Mientras el clima se lanza como un azote sobre la vida de amplios sectores de la población y se complica gravemente la producción agrícola y pecuaria, desde la triste tatucera de la Oficina del Pepe, OPP (viejo organismo de Planeamiento y Presupuesto) claman por ¡más impuestos! Es poca la energía vital extraída a la nación con monumentales gabelas para destruir la enseñanza, hacer del territorio nacional campo de orégano para el delito, designar 40 mil empleados públicos más durante esta década perdida de bonanza sin igual, con negociados liderados por Pluna y ausencia absoluta de obras públicas relevantes, como carreteras en una cartera cuyo icono es un coqueto "bulín".
Y en medio de este desorden, nuestra consistencia internacional e institucional elaborada por sucesivas generaciones patrias, ha permitido que la anarquía oficialista pase disimulada. Mientras tanto, frívolamente el presidente del Banco República -penalmente procesado por manejos de una supina irregularidad e ilicitud- y la presidenta de Antel, patrocinadora del fútbol, la vuelta ciclista, el Carnaval y cuanto se le ocurra en un despilfarro propagandístico sin precedentes, pretenden construir una nueva sede para el banco y que hagamos un circo gigante, cada uno de los cuales costaría a Juan Pueblo la módica suma de 50 millones de dólares. ¿Por qué los "tatuceros" no meten el diente allí y dejan tranquila a la producción, a la industria, al trabajo, verbos que no saben conjugar desde las placideces de la burocracia, y paran la mano con los jubilados a los que bajaron sus retiros y el consumo?
En una república en la que se acuerdan en secreto beneficios fiscales y prebendas a las hasta ayer vilipendiadas corporaciones multinacionales, al tiempo que se pega a las empresas mejores de la agropecuaria nacional, y en la que sin el visto bueno de las autoridades del medio ambiente se quiere entregar un pedazo de tierra de volumen impredecible para la minería a cielo abierto a una multinacional patrocinada desde el partido "socialista", lo que en lenguaje de nuestra "diplomacia", está podrido es nuestra política -¿"polítika"?- exterior. Transformada la carrera diplomática en un refugio de amigotes politiqueros a los que no se les exige ni que sepan hablar inglés, su concubinato con el Ministerio de Economía y Finanzas, léase Astori y Cía., ha sembrado en el país la destrucción de la inversión inmobiliaria extranjera y el fin para siempre de, entre otras cosas, Punta del Este como balneario de convocatoria internacional.
Bajo presión del corruptísimo gobierno argentino de los "K" y de la OCDE, en la que mandan países que controlan a los principales paraísos fiscales del mundo, el acuerdo de información financiera y tributaria firmado con los gobernantes argentinos, que cotidianamente declara ante juzgados penales, ha sido un suicidio para el país. No habrá ni ministro de turismo, ni emprendedores, ni inmobiliarios, ni eficientes restoranes, ni hoteles, etc., que puedan sobrevivir a la situación creada por el Frente Amplio. Con alegría la prensa argentina viene divulgando que a los argentinos para hacer transferencias a los bancos uruguayos por sumas de cinco mil dólares o más, deberán presentar certificados de estar al día en el pago de impuestos. Y que si se traen diez mil dólares o más, tienen que presentar a los bancos uruguayos certificado de Aduanas constatando traer dicha suma. ¡Adiós Uruguay! ¡Vivan Paraguay y Miami!

• El PIT CNT (ya en la antesala de su tercer caso de corrupción) junto a la ominosa y castrista Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay –FEUU- acaban de poner a los que realmente estudian y trabajan ante la mayor vergüenza de los últimos 50 años, tras su tendencioso e incalificable pronunciamiento sobre la crisis venezolana.
  
• Estar alineados 100% con el chavismo a nivel sindical, académico y gubernamental es una pésima imagen cultural, política y turística para cualquier país.

No es noticia que el gremialismo estudiantil y laboral hace 55 años que está al servicio estricto de La Habana, con honrosas y raras excepciones, como hace pocas horas lo hizo cínicamente evidente…
Tampoco es novedad que, así se fueran,  Maduro y sus secuaces, hoy de Venezuela, el daño hecho por estos impresentables en estos 13 años a la vida institucional del país caribeño -antes de ellos, afectado por una clase dirigente indolente , holgazana y corrupta, es verdad- puede tardar varias décadas en cicatrizar. Más de lo que imaginamos.
Al fin y al cabo, el daño hecho por el peronismo inicial en una década a una sociedad bastante más culta y desarrollada como la Argentina, se extendió por más de 55 años posteriores a su derrocamiento ,en 1955….( y sigue!).
