Edición Nro. 2434 - Punta del Este / Uruguay
enfoques 5 de diciembre de 2025
 
 
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Javier Bonilla
40 años sin intendente
Montevideo colapsada, sucia y endeudándose sin sentido
  • Este debe ser el único caso en el mundo de ciudad capital que sigue eligiendo al mismo partido político que, desde 1990, la está hundiendo, y ya de forma exponencial.

Entiéndase: fue, digamos , bastante natural ,que, ante alguna historia mal contada de hormiguitas azucareras y las dificultades quizá no tan municipales de la transición, una Montevideo,la cual concentra una cantidad y porcentaje máximo de empleados públicos, bancarios, sindicatos, jóvenes disconformes e izquierdas, hubiera elegido intendente a Tabaré Vázquez.
Si bien, entre los escándalos generados (Casinos, Turismo,etc.), la no  disminución de los asentamientos, así como que el Centro, Cordón y Ciudad Vieja -entonces entregado al 26 de Marzo- comenzaron a degradarse en forma evidente las expectativas -razonables, dada su imagen en ese momento- en la candidatura de Mariano Arana, resultaron en la continuidad del Frente Amplio en Montevideo. Ni tuvimos los prometidos cisnes en el Pantanoso, ni Melilla se transformó en Aeroparque y, felizmente, no abrimos un banco municipal.
Para no parecer intolerante -aunque su gobierno no fue exitoso, prolijo ni impoluto- supongamos que Arana hubiese, realmente, precisado un período más para plasmar sus ideas en la gestión municipal, y así obtuvo su reelección. A partir de la misma , crecientes escándalos mediante (desde apertura de sobres de seudónimos en concursos artísticos o firmar aumentos salariales difícilmente cumplibles hasta los casinos que daban pérdidas y la salvación del procesamiento, por ello, de María Julia in extremis), no se justifica la loca reelección del Frente Amplio en Montevideo. A no ser por fanatismo y una irracional actitud, tipo adhesión  religiosa, del insufrible zurdaje capitalino. Tampoco los Partidos Tradicionales y afines se movieron inteligentemente. Ni en la reforma constitucional,en la que olvidaron -inepta, corrupta o inexplicablemente- la prometida candidatura única municipal o el ballotage local. Tampoco hubo inteligencia en las candidaturas. Ni para ceñir a Bordaberry, tras un apreciable resultado electoral, a incentivar su perfil municipal y permanecer en ese rol, ni para proponer opciones casi supra partidarias, como hubiera sido el Cr. Enrique Iglesias (con la proyección y los contactos en el exterior como para atraer inversiones y planes varios para la ciudad). Recuerdo alguna vez que lo sugerí en redes cómo me destrataron, ¡hasta blancos! Años después, el propio Iglesias declararía que ese era el único "debe" que le quedaba...
Así las cosas, la izquierda urbana siguió a sus anchas, poniendo y sacando heladeras. Si Erlich aún no se sabe a qué llegó y siquiera si gobernó el Palacio de Ladrillo, lo de la comunista Ana Olivera hubiera debido desbordar todos los vasos...
Entre haber impedido que Ferias de Valencia construyese, gratis para el contribuyente, en relación directa con el barrio y agregando un hotel, lo que hoy es el carísimo clavo Antel Arena (y el ingeniero Zorrilla decía que se le había pedido, en la época, una cometa de tres palos verdes!) o prohibir al grupo Eurnekian implementar un túnel expreso entre el Puente Carrasco y Tres Cruces por "clasista", había suficientes motivos para destitución por ineptitud. Sin embargo, aplauso, medalla y beso...
Luego vino Martínez, tras sus desastres - precursores de los de Sendic- en Ancap y en el gabinete. Otra venta de humo y otro páramo... Sigue aumentando la deuda! La mugre, continúa ganando por goleada...
Demostrando ya la decadencia moral del ciudadano montevideano- pésimo consumidor de productos políticos, además - sube la impresentable e inepta Carolina Cosse, beneficiada por falsas denuncias de acoso sexual ,contra su correligionário ( ma non troppo)  el Dr. Villar. Asume además , con una caterva en su gabinete y en sus asesorías, que dió miedo en la propia izquierda. Se politizaron aún más las dependencias municipales. Desde entregar el teatro Solís a la cantante que la ayuda en su campaña ( Malena Muyala) , o nombrar costoso asesor periodístico sin funciones claras a Gabriel Romano ,a transformar la ya sin sentido TV Ciudad en más comité de lo que era. Medidas delirantes ,como la de sacar las papeleras de las calles de una ciudad sucia, fueron aceptadas con ovina pasividad por el tonto montevideano, que además , fingió ignorar los containers de basura desbordados y el accionar del pichaje al respecto.La misma ovina tolerancia ante dudosos festivales musicales que costaron cientos de Miles de dólares. O antes el evidente colapso de las arcas municipales!
