Edición Nro. 2300 - Punta del Este / Uruguay
enfoques 10 de marzo de 2023
 
 
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MÁS ALLÁ DEL RÍO DE LA PLATA - ENFOQUES COMPARTIDOS f
Enrique Guillermo Avogadro
Balcones se alquilan
  • “En tiempos de engaños, decir la verdad es un acto revolucionario”. George Orwell
El espectáculo que, con formato de tragedia, se empeña en presentar la Argentina amerita comprar abonos permanentes salvo, claro, que usted aún viva aquí; si éste es el caso, recuerde cuánto hace que le recomendé comprar cascos, augurando que lloverían piedras. Los dos acontecimientos más relevantes de la semana –el discurso de Alberto Fernández en el Congreso y el tiroteo mafioso a un comercio de la familia de Lionel Messi- son una mínima parte del iceberg de ese siniestro show, pero obligan a plantearse dos debates trascendentes y urgentes: cuánto más daño a la República y a sus instituciones estará dispuesto a producir el kirchnerismo y a tolerar la sociedad en su conjunto, y cómo debe pararse ésta frente a la inseguridad que, a esta altura, le ha hecho perder hasta el sueño.
Los medios de prensa y las redes sociales han hecho una minuciosa vivisección del cobarde, injuriante y falso mamarracho que leyó Alberto Fernández, lo cual me ahorra repetirlo aquí. Pero sí me referiré al flagrante delito que cometió el Caracol. El artículo 109 de la Constitución, textualmente, dice: “En ningún caso, el Presidente de la Nación puede ejercer funciones judiciales, arrogarse el conocimiento de causas pendientes o restablecer las fenecidas”. ¿No fue eso lo que hizo al decir que Cristina Fernández no había tenido un proceso legal y que era injusta su condena, o cuando criticó la medida cautelar referida a los fondos hurtados a la Ciudad, ya que ambos procesos se encuentran en trámite? La causal de juicio político es innegable, y el pedido será formulado el martes.
A partir del miércoles, cualquier posibilidad de diálogo con el kirchnerismo quedó descartada. No se puede siquiera conversar con este hato de furiosos subnormales que, como ya quedó claro, buscan destruir la República, tal como la describe la Constitución. Buscarán refugiarse en diferentes bunkers para combatir desde allí, con la ayuda inestimable de las almas buenas y, sobre todo, de las quinta-columnas que habrán dejado en todos los estamentos del Estado, cualquier intento de cambiar este status quo que sólo nos llevará a seguir descendiendo, como país, al peor círculo del infierno. Nos toca transitar aún los nueve meses que faltan para el cambio de inquilino de la Rosada, y nada permite suponer que la violencia estará ausente durante la campaña.
El Caracol avisó que continuará con los juicios de persecución y venganza contra las Fuerzas Armadas y éstas, hartas de ser chivo expiatorio de una sociedad tan hipócrita, no estarán disponibles cuando suene la hora de la espada, indispensable para luchar, con la ley en la mano, contra la subversión en todas sus formas, se trate de pseudo mapuches, de viejos montoneros, de organizaciones terroristas (Sendero Luminoso, FARC, etc.) o de bandas de narcotraficantes (PCC, CV, etc.), incluyendo los “asesores” castrochavistas presentes en la Patagonia.
Para poder encarar eficientemente esa batalla, es imperioso que Juntos por el Cambio (JxC), por el método que sea (¿unas PASO no oficiales?), ponga fin a la novela turca que protagonizan sus pre-candidatos, unifique el discurso y defina ya mismo quién la representará en cada jurisdicción incluyendo, en la medida de lo posible, a los militantes de Javier Milei. El Frente de Todos (FdT) aún tiene las llaves de las mayores cajas del Estado y las usará para pavimentar, con un renovado “plan platita”, el camino hasta la elecciones, aunque ello signifique dejar tierra arrasada al sucesor de la emperatriz hotelera: simplemente, no tiene otras armas para competir por el cargo de Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, crucial para la guerra de guerrillas que está planificando.
Desde 2015, cuando se decía que La Morsa era el jefe del narcotráfico en el país, he venido sosteniendo que los verdaderos dueños eran los Kirchner. Dada la patológica afición al dinero que padecen, es imposible que le hayan cedido el sideral negocio a un mero lacayo; y allí radica la base del drama que hoy está ensangrentando a tantas ciudades del país. Por ejemplo, la Hidrovía, principal ruta de trasiego de estupefacientes, está a cargo del Instituto Patria, el fanático think tank de la arquitecta egipcia.
A la luz de lo que aquí está pasando, me parece que se abre otro debate imprescindible. Cuando se pregunta en la calle por los piquetes, la unánime respuesta es que debe terminarse con ellos, pero sin reprimirlos; ¿se supone que abandonarán las calles por amor al prójimo, cuando en ellas los gerentes de la pobreza tienen una fenomenal arma extorsiva? En esta Argentina tan demente, por la estupidez garantista de Eugenio Zaffaroni, el ex miembro de la Corte acusado de evasor fiscal y de destinar sus propiedades a la prostitución, las cárceles son meras colonias de vacaciones: a los presos les pagamos un salario y les permitimos el uso de celulares y el acceso irrestricto a Internet y, con lo cual siguen dirigiendo sus negocios y la sanguinaria violencia con que los protegen.
Esta misma semana, el Presidente de El Salvador, Najib Bukele, ocupó los titulares en todo el mundo por el modo –criticado, como siempre, por las entidades de derechos humanos de los delincuentes- en que ha rescatado a su país del terrible flagelo de las maras, las organizaciones criminales que lo habían hecho alcanzar siderales cotas de muertes con sus asesinatos. Inauguró una cárcel de extrema seguridad y trasladó a ella a los primeros seis mil detenidos a los cuales, no sólo les aplica un régimen riguroso de aislamiento sino que las familias deben pagar su sustento. Su popularidad se eleva al 97% y, a pesar de su autoritarismo, ha salvado al país de las mafias.
Para combatir delitos graves (narcotráfico, terrorismo, trata de personas, lavado de dinero, contrabando de armas, corrupción activa o pasiva, etc.) y terminar con la complicidad de jueces, fiscales, funcionarios y policías, ¿por qué no imitar en alguna medida su proceder y construir establecimientos carcelarios federales en medio de la Patagonia, obligar a trabajar a los reclusos para pagar por sus uniformes y comidas e impedir sus comunicaciones? También habría que rotar permanentemente a los penitenciarios, para minimizar tentaciones y riesgos.