No obstante, la gravedad de la situación planteada en Venezuela a nivel humanitario, social y geopolítico, hubieran hecho pensar que, en una sociedad moderada y conciliadora como queremos creer que somos los uruguayos, aún los cuestionados simpatizantes -cada día con menos y más pobres argumentos- del chavismo,  buscarían una declaración apaciguadora, aún sin renunciar a sus equivocados puntos de vista.
Algo, aunque tendencioso, más o menos prudente, no precisamente obsecuente y provocador como son los comunicados emitidos por estas organizaciones, al fin y al cabo, marxistas (aunque Marx nunca pensó en una revolución latinoamericana y despreciaba profundamente a Bolívar…)
Lo suficientemente prudente como para no insistir en repetir los lugares comunes, como aquel que usa el término “fascista” con una frivolidad lindante en el analfabetismo político, o en la más profunda subestimación del público que leerá esos disparates.
Prudente para no insistir en el tema del “imperialismo yanqui”, con la horrenda presencia de tropas cubanas en Venezuela, mientras el propio Maduro evalúa la presencia militar china en su país (que ,seguramente el gobierno asiático evitará o postergará ad aeternum…).
Y prudente para ni remotamente invitar a “movilizaciones” (como les gusta esa palabreja, o “proclamas”, “revolución”, y esas  pavadas así de rimbombantes…), con los ánimos crispados al respecto de la temática venezolana, aún en Uruguay, país que camina a la velocidad del sonido, a constituirse en una sociedad dividida, enfrentada e ingobernable. Ya tuvimos bastante con la presencia de connotados tupamaros históricos (Faravelli) y senderistas peruanos (Valderrama) como guardia de la embajada venezolana el sábado pasado ante una protesta… ¿Qué necesidad tienen estos sindicatos amarillos en echar más leña al fuego? ¿Quizá la de dinero mal habido caraqueño?
¿Cómo es que, por un milagro que convierte el agua en vinagre, los revoltosos estudiantes chilenos que demonizaron al gobierno de Piñera, en Chile, con disturbios día por medio, y hoy están sentados en escaños parlamentarios o regionales por el también estalinista Partido Comunista Chileno eran héroes y estos son “fascistas”?
Esos mismos revoltosos a los cuales la FEUU recibió hace algunos meses en Uruguay, en un congreso de estudiantes latinoamericanos marxistas (financiado por nuestras empresas públicas, burlándose de la ciudadanía) como próceres en un evento dirigido por un “estudiante” cubano, en realidad agente del temible G-2 de su país….
 Para algunos la unidad sindical y estudiantil -tan estimulada a fines de los “50 para que los grupos marxistas, con más “gimnasia militante” y, en la época,  medios económicos, peleasen confortablemente su hegemonía- fue un instrumento válido en 1985 y poco antes, durante la reinstitucionalización del país.
 Hoy día, transformadas definitivamente esas centrales en simples y obsoletos engranajes ideológicos, directa o indirectamente financiados por el Estado (donaciones constantes a una y otra….) o intereses oscuros, nuevamente foráneos, la posibilidad, y necesidad de que surjan agrupaciones estudiantiles, académicas o gremiales que asuman otro –o varios- signo/s político/s, se impone. Es deseable, urgente y lógico….
Es inherente a la salud de la democracia, máxime, cuando el comunismo y sus parientes más próximos no son ni democráticos ni liberales, aunque se pongan, a veces ,10 pieles de cordero….
Y no nos dejemos jamás, ni por asomo, ni por cortedad, ser tratados de “fascistas, neonazis, imperialistas”, ni ninguna de esas improcedentes y canallescas acusaciones, cada vez más frecuentes en bocas incalificables. Esos “matrimonios”, o “asociaciones”, desde el pacto Ribbentrop/Molotov, o antes (cuando Stalin prohibió a los comunistas alemanes aliarse, en 1933, con los socialdemócratas “burgueses”, facilitando la victoria parlamentaria y el mando a un Hitler que jamás ganó una elección) son típicos de los marxistas. ¡No de los liberales….! Hasta el antisemitismo hoy es mayoritariamente de izquierda…
Enfín, vuelvo a lo del título….
¡Basta de farsas e indignidades! ¡Y de tolerarlas sin más…!
Y tengamos claro (aunque sea por egoísmo), que a un país alineado con Caracas no llegan turistas ni inversores serios….Solo pillos, delirantes y oportunistas!

• ¿FATUAS Y ERRÓNEAS ARGUMENTACIONES DE LOS DRES. GONZALO FERNÁNDEZ Y AMADEO OTATTI , EN DEFENSA DE LOS IMPLICADOS?
  

Me llama poderosamente la atención, que dos expertos penalistas, como lo son el Dr. Fernández y el Dr. Otatti, intenten argumentar una defensa para los implicados (Calloia y Lorenzo) en base a pruebas erróneas.