Así llegamos a Mario Bergara, que promete deshacer alguno de los mamarrachos heredados de su antecesora,a la cual la ignorancia del electorado ha elevado a una vicepresidencia , cada vez más ocupada por impresentables....Claro, don Bergara para gobernar,transa con los comunistas - aún legales aquí - y les va a apoyar la idiotez del llamado " impuesto a los ricos"...
En primer lugar ,nos va a poner nuevamente las papeleras. De pedir perdón,ni hablemos. Va a sacar a los ultras de TV Ciudad. De privatizarla ,nada...
Fuera de esas medidas cosméticas, volvemos a aterrorizarnos com algunas propuestas, por insuficientes ,sin sentido y carísimas . Tal lo del túnel céntrico para buses, después del caro, poco eficaz  y de lentísima construcción de Avenida Italia ...
Además de que el desahogo para el tránsito no será tanto( si los buses entran y sólo dos kilómetros, por algún lado complicado salen...) la deuda de 500 millones de dólares es, sencillamente y en un país más que endeudado, inadmisible y obscena.
Es preferible que, con cierta supervisión , entreguen la solución a las empresas de transporte urbano reunidas, a cambio de facilidades impositivas o de otra índole.
O que acuerden con las mismas ( en la prebendaria realidad local contra no se podría) la construcción de un metro, subterráneo o de superficie, que la capital pide a gritos!
Lo del suelo rocoso e imposible,ya es un mito, y se sabía hace mucho!  Avenida Italia, por otra parte, desde el entorno de Tres Cruces,hasta el Aeropuerto y el Shopping de la Costa, con algún pasaje elevado o subterráneo, perfectamente soporta un tranvía, que no debe significar ninguna dificultad estética. No lo es en Río, en Amsterdam, en Tenerife ( que cuenta con un excelente sistema de transporte y parcialmente gratuito para poca población). Tampoco es un problema el metro de superficie que une a Porto Alegre con Novo Hamburgo. O el metro elevado de Lima. No inventen, entonces! Que los planos de un metro subterráneo existen desde 1928! En ese entonces era previsto bajo 8 de octubre y hasta la Curva de Maroñas, lo cual hubiera hoy descongestionado y valorizado una arteria que desde Centenario hacia el Este va barranca abajo. Luego,se dice que ante proyectos franceses más amplios ,en 1956, la coima pedida por el gabinete municipal de la suiza de América fue tal, que salieron rajando. Después, en 1969, capitales británicos ofrecen al muy controvertido intendente Herrera construir una línea de 22 km. entre el aeropuerto y la Ciudad Vieja gratis, a cambio de la concesión a 99 años y tampoco pasó nada...
Hasta cuándo?
El tráfico,aún en una ciudad chica y en proceso de vaciamiento como Montevideo, autos chinos e indisciplina mediante , es un caos creciente, peligroso y enlentecedor, que atenta contra la ya decadente calidad de vida montevideana. Exige una solución urgente. No un parche carisimo y destinado a ser próximamente superado.
Está urbe también exige un adecuado procesamiento de los residuos ,y no un macro basural en línea con la pista principal de Carrasco , siempre arriesgando un accidente,y dónde el reciclaje proclamado por los contenedores exista  sea real,y no a cargo de decenas de hurgadores, otra  realidad capitalina , creciente,desgraciada y habitual.
Esta ciudad también precisa recuperar el centro ,a como de lugar. Y si hay que reprimir, correr gente de las calles, internar compulsivamente a los adictos o devolver a la cárcel a delincuentes,hay que hacerlo ya!
También, relevar la propiedad municipal y estatal desocupada y darle destino, ya sea en el mercado en unos casos, ya sea en proyectos para ayudar a familias meritorias en dificultades o para recuperar y reinsertar indigentes que tengan esa chance.
En resumen, Montevideo precisa un intendente. De verdad. Con condiciones y vocación!

