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| CORRESPONDENCIA |
Muchas gracias, Ricardo.
Mañana, seguramente, asistiremos a una nueva payasada del Gobierno cuando, en Salliqueló, aparezcan tomados de la mano los integrantes de ese triunvirato compuesto por un don nadie que, a último momento, se calzó las botas, por una envejecida reina que ve el poder escurrírsele entre los dedos y sólo aspira a la resistencia, y por el personaje más inescrupuloso de cuantos ha producido esta tierra, tan fecunda para engendrarlos como proclive a ser sometida por estos crápulas.
Si no viviéramos aquí, hasta podría resultar gracioso ver como se autocelebran por una obra pública pintada con los colores de Unión por la Patria y bautizada con el nombre –tan repetido- del fundador de este adefesio político y delincuencial que tanto daño ha hecho al país; pero, salvo que un nuevo cisne negro, como ha sucedido tantas veces, despliegue sus alas sobre la Argentina, es probable que asistamos también al funeral del kirchnerismo, por lo menos a nivel nacional.
Quienes, desde esa asociación ilícita, se ilusionan con conservar algún poder de fuego en el Congreso con la incorporación de una tropa de senadores y diputados férreamente leales a un proyecto que les resultará ya ajeno, olvidan la venalidad que impregna el espíritu de esos presuntos sobrevivientes quienes, como siempre lo han hecho a lo largo de la decadente historia que protagonizamos, sin pudor alguno cambiarán de camiseta, sabiendo también que no existirá sanción social ni política para quienes opten por el transfuguismo.
La perenne vocación del poder del peronismo obliga a sus más encumbrados actores a tragar sapos sin solución de continuidad. Hoy, cuando necesitan de la solidaridad de otros integrantes de esa estafa monumental llamada “Patria Grande”, bajo cuya carpa se acomodan el Foro de São Paulo, el Grupo de Puebla y demás vociferantes del “Socialismo del Siglo XXI”, no dudan en apoyar sin fisuras a las dictaduras más sangrientas de la región, amparándose cínicamente en el principio de no intervención en los asuntos internos de otros países.
Pretenden que olvidemos, impulsados por su tan eficiente aparato de propaganda, que fueron actores principales en los recientes dramas terroristas de Perú y Bolivia, como antes lo hicieron en Paraguay, en Brasil, en Chile, en Colombia y en Ecuador.
¿O no se vió su criminal mano en los disturbios que destruyeron Lima, Santiago, Quito, Bogotá o La Paz? ¿Quién, sino ellos mismos, llevaron a la cárcel a Jeanine Añéz Chávez después de los ataques de los cocaleros de Evo Morales? ¿Quién, sin ellos mismos, suspendieron al Paraguay como miembro del Mercosur porque se oponía al ingreso de Venezuela y así lo lograron? ¿Quién, sino ellos mismos, aplicaron la teoría del lawfare para proteger a Luiz Inácio Lula da Silva, Cristina Fernández, Pedro Castillo y Rafael Correa? ¿Quién, sino ellos mismos, callan cómplicemente ante los asesinatos, las torturas, la expulsión de sus propios ciudadanos más allá de sus fronteras y las proscripciones de adversarios de Daniel Ortega, Nicolás Maduro o Miguel Díaz-Canel? ¿Quién, sino ellos mismos, se asocian internacionalmente con los regímenes sanguinarios de Rusia, China e Irán, capaces de exterminar a sus enemigos aún en el exterior? ¿Quién, sino ellos mismos, mientras montan movimientos feministas para destruir desde adentro a las sociedades, callan cuando se impide a Corina Machado participar en las elecciones venezolanas, cuando el poder mata a mujeres que saben demasiado en el Chaco, en Tucumán, en Caracas o en La Habana? ¿Quién, sino ellos mismos, han amasado inmensas fortunas, han saqueado los recursos naturales y llevado a sus sociedades al infierno de la pobreza y la marginalidad?
Pero no hay impostura que dure eternamente, y los mitos ya no son vendidos tan fácilmente a la ciudadanía latinoamericana que, en todas partes, como sucede en Italia o España, comienza a despertar y obliga a sus políticos –como ha sucedido con Gabriel Boric y Gustavo Petro- a privilegiar sus compromisos éticos sobre el alineamiento automático con los canallas dictadores de la región.
Faltan treinta y cinco días para que, aquí, se sustancien las PASO, dando así comienzo al real proceso electoral que, no lo dudo, llevará a la oposición al gobierno. Las terribles circunstancias socio-económicas que atraviesa la Argentina, la obligarán a actuar de forma bien distinta al gradualismo, y la resistencia en la calle será inevitable; es por eso que, cuando votemos, deberemos pensar muy bien quién creemos que tiene el coraje de imponer la ley y el orden para controlarla y reducirla.
Ruego a Dios que nuestros conciudadanos no vuelvan a equivocarse, como tantas veces lo han hecho eligiendo a sus propios verdugos saqueadores.
Hasta la próxima nota.
Un fuerte y esperanzado abrazo.
Enrique Guillermo Avogadro |
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| SE DICE |
Q ue en un comunicado hecho público el sindicato de ANTEL, SUTEL, advierte que “no cejará en su esfuerzo por defender el patrimonio nacional”, así como “la soberanía, el desarrollo tecnológico propio y el interés social de las telecomunicaciones, que han hecho de nuestro país un ejemplo a seguir durante los años anteriores a esta administración”; por lo tanto, “sépalo este gobierno” y “sépalo nuestro pueblo”, que “no dejaremos que hagan lo que se les canta como se les cante”.