El defensor de Calloia dijo que se trata de un informe del banco estatal que él mismo preside y en el que se expresa que la única empresa que solicitó el aval al Banco República fue Cosmo SL, por lo que no se benefició a esa empresa sobre ninguna otra.
TIENE RAZÓN FERNÁNDEZ Y A SU VEZ ESTÁ EQUIVOCADO. Por un lado dice que NO se benefició a Cosmos SL, y tiene razón, pues Cosmos NO se presentó a pedir el aval, ya que Calvo (el señor de la derecha) cuando se presentó en el BROU, luego de la llamada de las 11 horas y 52 minutos de Lorenzo a Calloia, NO tenía representación alguna de Cosmo SL. Por lo tanto mal se pudo beneficiar o perjudicar a la empresa si Calvo NO la representaba.
El BROU y Calloia beneficiaron al señor de la derecha. NO beneficiaron a ninguna empresa, solo perjudicaron al BROU y al Estado, o sea a todos nosotros.
A cualquier persona que va a gestionar, una cuenta en el almacén, un teléfono, la luz, la apertura de una caja de ahorro o un aval por casi 14 millones de dólares, en nombre de una empresa, lo primero que se le exige es que demuestre que es el representante de esa empresa.
TAMBIÉN SE SUBE AL CARRO EL DR. OTATTI Y SE EQUIVOCA. Otatti, que no quiso dar muchos datos sobre la estrategia de su defensa, declaró ayer que ese documento "es una prueba trascendente", y agregó que el banco "está en condiciones de proporcionar elementos que a juicio de quienes lo van a presentar están demostrando que algunas de las apreciaciones que hizo el fiscal no son enteramente exactas".
Añadió que si bien el documento pertenece a la defensa de Fernando Calloia beneficiará también a Lorenzo, quien quedaría amparado en el mismo argumento, ya que al tratarse de una sola empresa pidiendo el aval económico, no se privilegió a una en detrimento de otras.
Le pregunto al Dr. Fernández, al Dr. Otatti y al Cdor. Calloia: ¿Calvo (el señor de la derecha) tenía la representación de Cosmo SL el 1 de octubre de 2012 cuando se presentó en el BROU a gestionar el Aval por casi 14 millones de dólares? ¿En que fecha se presentó la representación de Cosmo SL al Sr. Calvo? ¿Habrá sido el día en que el Secretario de la Presidencia, Dr. Guerrero, un mes después del otorgamiento del aval, visitó al señor López Mena en sus oficinas del puerto?
El pequeño hombre de traje azul ingresó al banco el mismo día se le adjudicó el aval, lógicamente si era “amigazo” del “mimado ” del presidente como le iban a pedir documentación que avalara su representación de la empresa “COSMO” o carta de referencia; además el “simulador” actuaba “con total responsabilidad e idoneidad...”
Lo que llama la atención en todo esto es que la Justicia, que la sabemos experta y seria, no decretara, junto con la constitucionalidad delito de "abuso de funciones", que se le practicara pericia psiquiátrica al Presidente y al resto del gabinete y jerarcas que participaron en este “simulacro”, y simultáneamente se citara en calidad de "indagados" al presidente Mujica, por supuesto autor intelectual de estas maniobras, al vice presidente Astori, y al Ministro Pintado por pretender inducir a error a la Justicia y a la población.
Hasta quizá, si se profundiza en el tema, se les podría tipificar el delito de "Asociación Ilícita para Delinquir", sin perjuicio del planteamiento de Juicio Político para todos ellos, en especial al presidente como posible autor intelectual de la maniobra, por parte de la oposición.

Es muy probable que en la próxima campaña electoral del Frente Amplio le ofrezcan al ciudadano gobernar mejor, hacer lo que no hicieron en diez años, alcanzar mejores resultados y culpen hasta sus ineptitudes, malas gestiones, manos en la lata, inconstitucionalidades, soberbias, autismos, etc., a la llamada herencia maldita.
Si miramos la gestión de los diferentes ministerios vamos a llegar a la conclusión de que nuestro gobierno es un caos y el país se encuentra en la anarquía del desquicio.
Empecemos por cualquiera, el de Relaciones Exteriores. Desde el 2005 Vázquez primero y desde 2010 Mujica después no han hecho otra cosa que arrodillarse y suplicar, sin ningún resultado positivo a la vista, a la Reina del Plata, dejando al productor, industrial, comerciante y empleado uruguayo en las peores condiciones de la historia de las relaciones entre Uruguay y Argentina.. La máxima fue que lo “político estaba por encima de lo jurídico” y así nos va. Abrimos consulados, embajadas en cualquier país de pensamiento progresista y mandamos embajadores itinerantes a pasear por el mundo. El comercio con Venezuela pasa por desconocidas manos no oficiales y el cobro de las ventas llega tarde y mal al cash flow del empresario. Brasil siempre con sus propias barreras y al Paraguay traicionado lo dejaron solito.