ADVERTENCIA: Los artículos periodísticos firmados son de la exclusiva responsabilidad de sus autores. La Dirección.



SE DICE
Que debe marginarse absolutamente al sistema político uruguayo de intervenir en asuntos de la judicatura, dado que la Justicia es la única que califica o decide sobre los actos de hombres y mujeres, como muy bien lo señaló en 1907 al asumir como Presidente de la entonces Alta Corte de Justicia, el Dr. Ezequiel Garzón, bisabuelo de quien esto escribe.

Que
al tomar Juramento a los jueces al instalarse el máximo tribunal, el Dr. Garzón les advirtió que quien se apartase de su voluntad o pronunciase sentencias en contrario a sus dictados, "será un mal Juez, un insensato, y hasta un Juez malvado si procede conscientemente".

Que hay una estirpe de magistrados, -los complacientes ante el poder-, que aceptan las sugerencias de una oportuna llamada telefónica del soberano; y los que anteponen el espíritu de cuerpo al acto de justiciar de acuerdo a derecho, los sobornables, los arrogantes y los genuflexos.

Que
desde el 8 de marzo se encuentran en Manama, capital del Reino de Baréin, un lote de legisladores que llegaron en camiones, -léase aviones-, para participar de la 146ª asamblea general de la Unión Interparlamentaria, (no interplanetaria) un evento internacional que tendrá como tema central el “combate a la intolerancia” a partir de la promoción de la coexistencia pacífica y las sociedades inclusivas.