Que una encuesta de Cifra indicó que el Frente Amplio reúne una intención de voto de 44% de la población, el Partido Nacional de 27%, el Partido Colorado de 6%, Cabildo Abierto de 2% y el Partido Independiente de 1%; otro 2% respondió que votaría a algún partido de la coalición multicolor, sin especificar, mientras que 18% dijo que votaría en blanco, anularía su voto o prefirió no responder.
Que así las cosas, esto determina un escenario de 44% de intención del voto para el Frente Amplio y 38% para la coalición.
Que el diputado de Cabildo Abierto, Álvaro Perrone, llamó a “frenar” la instalación de radares que recaudan, en tanto el Ministerio de Transporte retrucó y se comprometió a instalar 100 más para analizar el “comportamiento” ciudadano.
Que el titular del MTOP, José Luis Falero, le respondió a Perrone que su cartera “no cobra un solo peso”, sino que son de las intendencias o el Ministerio del Interior.
Que Natalia Oreiro protagonizó uno de los momentos más emocionantes de la noche en la entrega de los premios Martín Fierro que celebraron lo mejor de la vapuleada televisión Argentina en un momento de transición: "la sensación que da es que la tele bajó los brazos", y que se dijo a sí misma: ‘ya está, perdí con el streaming’...
Que abundando en conceptos afirmó que "la tele se berretizó porque no hay guita, y que ya nadie pone un mango". "Opinar es más barato que informar. Yo creo que tenemos que dar la pelea por la televisión, si no, nosotros mismos vamos a hacer que desaparezca”.
Que el presidente Lacalle Pou dijo que aceptó la ayuda ofrecida por su par de Argentina Alberto Fernández por la crisis del agua que vive Montevideo y la zona metropolitana, pero dijo que la misma “es ínfima” si se compara con lo que se consume de agua potable en esta zona del país, donde está casi el 60% de la población total.
Que si se fuese a pagar la deuda externa uruguaya, cada compatriota debería aportar 24 mil dólares sobre un total reconocido superior a los tres millones de habitantes que en su conjunto adeudan más de 70 mil millones.
Que el sistema político, en su más prístina acepción, debería informar y orientar a la juventud estudiosa a encontrar argumentos que contrarresten la letanía sindicalista que ha hecho un arte en el cambio de la realidad de las cosas en forma sostenida y descarada, siguiendo al pie de la letra las enseñanzas del cofundador del Partido Comunista italiano Antonio Gramsci.
Que el Comunismo ha diseñado su propio manual desde Gramsci, seguido al pie de la letra por sindicatos asesorados por el partido comunista con el modelo de estrategia que aplicaron en España en los años 30 y 70, consistente, entre otros, en minar los países desde dentro, acabando con la libre empresa e ingresos familiares de la población vulnerable que deja de aspirar al trabajo, dependiendo en cambio de subsidios que fomentan la holganza, y que ya en tercera generación desconocen lo que es la producción de bienes y servicios para la atención de las necesidades primarias del ser humano.
Que cabe compartir la opinión de Àlvaro Delgado cuando afirma que "dentro de un año y pico la gente va a tener que elegir, y va a tener que elegir entre un rumbo que representa el Frente Amplio, que lo único en que ha sido consistente es en la crítica, nunca en la propuesta", con el agregado "de que se ve un FA egoísta, que siempre piensa en el rédito electoral chiquito, propio, y que está más radicalizado, y eso, lo único que nos asegura, es incertidumbre sobre el futuro".
Que el subsecretario de Ambiente, Gerardo Amarilla, dijo que las bombas de humo colocadas en la sede de OSE por el sindicato representan un ataque a las “instituciones” y que “es lo mismo” que “dar un golpe de Estado o disolver un Parlamento”.
Que la Federación de Funcionarios de OSE dijo que las acusaciones respecto a las bombas de humo que uno de sus integrantes encendió dentro de las oficinas del organismo constituyen un "ataque a las libertades sindicales".
Que una mujer embarazada y una persona con problemas de visión tuvieron que ser atendidos por personal médico el pasado 13 de junio, cuando por decisión unánime de la Federación de Funcionarios de OSE, al frente de su presidente Kreimerman, prendió bombas de humo en el edificio de la empresa estatal, donde había más de 800 personas.
Que resultaría muy interesante que el hoy despierto e impune sindicato de OSE explicase las razones de su silencio en lo que tiene que ver con las deficiencias de gestión en el manejo del agua desde los años 70 del siglo pasado al presente, siquiera para que la sarta de directores omisos y profanos de todos los tiempos hubiese reaccionado en lo que atañe a los incumplimientos del suministro.
Que para el periodista Ignacio Álvarez (La pecera, Santo y Seña) la principal grieta no es entre izquierda y derecha, ni entre empresarios y trabajadores; es entre democracia y autoritarismo, legalidad y violencia, respeto y patoterismo. Lo demás es puro humo
Que en Uruguay funciona un oligopolio de bancos privados que define la totalidad de las tasas en el otorgamiento de préstamos, asalto a mano armada que sufren los uruguayos ante las entidades financieras.
Que resulta imperioso para corregir el tremendo abuso de los bancos privados atar los intereses a la inflación y limitar también los intereses por mora, porque no puede ser que con una inflación de un dígito, o a lo sumo del 10%, los intereses por mora superen el 270%.
Que para el asesor en planeamiento estratégico de la Organización de las Naciones Unidas, Gustavo De Armas, si bien nuestro país exhibe el estado de bienestar más desarrollado de la región, los últimos datos registrados indican que, en materia de pobreza infantil, el caso de Uruguay es “absolutamente extremo”.
Que los blancos preparan una campaña de información a la militancia sobre los principales ejes de la administración de Luis Lacalle Pou, comenzando con uno de los temas más intrincados: la reforma jubilatoria aprobada por el Parlamento el pasado 27 de abril y que, en lo esencial, subió la edad de retiro de 60 a 65 años para las futuras generaciones. |
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