La inversión en infraestructura vial a cargo del Ministerio de Transporte y Obras Públicas ha sido mínima. Las rutas nacionales deterioradas. Sin embargo, el ministro gasta las joyas de la abuela en un nuevo despacho lujurioso para recibir a sus asesores y amigos –algunos detrás de rejas y otros no-. Del ferrocarril, de una flota fluvial, de una nueva aerolínea, de reparar escuelas y liceos públicos, construir hospitales y demás convenios, NADA.
En materia de seguridad, todo sigue igual a pesar del increíble alto gasto público con que se gestiona el desorden en cada ciudad o pueblo del Uruguay. Defensa no puede controlar las pistas y matutes de la droga, sin embargo realiza compras de equipos informáticos – como decía Magurno – “a los amigos de la casa”. “La libertad sin orden no es libertad”
Vivienda ha olvidado realizar un plan para atender la demanda deficitaria de nuevas unidades habitacionales. Si bien al Dr. Sanguinetti le decían “el hornero” por construir con el `pico al tándem Vázquez-Mujica le pondrán “la carpa”, sólo para inundaciones.
Salud, cada día ofrece peores servicios a los ciudadanos. Para recibir lo justo de un tratamiento hay que judicializar el pedido y ya llega al límite de la vergüenza nacional, los días y horas que hay que estar para ser atendido por una operación o un especialista. Basta recorrer los hospitales públicos para ver en que se han convertido ahora sin Ministro extranjero.
Enseñanza, ojalá las clases comiencen normalmente, cosa que dudo. Si no se enfrenta el desafío de recuperar los años perdidos con conocimiento, 2005-2014 será el período donde miles de jóvenes uruguayos fueran sometidos a la más vil ignorancia progresista con el propósito de ofrecer empleos públicos de bajo nivel que aseguren elección a elección una base de votantes.
Economía, ya lo anticipamos la semana pasada con el “Año del Tsunami” donde nadie escapará de sus consecuencias de una política económica errática y despilfarradora para los intereses de los dirigentes políticos de cada facción frenteamplista en la obtención de apoyos electorales.
Turismo y Deportes, simplemente no existe. Sólo para inaugurar cenas, almuerzos o eventos sin trascendencia alguna. Ni hablar de los monopolios estatales que se encuentran abroquelados para ya no para dar un servicio o producto de excelencia sino para usar los recursos del pueblo en también beneficios electorales.
La prosperidad será muy difícil de alcanzar si no se proyecta una transformación de la sociedad que empiece a producir y a exportar bienes y servicios con alto valor agregado y elevado contenido tecnológico y cada ministerio, monopolio u oficina del Estado no asuma un compromiso patriótico de alcanzar los más altos índices en cada materia.
Para ello se requiere un gobierno de gente honesta que sueñe con un gran país solidario e inclusivo con sus habitantes y con el resto del mundo.

Es una realidad que hoy el mundo se mueve entre bloques. Distintos países se unieron en bloques por afinidades de diversa índole,  comunes,  a fin de defender sus intereses económicos y comerciales. Uruguay no estuvo ajeno a ello y en 1994 se unió a través del tratado de Asunción al organismo de integración denominado Mercosur.
El mismo tenía como fin crear un mercado común entre los 4 países fundadores, a través de mecanismos como las uniones aduaneras, el establecimiento de un arancel externo común, la coordinación de políticas macroeconómicas, y de normativa en general.
Los objetivos establecidos, hoy en 2014 poco de ellos se cumplen. Unión aduanera, basta cruzar la frontera para observar que se está muy lejos aún. Arancel externo, existe sí, que beneficia a los socios mayores exclusivamente. Coordinación de políticas macroeconómicas, los hechos desde 1999 -año de la devaluación en Brasil-, pasando por el default argentino, y terminando en las últimas medidas restrictivas al comercio y a la libre circulación de bienes y servicios por parte del mismo país, muestran a las claras que en los hechos no se cumple. Tampoco se cumple con el espíritu del Mercosur que es la de establecer un mercado común y en el mercado común una de las primeras cosas que no deben existir  son los impedimentos a la libre circulación de bienes y factores productivos.
Es claro que la política exterior en estos años se ha llevado en forma poco profesional, por ser generosos, y ha ocasionado la pérdida por parte del país de posiciones a nivel del órgano de integración. A su vez lo ha dejado atado a una especie de corsé que le impide  desarrollarse en otras aéreas u otras realidades. Por un lado se lo desprecia y ningunea como miembro pero por otra parte no se desea que se vaya, situación paradójicamente extraña por cierto. Sobran los ejemplos en el mundo de países  que, siendo aun más pequeños y con menos recursos que el nuestro, han logrado la prosperidad para sus habitantes direccionando su política de alianzas en forma diferente a la que hacemos nosotros a través del  Mercosur.  Hay que separar bien lo que pueden ser las alianzas políticas, de las alianzas comerciales. La mercadería y las empresas que las fabrican,  en definitiva no tienen color político ni ideologías.