Que representan a nuestro país la vicepresidente Beatriz Argimón; los senadores blancos Jorge Gandini, Carmen Asiaín y Amín Niffouri; el cabildante Raúl Lozano, la frenteamplista Silvia Nane, el flamante presidente de la Cámara de Representantes, Sebastián Andújar, y el diputado colorado Walter Cervini, grupo al que acompañan tres funcionarios del Parlamento.

Que
el desplazamiento legislativo, -que es cuestionado con énfasis por varios senadores que consideran que el país envió una cantidad desproporcionada de representantes-, no redundará en beneficios tangibles para los intereses nacionales ni para el Parlatino hemisférico, y mereció primeras planas en medios de comunicación, entre ellos Diario Enfoques.

Que
Uruguay, prendido de una liana,  afronta el dilema de Tarzán con relación al Mercosur, dado que no la puede largar hasta que logra prenderse de otra, en una travesía selvática donde más conviene agarrar las dos.

Que para Mujica es difícil que el chancho chifle, refiriéndose a la posibilidad  de un tratado de libre comercio (TLC) con China, aunque consideró viable que —Lula mediante— se logre algún tipo de acuerdo con el país asiático a escala regional.

Que en audios de la fiscal Fossati se le escucha decir que la investigación “no va a poder llegar a su fin porque las piedras son permanentes”, refiriéndose a diferentes ministerios y dependencias del gobierno de Lacalle Pou.

Que la fiscal Fossati  "no está para inmolarse a esta altura de la vida", y que lo mejor sería que se sepa que las actuaciones coinciden en que está armada una bomba de tiempo que se quiere hacer estallar con la sola finalidad y muy presumible interés de sacar rédito político.

Que la moneda de refugio uruguaya,  bendito dólar, no está siendo tan buscada dado que el récord de exportaciones y una muy buena temporada turística ha suscitado una avalancha de dólares con una apreciación significativa del peso uruguayo.

 

