¿Cenicienta?
Con el camino despejado y viento a favor, avanza sin contratiempos Liliam Kechichián para ser posible candidata del Frente Amplio para ocupar la Vicepresidencia de la República.
Su sostenido éxito al frente del Ministerio de Turismo, la cartera de mayor prestigio reconocida en números por la población, con incidencia cierta y positiva en otras secretarías de estado, tanto por omisión ajena como por influencias propias, (conectividad aérea y pasos de frontera sobre el Río Uruguay, por ejemplo) la colocan en un espacio político ideal para alcanzar esa candidatura.
Liliam Kechichián no vaciló, en ningún momento de su ya prolongada actuación al frente del Ministerio de Turismo, en enfrentar los desafíos propios de una cartera que, otrora, fue considerada y tratada como la Cenicienta del elenco ministerial, tal como se ha sostenido y puesto en evidencia en infinidad de artículos periodísticos que he publicado a lo largo de las décadas en el diario EL PAIS y en Enfoques.
Los números del Turismo están jugando rol principal en su aceptación ciudadana, primera entre sus pares, con señalada aprobación y apoyo periodístico de los diferentes medios, salvo en aquellos que, fuera de libreto, todo lo discuten y todo lo critican.
No debe obviarse, y sí reconocerse, el papel protagónico desempeñado por el Presidente Macri en lo que atañe a la recomposición integral de las relaciones turísticas de la Argentina con el Uruguay.
Los números del Turismo le sonríen hoy a Liliam Kechichián, aún teniendo en cuenta la razón que puedan tener aquellos que profundizan en el tema pretendiendo determinar, adjunto, el sexo de los ángeles.
En el Frente Amplio, por lo que puede atisbarse, no podrá encontrarse otra figura femenina de mayor destaque para acompañar la fórmula presidencial.
Además, Kechichián, al igual que otras figuras del Frente Líber Seregni, como Nin Novoa o Lescano, no precisan continuar como aliados en ese grupo de Asamblea Uruguay que, con los Danilo Astori, los Javier Chá y los Pintado, han mutado a constituirse en insoportable lastre, cada vez mayor para cualquier opción política...
Kechichián, hoy, no tiene contrincante; al menos a la vista.
Ricardo Garzón
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