Lo deseable entonces para Uruguay es lograr acuerdos comerciales de libre comercio, con la mayor cantidad de países del mundo. Para ello se deberá  contar con un vasto número de negociadores bien preparados con  buen conocimiento en el área específica en que trabajarán, con dominio de uno o varios idiomas. Buscaría primero dentro del Estado y luego fuera de él.  Con instrucciones pocas pero claras, que deberían ser la de obtener como objetivo la mayor desgravación del universo de productos de la otra parte que más nos interese, y obteniendo facilidades para el intercambio de la mercadería.  Ya sabemos que de nada sirve tener un arancel cero, si por otra parte se nos dificulta día a día el cruce por la frontera con innumerables trabas de tipo administrativo. Este cambio de orientación determinará cambios en el Mercosur. Ya sea porque todos los miembros se sinceren y flexibilicen las obligaciones en él existentes o que nosotros unilateralmente propongamos el cambio de status y en lugar de país con plenos derechos pasemos a la calidad de asociado y firmemos un TLC con él.
Se debe disminuir unilateralmente los recargos a la importación, unificando y eliminando tributos innecesarios. Un solo TLC no será la panacea ni la solución a todos nuestros problemas,  pero abrirá un mercado y por la sumatoria abrir muchos mercados sin quedarnos atados a lo que es la faja del Mercosur.
Dentro del plan de aumentar los TLC está a mi entender la de unirnos al bloque  de la Alianza del Pacifico. Sin dudas la más moderna e innovadora estrategia de varios países latinoamericanos para negociar con el otro lado del Pacífico. Hay un hecho incontrastable, China es hoy una de las economías más poderosas del mundo, con carencias alimentarias y dinero para superarla. Y  no solo dicho gigante asiático sino muchos otros países del área con numerosa población hoy demandan más bienes. Nosotros vendemos sustancialmente alimentos. Entonces hay que ir donde está el comprador. Tal vez no nos compren lo más sofisticado y caro pero de seguro comprarán todo aquello que nadie nos compre, como pasaba con la otrora Unión Soviética.  Pero atención, no nos debemos quedar en ello. Cada día más se nos exigirá mayor calidad en los bienes que vendemos, calidad y precio son dos buenas combinaciones para el éxito. Procurar incentivos a la exportación de los bienes, ya sea usando instrumentos directos y otros indirectos.            
Fomentar la inversión en empresas que produzcan bienes de alto valor agregado, llámese a ello medicamentos, hardware, equipos medios, robótica, etc. Empresas de ese tipo que no se fijarán en Uruguay como un gran mercado para producir para el mercado interno, sino a un país estratégicamente ubicado en América Latina con facilidad para el ingreso a varios destinos mundiales.
Uruguay carece, por su población, de un gran mercado interno, pero eso que puede ser una contra debe verse como un potencial positivo para tener más saldos exportables para abastecer al mundo. Debemos amigarnos comercialmente con el mundo y así mejorará nuestra riqueza, nuestro producto, y podremos ofrecer una mejor redistribución legitima, y no de dádivas.

Desde que tuvimos la desgracia, hace ocho años, que asumiera el gobierno del Frente Amplio, nuestra sociedad ha sufrido un deterioro, nunca imaginado. Conductas, valores, actitudes, de las cuales nos sentíamos tan orgullosos y por las cuales muchos países nos admiraban, hoy están obsoletas y utilizando el léxico de nuestro presidente, el que sigue aplicándolas “es un nabo”.
Quienes estudian las conductas, muchos de los cuales son de izquierda, inventan teorías disparatadas para justificar esto, pues no quieren reconocer que es un reflejo de las actitudes de quienes nos gobiernan. Todos desde chicos aprendemos a comportarnos en base a lo que observamos de nuestros padres y del resto de la sociedad, por lo tanto el pésimo ejemplo que tenemos de muchos de nuestros gobernantes, los cuales cuentan con profusos antecedentes penales por todas las fechorías cometidas. Hoy en día hasta un detenido en el Comcar o el Penal de Libertad, tiene la esperanza de llegar a ser presidente, lo único que precisa es hacerse el campechano y tener un poco de labia. Qué hizo o dejó de hacer no interesa.