 

Rafael Rubio
“El problema de la cultura y el clima organizacional”
“El hombre está programado de forma tan innata para la cultura que la necesita para ser completo. La cultura no es algo que sustituye al instinto, sino su extensión y complemento”. Mary Midgley
   
Una actitud es la forma coherente que respondemos ante personas, situaciones o cosas. Tiene una base cognitiva (creencia), que produce una emoción, que puede ser positiva (a favor de la creencia) o negativa (contraria a la misma), que culmina en una conducta. Sin emoción no hay conducta. Cuando las actitudes se comparten por la mayoría de los integrantes del grupo se transforma en cultura, en normas de comportamiento y valores compartidos entre los grupos de personas. Las normas de comportamiento constituyen formas de actuar comunes y persistentes que se observan en los grupos y que prevalecen porque los integrantes tienden a comportarse de una forma tal, que imparten y transmiten estas prácticas a sus miembros.   recompensando a quienes se adaptan a ellas y sancionando a quienes no lo hacen. Los valores compartidos constituyen creencias y objetivos que comparten la mayoría de las personas que componen un grupo, y tienden a orientar el comportamiento del mismo, prevaleciendo a lo largo del tiempo, incluso cuando los integrantes del grupo han cambiado. Cultura es la manera de hacer las cosas y de conocer e interpretar la realidad. Incluye al mundo simbólico que surge en la interacción y socialización dentro del grupo. Esto brinda a la cultura una estabilidad, y una relativa “fragilidad”, ya que depende de la interacción y la cognición de los propios individuos dentro del sistema.  Es en este sentido que la cultura está “anclada” en el sistema de interacción, en la estructura de la sociedad y sus prácticas de relacionamiento.
La cultura influye de manera poderosa sobre el comportamiento humano, resulta difícil de modificar, y su virtual indivisibilidad, torna dificultosa el enfrentarla de manera directa.
 Resulta más difícil de modificar el sistema de valores compartidos que son menos aparentes, que se dan por sentados en forma incuestionable porque están más profundamente arraigados en la cultura, que modificar las normas de comportamiento normal y otros aspectos más visibles de la cultura. Es importante tener presente que la cultura cumple funciones de “eficiencia” en la sociedad, permite comunicar como se han resuelto los problemas en el pasado o cómo es más eficiente para los individuos responder en función de las características de una sociedad, de su estructura, de sus incentivos, de sus prácticas de conducta, toma de decisiones, u otros sistemas.  
Estos principios y procedimientos perduran porque tienen un significado para los miembros del grupo. Ellos representan estrategias para sobrevivir, las cuales han funcionado en el pasado y que los miembros creen que funcionarán de nuevo en el futuro.
La cultura organizacional es el modelo de creencias compartidas y valores que dan sentido a los miembros de una organización y les proveen de reglas de conducta para su comportamiento.
La efectividad organizacional debe considerar como punto de partida que los valores, las creencias y los significados que fundamentan un sistema social, son la fuente primordial de una actividad motivada y coordinada. La efectividad o su falta, es función de los valores y las creencias inherentes a los miembros de la organización. Los valores específicos y el acuerdo sobre ellos, influyen en la efectividad. Así, las creencias sólidamente mantenidas, una sensación de misión o la consistencia que viene de un conjunto de creencias y valores compartidos, ofrecen una base fundamental para la acción coordinada dentro de la organización. Se ha sostenido “que es muy probable que la cultura de las empresas sea el factor más importante entre los que determinan el éxito o fracaso de la misma”.
¿Qué valores y creencias comparten los integrantes de las organizaciones uruguayas?:
 
_ El trabajo es una actividad noble, que bien ejecutado permite la realización del individuo y es fuente de felicidad por el tiempo que insume dentro de la vida misma. Si somos infelices trabajando, nuestra vida será miserable.
 
_ Trabajar más y mejor potencia la productividad, factor imprescindible para mejorar la calidad de vida de toda la sociedad
 
¿Son éstos los valores que hoy se promueven desde el Ministerio de Trabajo, los que representa su máxima autoridad política?
 
 Hablando de valores, es útil distinguir a los valores centrales de las prácticas y hábitos cotidianos.  
 
