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Porqué, Vázquez |
Apunta maneras, Vázquez, para exhibir, -ya no novillero que sí torero-, que tiene todo a mano para que su segunda presidencia pueda resultar provechosa y positiva en el anunciado rumbo de bienestar nacional que reclama a viva voz el país.
Hemos tenido a la vista, como editorial de la hora ante la inminencia de la elección, fragmentos de notas periodísticas que publicamos en el correr del ejercicio 2004 (enfoques, Edición 1592, 1 de diciembre de 2009), recopilación que en aquel entonces pretendió explicar la derrota de los partidos fundacionales, relegados por primera vez del gobierno de la república, y vueltos a deponer en este ajetreado fin de 2014.
Haberle metido mano al bolsillo agujereado de la población, y la indiferencia notable de blancos y colorados sobre los magros sueldos y pasividades arrastrados del siglo XX, trajo como consecuencia directa el cambio en el tradicional mapa político del país.
Las tarifas de los organismos públicos transformadas en impuestos indirectos, y el sinfín de impuestos, tasas y gravámenes de todo tipo que acorralan y bombardean diariamente al ciudadano, aceleró el proceso y marginó, a la vista está que sin variantes y sin plazos razonables, a los Partidos Nacional y Colorado del gobierno del Uruguay.
Aprovechó el FA el vacío legislativo secular en lo que tiene que ver con la protección social y universal al servicio doméstico y personal rural de las estancias; reconoció oficialmente la actividad de decenas de miles de ciudadanos marginados del Banco de Previsión Social y de la atención regular de la Salud, y se ocupó de mejorar la vida de la población que vive en los asentamientos, disminuyendo en consecuencia la indigencia y pobreza.
Poquito pero suficiente, a lo que debe añadirse el respeto observado por el gobierno con relación a la modificación de tarifas de los servicios públicos. Hoy se habla de rebajas y no de subas.
Una asignatura pendiente, insoslayable, reclama derogar el impuesto que grava las jubilaciones, un ano contra natura que deberá recomponer el Dr. Tabaré Vázquez.
En enero de 2004 calificamos de pavoroso el gestionamiento de ANTEL, cuyas bases fueron socavadas en continuidad y persistencia por administraciones blancas y coloradas, -con excepción de la gestión del directorio presidido por Ricardo Lombardo-, que no tuvieron en cuenta el interés nacional.
Ministros de gobierno, escribimos, aceptaron entonces reconocer, con toda naturalidad, que el Estado mete la mano en el bolsillo del pueblo. (Abreu).(enfoques, 12 de enero de 2004).
En marzo 2004 prendimos todas las luces, que no sirvieron para iluminar el territorio de un gobierno ciego: "El Uruguay vive sus horas más inciertas, mientras con una inconsciencia apabullante, los políticos emprendieron la carrera electoral con las manos vacías, en donde ya no caben, porque nadie les cree, las promesas de antaño. ¡No señores! ¡No va a correr leche por las cañerías del agua, ni se va a construir una carretera en bajada desde la ciudad de Paysandú! El pueblo uruguayo está harto. Batlle no puede salir a la calle sin ser vilipendiado por la ciudadanía. El país, y cuando digo el país me refiero a sus habitantes, sigue en carrera desenfrenada hacia los peores estados de pobreza e indigencia. ¿O es que piensan que con un 1% de aumento en las pasividades se arreglan los jubilados y pensionistas?
Con relación a los candidatos de los partidos fundacionales, es público y notorio que hemos sido particularmente ácidos con su gestión, y los hemos acusado, públicamente, de haber estafado la credibilidad popular. Y en este sentido me refiero muy concretamente al Partido Colorado y a su ex coaligado, Partido Nacional, que durante dos largos años acompañó una deplorable gestión gubernamental. Por otra parte, decíamos, no le llevo agua al molino de ningún candidato, puesto que soy de las personas que creen que el Uruguay se arregla con una buena gerencia".
Concluimos entonces, promediando 2004: "Los partidos políticos, y me refiero concretamente al Partido Nacional y al Partido Colorado, al parecer no se dan cuenta que la gente que los apoya concurrirá a ejercer su derecho al voto, por primera vez en la historia de la República, a disgusto, contrariada, y porque no tiene más remedio.
El voto angustia, por denominarlo de alguna manera, predominará fuertemente en la inmensa mayoría de sus correligionarios, de la misma manera que votarán angustiados y descreídos los familiares y allegados directos, todos, de los candidatos a ocupar la Presidencia de la República por esos partidos políticos.
Es que la frustración es muy grande, tan grande como la estafa desembozada sobre la credibilidad popular".
Con relación al transporte aéreo, razón de la existencia de enfoques, decíamos entonces, abril de 2004: "UAIR fue de Herodes a Caifás; Poncio Pilatos se lavó las manos facilitando la crucifixión, y no se sabe todavía si el retorcido pulgar del espectro político aeronáutico del Uruguay le dará un soplo de aliento a su resurrección".
Esta apreciación suscitó que un funcionario de gobierno levantase el tubo del teléfono y le dijese a un integrante del elenco ministerial: "¿leíste enfoques de hoy?
-No, todavía no, fue la respuesta. ¿Qué dice?
-Leídos que le fueron título y comentario, comentó el ministro: "tienen razón; no tenemos capacidad resolutiva y estamos sometidos a las presiones de las aerolíneas; de funcionarios gubernamentales varios, de oficiales de rango intermedio de la aviación civil y de quienes poco o nada saben de aviación comercial.
-Bueno, tartamudeó el funcionario de gobierno (a quien no nombramos por haberlo pedido expresamente nuestra fuente de información) "estarás de acuerdo conmigo en que no podemos admitir que se nos diga que el espectro político tiene el pulgar retorcido. . ."
-Sí, tenés razón. Llamá a Garzón y decíselo. . ."
Ricardo Garzón |
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