Hoy el Uruguay es el país del “vale todo”, y esto lo vemos a diario. Ya no hay respeto por nada, ni por nadie. Los hijos matan a sus padres para robarles dinero y comprar droga; los maestros son amenazados por los padres de los alumnos, para que a pesar que no concurren a clase no les pongan falta y así cobrar la asignación familiar y el colmo de esto es cuando la policía tiene que retirarse de un partido clásico, protegida por los jefes de la barra brava de Peñarol, apadrinada ésta por una conocida legisladora del Frente Amplio. Nos hacemos los avanzados y aprobamos una ley de faltas, que entre otras cosas prohibe el utilizar los espacios pùblicos como camping. Sin embargo basta pasar por la calle Convención entre Cerro Largo y Paysandú y por Paysandú entre Convención y Rio Branco, para observar un monton de vagos durmiendo, haciendo sus necesidades y causando mugre por doquier, sin que nadie haga nada en absoluto.
Ya ni siquiera tenemos derecho a descansar, pues en Punta del Este un grupo de vecinos reclamó por los desórdenes en el puerto, que provoca todo tipo de destrozos, sin embargo la policía dijo que no podría actuar, pues no sabía cómo podían reaccionar los causantes de esto. Dentro de poco le tendrán que pedir permiso a los delincuentes, para detenerlos, no sea cosa que demanden al estado.
A todo esto tenemos que sumarle al Sr. Olesker que al frente del Ministerio de Desarrollo Social, que no es otra cosa que un comité de base, pues allí no sólo son contratadas ONGS afines al gobierno, sino que además regalamos plata para convertir la vagancia en una actitud. Habría para escribir un libro al respecto, pero no quiero abusar de la buena disposición de quienes me permiten publicar esto.
Si Ud. quiere que nuestro país siga este proceso de deterioro, vote por el amigo del Goyo Alvarez; el Dr. Tabaré Vàzquez (acomodado por la dictadura), si quiere que esto cambie y volvamos a ser los de antes, el Partido Nacional está esperando su apoyo y le aseguro que no se verá defraudado. No se deje engañar por quienes tratan de asociar candidatos actuales, con otros que ya fueron y pudieron haber cometido algún error.

• “¿Maquillando los ‘ya’ para que parezcan ‘todavía’? Quino
  

Cada día, la repercusión y el apoyo a la marcha cívica convocada para el jueves 13 de marzo en todo el país crecen a pasos agigantados. Las razones para ello no pueden ser más obvias: la ciudadanía está harta de tantos disparates y el país continúa hundiéndose en la ciénaga del narcotráfico, con la inseguridad como subproducto más evidente, la inflación galopante y, ahora, el fantasma del desempleo. Que todos esos males provengan de la descarada y genocida corrupción del régimen que nos gobierna obliga a la unificación de las consignas, para evitar la dispersión en los reclamos que tanto afectó a las masivas manifestaciones del último año.
Las expresiones de la nerviosssha y chabacana Presidente, en la cadena nacional del miércoles no dejan lugar a dudas. Una vez más, identificó a su gobierno con la Patria, y denunció a una nueva sinarquía que, al intentar destituirla, destruiría a la Nación misma. Reitero que, sin formar parte de ningún complot, soy constitucionalmente destituyente, es decir, pretendo que funcionen los mecanismos previstos en la Carta Magna para que esta señora abandone su función, ante la manifiesta incapacidad para desempeñar la función que la ley le encomienda, y la cuenta de esta fiesta la paguen ella y sus cómplices de todo pelaje, pero desde la cárcel.
Se la volvió a ver, y a escuchar, con la belicosidad que sólo puede provocar la certidumbre del aislamiento y de la soledad en que su proyecto se debate; desde el atril, y entre otras barbaridades, “escrachó” otra vez a varios particulares y, en especial, a Alfredo Coto, confirmando aquella vieja máxima que reza: “Roma no paga traidores”. La foto del supermercadista, hace pocos meses, acompañando a la plana mayor del Gobierno en el apriete a sus colegas, debe hoy ser motivo de llanto y arrepentimiento para el empresario que, cómplice, pretendió navegar en las procelosas aguas del oficialismo. La semana terminó con los militantes rentados (con dinero de la ex SIDE) de Quebracho, con capuchas y palos, agrediendo a Shell y a otros comercios, en un remedo de la Venezuela cotidiana.
En una sesgada lectura de dichos de Miguel Bein, uno de los economistas más cercanos al Gobierno, y hablando sólo para sus incondicionales, la Presidente intentó encontrar la ratificación de sus más absurdas teorías conspirativas, olvidando que aquél, hoy asesor de Lancha Scioli, también afirma que la Argentina entrará en recesión –o sea, estanflación- este mismo año.
De la actitud de doña Cristina se desprende que, más allá de las reflexiones que puede provocar su aceptación en el Frente Renovador, encabezado por el ahora Diputado Sergio Massa, la deserción de Raúl Othacehé, señor feudal y mafioso del Partido de Merlo, ha golpeado al kirchnerismo en su costado más sensible, ya que confirma el alejamiento del PJ del Frente para la Qué, que hoy sólo puede refugiarse en su núcleo más duro, es decir, en los “jóvenes para la liberación” que, sin embargo y como bien señalara Jorge Asís, son incapaces de llenar siquiera la Plaza de Mayo y deben recluirse en el pequeño ámbito del Patio de las Palmeras.
