De este modo, en esos aviones solo quedarán en los asientos la tarjeta de seguridad y la bolsa de mareo. La revista, en cambio, será ofrecida a los pasajeros que permanezcan despiertos luego de la comida y sólo se llevarán 140 ejemplares. Del mismo modo, el catálogo será visualizado en las pantallas individuales por asiento y sólo habrá 3 o 4 ediciones físicas del mismo.
Si bien LAN afirma que esta medida a prueba busca darle más espacio a los pasajeros de esos aviones, dentro de los tripulantes hacen notar que de estandarizarse esta modalidad habría un ahorro en la cantidad de ejemplares que la compañía imprime.

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