La garantía Batllista
(Por Julio María Sanguinetti) Un retintín constante del Frente Amplio es calificar de "Herrerista" al gobierno, como insinuación de conservadorismo y retraso social. Se pretende con esto horadar al Batllismo, acusarlo del abandono de sus banderas históricas. De algún modo molestar también a los blancos wilsonistas.
Los hechos nos muestran otra cosa: una coalición de gobierno que administra el país desde su tradicional Estado liberal progresista o socialdemócrata según usemos la terminología norteamericana o europea. Es el Estado uruguayo simplemente, que puede ser gobernado por un liberal o un socialista, pero que sigue siendo, básicamente el mismo.
La historia del país nos dice que en 1959, cuando el Partido Nacional desplazó del gobierno al Partido Colorado luego de casi un siglo, proclamó el fin del llamado Estado Batllista. Había que desandar la construcción de empresas públicas e instituciones de seguridad social que se habían desarrollado entre 1905 y 1950 aproximadamente. Los hechos pudieron más que la realidad, porque si bien hubo un necesario proceso de liberalización en materia monetaria, propio de los tiempos, las bases solidaristas del Estado permanecieron incólumes.
Cuando llegó al gobierno el Frente Amplio, en 2005, se dijo que se "sacudirían hasta las raíces de los árboles". El pensamiento socialista dejaría su impronta indeleble. Romperíamos con el Fondo Monetario, no pagaríamos la deuda externa, nacionalizaríamos el comercio exterior y la banca, etcétera, etcétera. Era la prédica histórica, especialmente desde la fundación del Frente en 1971. Nada de eso ocurrió. Los eslóganes se derrumbaron. Gobernó con una gran bonanza internacional, gastó mucho y mal, dejó una crisis educativa profunda y una desocupación del 10%, pero las instituciones permanecieron tal cual eran.
Naturalmente, un gobierno conservador podría reducir al mínimo la prioridad social del Estado. Hoy, los números oficiales nos dicen que el Gasto Social es el 81% del Gasto Público Total. Del orden de 17 mil millones de dólares. La mitad es seguridad social, entre el BPS y el Mides. Pocos Estados en el mundo pueden mostrar lo mismo.
¿Se privatizaron las empresas del Estado o están más fuertes que nunca? Por supuesto Antel compite, el Banco de Seguros compite, UTE actúa dentro de un marco legal abierto que permite generación privada. La prédica machacona, alejada de la realidad, sigue insistiendo en el sueño monopolista, sin advertir que esas empresas serán un bien y no una carga si son más eficientes. Tenemos un cumplido ejemplo con la LUC y la portabilidad numérica, que ha sido beneficiosa para todos, en primer lugar los propios usuarios.
En el Partido Nacional hay opiniones en favor de la privatización de algunos de esos servicios fundamentales. Pero no son la política del gobierno, como a la vista está.
Si nos vamos a lo estrictamente social, ¿un Presidente de origen blanco hablando de los asentamientos, de los deudores del Banco Hipotecario y del bono crianza representa el viejo herrerismo? Cuando la UTE llega a 140 mil personas con facturas de subvencionadas hasta en un 90% o ANCAP a 57 mil personas, con garrafas a mitad de precio, ¿no estamos ante el desarrollo de políticas en la línea tradicional de nuestro Estado Batllista? UTE renuncia a 40 millones de dólares para ayudar a los más débiles de la sociedad.
Ejemplos rotundos de la dimensión social del gobierno es haber alcanzado la menor tasa histórica de mortalidad infantil o el desarrollo de la protección de los niños antes de la preescolar, entre 0 y 3 años. En la última Rendición de Cuentas fue el Batllismo el que propuso un plan de 50 millones de dólares para desarrollar los CAIF. Ellos siguen creciendo y cuando no hay ninguno cerca, se dan becas para pagar un jardín privado. La Asignación Familiar del Plan de Equidad alcanza a 400 mil personas y le añade a la tradicional una cantidad relevante. El MIDES está transfiriendo por estas vías 350 millones de dólares a los más necesitados y lo está haciendo con focalización, superando aquellas distribuciones al barrer que hizo el Frente sin ningún rendimiento.
En cuanto a la enseñanza, la monserga de la privatización está totalmente desacreditada pero reaparece de un modo u otro. En el debate de la LUC tuvieron que replegarse y reconocer que no había privatización alguna. Así como al final, y después de mucho andar, aceptaron el valor de las escuelas de tiempo completo para atender los sectores económicamente más comprometidos y otros aspectos de nuestra reforma de 1995. Así tendrán que reconocer el esfuerzo actual de los Centros Espínola en la educación secundaria, que apuntan al mismo objetivo social. La UTU hasta ha incorporado un Bachillerato Digital bilingüe, que crece exponencialmente. Desgraciadamente, los presuntos defensores de la educación pública son quienes más ayudan a la privada, con su prédica destructiva, su recurrencia al paro y al desorden proselitista, que desalienta a los padres y les lleva a innúmeros sacrificios para procurar establecimientos más estables.
Si nos vamos a la producción, el Estado Batllista modernizado de los últimos años abrió los espacios de vanguardia en las Zonas Francas y en un desarrollo forestal revolucionario, que han cambiado la estructura económica del país. Y eso sigue firme, pese a hostilidades conservadoras.
Por estas razones, los batllistas nos sentimos cómodos en la coalición que integramos. Lejos de sentirnos traicionados en nuestros ideales, apreciamos que ellos se han expandido. Nuestro rol es garantizar su desarrollo constante y, por lo tanto, la sobrevivencia de sus principios, con nuevos métodos. Garantizarlos ante los pujos conservadores que aparecen y las visiones anticuadas de un Frente Amplio que no entiende el cambio civilizatorio en que estamos sumergidos.
Garantía, entonces. Tanto de los valores históricos como de la mirada constante hacia el futuro. (Nota que se comparte con Correo de los Viernes)

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