La reacción de la Justicia, que ha puesto a funcionar su nariz y que, con ella, ha detectado el olor a putrefacción que emana de la Casa Rosada, se comprueba, finalmente, con el pedido de indagatoria a Guita-rrita y sus cómplices menores –los verdaderos autores esperarán, para recorrer el mismo camino, el fin de ciclo- y con la imputación penal al Mudo Scocimarro y a Abalito, que pasaron a engrosar la lista de funcionarios K que terminarán en prisión, por mucho que haga el Gobierno para cubrir vacantes en el fuero penal federal o para hacer desaparecer las pruebas, como hizo Giles Carbó con la oficina del Fiscal Campagnoli; olvida que, más temprano que tarde, estos mismos prohijados de hoy serán los primeros en volverse en su contra cuando su poder haya desaparecido. 
Por su parte, el lapidario y unánime informe de la Auditoría General de la Nación –recuerde que está integrada por igual por opositores y oficialistas- vuelve a poner sobre el tapete al escándalo de “Sueños Compartidos” y a revolcar en el barro a la inefable Hebe de Bonafini y a los hermanos Schoklender; la cerrada e increíble defensa que el Coqui hizo de esos verdaderos próceres argentinos demuestra, a las claras, cuanta complicidad indispensable hubo entre ellos y los funcionarios públicos que debían controlar -y no compartir, como lo hicieron- las millonarias sumas involucradas. 
El nuevo índice de precios, ahora IPC-UN, que anunció el Bambino Kiciloff, mal acompañado por los grandes falsificadores de las estadísticas oficiales desde hace siete años, arrojó un aumento de 3,7% en enero con relación a diciembre; esa confesión constituyó el último jirón que el Gobierno tuvo que vender cuando la realidad se impuso, de mala manera y definitivamente, al “relato”. Ese incremento, comparable a la inflación de algunos países vecinos para todo el año, tendrá importantes consecuencias inmediatas. Repercutirá, sin dudas, en las paritarias que se avecinan y en los índices de crecimiento del PBI, de la recaudación impositiva y de la pobreza y la indigencia, pese a que el costo de las canastas básica y familiar hayan dejado de publicarse. 
Celebro que el Gobierno haya comenzado a sincerar la economía, como ya lo había hecho con la devaluación y la suba enorme en las tasas de interés, pero lamento que esta medida no haya sido acompañada de anuncios concretos en materia de reducción del gasto público, o en corregir las distorsiones en las tarifas y en los precios. Tampoco evitó que implicara una nueva desmentida al ridículo Coqui, que tan suelto de cuerpo había calificado como “un recontra-mamarracho” a la información difundida desde el Congreso al respecto, que había dado 4,6% para el mismo período.
Doña Cristina, que está aplicando el más ortodoxo de los ajustes mientras finge encarnar una revolución, continuadora de la que intentaron los “jóvenes idalistas”, en su agasajo en enero al vetusto Fidel Castro en La Habana, olvidó que el régimen que todavía comanda el barbado ha condenado a la más abyecta miseria a generaciones enteras de cubanos y, sobre todo, el enorme daño que, en los 70’s, causó a nuestro país y a tantas democracias latinoamericanas. Ahora, con el desmedido apoyo que el ex Twitterman brindó al Pajarico Chiquitico que, de gran destructor de la economía venezolana, se ha convertido en un tirano, capaz de mandar a sus parapoliciales a asesinar a estudiantes descontentos, terminó de sacarse su falsa careta de defensora de los derechos humanos; éstos sólo valen para los amigos mientras que, a los “enemigos, ni Justicia”. (¿Recuerda esta frase?)
La Presidente, aparentemente, se tomará una semana más de vacaciones en “su lugar en el mundo”, para festejar su cumpleaños; ruego a Dios, contra toda esperanza, que aproveche ese período para reflexionar acerca de cómo será la página que ocupará en la historia de la Argentina. Sólo depende de ella y, si cambia de políticas, de estilos y, sobre todo, de colaboradores, convocando a los mejores de nosotros a la tarea de la recuperación, no dudo que todos estaremos para acompañarla, sin que ello implique olvido alguno por los hechos de corrupción y de enriquecimiento inexplicable del pasado reciente.

Las señales siguen confirmando el rumbo. El gobierno de Argentina se esmera en esto de ganar tiempo y hacer de esta actitud, una absoluta política de fondo. En realidad, ese es justamente su gran plan en marcha.
