|
¿Será posible? |
En medio de un clima de creciente inseguridad individual y colectiva, -barrios enteros en todo el país están en manos de los delincuentes-, el país avanza como puede para dar cumplimiento a nueva instancia electoral.
El panorama, sombrío por demás, exhibe un elenco gobernante que ha alentado la disconformidad de los diferentes grupos sociales que integran la nación; la corrupción a tambor batiente en dependencias gubernamentales; también la lucha de clases, sin perjuicio que a sabiendas ha mantenido partido en dos este minúsculo país.
Desde la presidencia de la república, su titular proclama urbi et orbi que el episodio sin fin de la saga de Pluna constituyó una “chambonada”, y que es humano que la prepotencia y el dolo se instalen en los más altos niveles de la salud pública.
Parroquiano de café, excelente en contertulios, el Sr. Mujica ha opinado diariamente, y más de una vez, sobre todos y cada uno de los aspectos que conforman el día a día ciudadano, y ha dado respuesta y perfilado caminos, sobre la mesa del bar, acerca del rumbo que debe seguir el país para injertarse en el concierto de las naciones desarrolladas.
Escupidos en reiteración por la Argentina, y traidores de baja estofa con Paraguay, tuvo el presidente la desgracia infinita de la muerte de Chávez, fallecimiento que disolvió las pretensiones populistas de la mayoría de los gobernantes sudamericanos, encaminados entonces por los postulados más sublimes para integrarse todos en una patria única, justa y soberana.
Octogenario, casi, nos deja en el horizonte inmediato a otro septuagenario avanzado, que cumplirá 80 años de edad en el cargo, si es que accede a la presidencia de la república.
Me pregunto y pregunto: ¿qué tiene que hacer un señor de setenta y pico de años sentado en el sillón de Fructuoso Rivera? ¿No alcanzó el botón como muestra?
¿Vamos a seguir en la ilusión de la recuperación de AFE y en la construcción de un puerto de aguas profundas en Rocha?
¿Tenemos que seguir oyendo que el gobierno tiene todo el tiempo del mundo con respecto a la explotación de Aratirí?
¿Habrá que seguir soportando que valiéndose de la ignorancia periodística de la hora, aparezca un trasnochado que le diga al Poder Ejecutivo que estamos a punto de descubrir petróleo en la plataforma continental?
¿Deberá seguirse tolerando, con impotencia manifiesta, que los sindicatos docentes sigan enquistados en los organismos de conducción de una enseñanza escolar y media que dejó de ser tal, subordinando y entreverando para provecho propio los intereses nacionales con el menguado bolsillo de los profesores y maestros?
Con los barrios montevideanos y asentamientos urbanos y suburbanos de muchas ciudades del interior convertidos en grosera caricatura de lo que fueron los pueblos del Lejano Oeste, avanzamos hacia las elecciones de octubre en medio de la mayor impunidad.
La inseguridad y la delincuencia juvenil campean por todas partes, al punto que los albergues y centros de detención para los adolescentes se han convertido en establecimientos de enseñanza donde se cursan asignaturas relacionadas directamente con la criminalidad.
Las cárceles uruguayas, en rigor y se sabe, son universidades para el avanzado aprendizaje y perfección del delito en todas sus formas y manifestaciones.
Por último, una reflexión final sobre un par de sentencias oídas en mis tiempos escolares: “cada pueblo tiene el gobierno que se merece”, o bien: "los pueblos eligen los gobiernos que se les parecen".
¿Será posible?
Ricardo Garzón |
|
AGREGAR A FAVORITOS
A+ / A-
IMPRIMIR
VOLVER AL INICIO
|
|
ADVERTENCIA: Los artículos periodísticos firmados son de la exclusiva responsabilidad de sus autores. La Dirección.
|
|