El oficialismo solo pretende concluir el actual mandato constitucional con el menor daño político posible. No le interesa, en lo más mínimo, los padecimientos por los que la sociedad deba transitar, ni mucho menos aún, lograr los objetivos que recita en ese relato retorcido que ha fabricado con dedicación y que se ha convertido en su propio callejón sin salida.
En el mientras tanto, intentará negociar las mejores condiciones de impunidad para la mayor cantidad de integrantes de su tropa partidaria y si complementariamente puede producir un milagro político, pondrán empeño para promover al candidato más amigable para sucederlos luego de esta etapa nefasta signada por la degradación moral.
Ya han demostrado que solo pueden conducir la nave con viento favorable y cuantiosos recursos. Se han ocupado de dilapidar una de las mejores oportunidades que ha tenido este país en su breve historia como nación.
Las decisiones que toman a diario tienen una sola dirección. Ellos NO harán absolutamente nada para resolver los problemas reales, las verdaderas cuestiones de fondo. No saben como, o simplemente no quieren hacerlo. Las soluciones disponibles no son de su agrado porque han resuelto no hacer el trabajo duro. No tienen el coraje necesario para enfrentar esa determinación, ni el valor político suficiente para hacerse cargo de las consecuencias esperables de lo que han engendrado durante años.
Sus energías están puestas en el arte de disimularlo todo. Por cada decisión que deben tomar, invierten abundante cantidad de horas y dinero en diseñar argumentos que los justifiquen. La labor consiste en delinear un discurso aceptablemente verosímil, que logre esconder la verdad y encontrar a los culpables de lo que está ocurriendo.
La oposición también necesita de tiempo. Está desorientada y no tiene las soluciones a la mano, ni siquiera ha logrado construir un proyecto político capaz de enfrentar con dignidad al inmenso e inescrupuloso aparato estatal con el que cuenta el oficialismo para la próxima batalla electoral.
De ese lado del mostrador, una dirigencia sin principios, mezquina por convicción, que cuida sus negocios domésticos y que hace de la disputa interna su centro de interés, no encuentra los caminos para encontrar acuerdos elementales que garanticen al menos un poco de institucionalidad, cierta sensatez y un horizonte con algunos parámetros definidos.
Lo paradójico de esta etapa, es que muchos ciudadanos, demasiados tal vez, prefieren este desenlace lento que propone el oficialismo y le resulta incluso funcional a la oposición. Es probable que eso explique, en parte, la crueldad de este proceso político. Los "representantes del pueblo", después de todo, se parecen bastante a los representados.
Dicho de otro modo, los votantes, los que seleccionan a los políticos de turno, no están dispuestos a asumir los errores como propios, ni tampoco los evidentes desaciertos electorales, ni mucho menos admitir que su mirada política errónea es la que explica, en buena medida, el presente.
La sociedad no es la que instruye a ciertos funcionarios para que se corrompan y administren las arcas públicas como si fueran suyas y se tratara de un botín. Pero es justo decir que lo estructural de este fenómeno es la consecuencia inexorable del conjunto de ideas que defiende una ciudadanía contradictoria que sigue creyendo en la utopía del Estado honesto y eficiente, cuando abundan pruebas que demuestran exactamente lo contrario. Es la gente la que fomenta la existencia de un Estado grande, omnipresente y controlador, ingrediente vital de la descomposición actual.
Una inmensa mayoría de personas están enojadas con lo que pasa, pero en algún punto, prefieren este sinuoso sendero, que ofrece una medicina amarga, como parte de un tratamiento prolongado que tampoco curará la enfermedad sino que solo atacará parcialmente los síntomas. Se acepta sin euforia y con resignación, este tipo de alivios porque resulta menos desagradable, en el corto plazo, que el duro sobresalto que en realidad se merece una sociedad que ha vivido equivocada desde hace décadas.
Las malas noticias nunca son bienvenidas. Nadie quiere un fuerte impacto, pero no menos cierto es que esta visión de posponer el trance sistemáticamente, solo aleja las soluciones reales y pone mayor distancia del anhelado desarrollo y progreso sobre el que tanto se declama.
El futuro tiene preparado algo mejor. Pero esta es una decisión que se debe tomar con plena conciencia y resulta evidente que la ciudadanía no está lista para semejante esfuerzo. La dinámica de emparcharlo todo, solo postergará el final de esta brutal etapa que ha anestesiado a la gente, haciendo que la prosperidad deba esperar mansamente su turno.
El dilema de esta nación está a la vista. Y su preferencia también. Ningún actor social, mucho menos en la política, tiene la más mínima intención de enfrentar los problemas como corresponde. Eso solo la muestra la irresponsabilidad de una sociedad que pretende que la realidad se acomode a sus deseos, sin terminar de comprender que transita este momento difícil porque ha hecho los méritos más que suficientes para estar en el lugar en que está. Por ahora, es indudable que existe consenso tácito para prolongar la agonía.