Los valores centrales constituyen la guía y la dirección para las prácticas y hábitos cotidianos. Definen la naturaleza duradera de una organización, la identidad coherente que va más allá de los ciclos de vida de los productos o del mercado, de los avances tecnológicos, las modas de la gerencia o los líderes individuales. Son el conjunto de creencias y principios fundamentales que constituyen los cimientos del sistema directivo y gerencial de una organización. Se deducen observando hacia adentro. Ya que muchas organizaciones no explicitan su misión ni su visión, es frecuente que los valores centrales tengan que ser “descubiertos”, muchos rabajadores “no saben” porqué y para qué lo hacen.
Existen dos clases de valores centrales, externos y valores internos. A los valores externos les compete cómo encarar y direccionar el negocio, y a los valores internos cómo dirigir la organización. Ambos constituyen la raíz y los principios sobre los cuales la compañía es construida y su filosofía de existencia.
Las prácticas y hábitos cotidianos, son reglas y sentimientos relativos a la conducta diaria. Su devenir es contingente, cambia frente a diferentes circunstancias. Le enseñan a la gente a comportarse y lo que deben saber. Constituyen el conjunto de reglas para el comportamiento diario individual.
Las normas que afectan esta dimensión de la conducta están constituidas por el conjunto de procedimientos, conductas y prácticas cotidianas que refuerzan o no los principios básicos
Comprender la esencia de los valores centrales y distinguirlos de lo cotidiano, es relevante dada la ligazón entre los valores centrales y la estrategia. La estrategia surge de los valores centrales, constituyendo éstos, la raíz a partir de la cual ella crece. Si la estrategia es cómo la organización determina los futuros recursos que anticipen su relación con el entorno, y la estructura organizacional es el vehículo que permite que la compañía acompañe dicha determinación, los valores centrales dan sentido a la forma en que la organización acompaña la estrategia. El éxito o falla en la implementación de la estrategia dependerá de las estructuras y los sistemas dentro de la organización, su adecuación con la cultura y, a su vez, de la adecuación dentro de la cultura de los valores centrales y de los cotidianos.  
 Los valores centrales constituyen los preceptos bajo los cuales la estrategia es formulada, y las prácticas y hábitos cotidianos afectan la forma en que la estrategia es implementada. La administración aquí, pide prestadas a la religión dos palabras con hondas raíces teológicas: visión y misión. La visión es la síntesis de los valores centrales de una organización, que orientan la misión estratégica (futuro deseado). Su implantación, va a depender de las prácticas y hábitos cotidianos. Dichas prácticas, están embebidas en el pasado/presente, y la estrategia enlaza el presente con el futuro. Esto significa que se debe proyectar el ayer al hoy de la organización, y éste al mañana. El focalizar siempre los valores centrales, es la mejor manera de crear la organización del mañana
La cultura juega un rol fundamental en la empresa, no sólo desde una óptica interna (mayor o menor coherencia e integración al interior de la organización), sino también en la relación con el medio ambiente que la rodea y la afecta de diversas formas. Estas distintas funciones de la cultura organizacional y su impacto en la gestión de las empresas, se relacionan también con la forma en que la organización se adapta al entorno externo.
En definitiva, la cultura es lo que queda como identidad de una organización. Sin cultura, una organización carecería de valores, dirección y propósito, no existe crecimiento y desarrollo.
      
i.            El Clima Organizacional 
El concepto de clima organizacional es confundido en ocasiones con el de cultura.  Para establecer las diferencias entre uno y otro y para identificar las ideas claves con respecto al clima, se afirma que “es una cualidad relativamente permanente del ambiente interno de una organización, y que experimentan sus miembros, que influye en sus comportamientos y que se puede describir en función de los valores de un conjunto particular de características o actitudes de la organización”.
La conclusión, el clima organizacional es en realidad como la “sensación térmica”, resultante de ciertas condiciones compartidas y de las percepciones respecto de esas condiciones.
Considerando su vinculación con el concepto de cultura organizacional, más allá de que el clima sea menos permanente y estable que los valores propios de la cultura, su articulación se presenta a partir de la distinción ya vista de valores centrales y hábitos y prácticas cotidianas.
La articulación o alineación de los valores centrales con los hábitos y prácticas cotidianas da idea del “clima organizacional”. El clima organizacional, es la percepción que tienen los integrantes de la organización que resulta del ajuste de los valores centrales con las prácticas y hábitos cotidianos de la misma. Dicha percepción determina el estado de ánimo o la felicidad del personal en un momento determinado, favorece o no el cambio, y tiene un conjunto de efectos que afectan en forma distinta a los individuos que tienen una percepción u otra, generando conductas diferentes, aun cuando los valores centrales de la organización son los mismos.  De ahí la importancia en examinar la alineación de los valores centrales con los hábitos y prácticas cotidianas a nivel de toda la organización y de sus sub-unidades, ya que el clima organizacional depende de ese ajuste, que siempre es mediado por personas que realizan las actividades administrativas, de gerencia y de liderazgo, así como por las distintas prácticas de personal.
-          ¿Cómo ve el ajuste entre los valores centrales y las prácticas y hábitos cotidianos de las organizaciones uruguayas, cómo observa el nivel de felicidad de la fuerza laboral?
 
-          ¿Cómo es la cultura organizacional del personal uruguayo sindicalizado?
 
-          ¿Cómo es la cultura organizacional que promueve el Ministerio de Trabajo?
 
-          ¿Qué posibilidades de crecimiento de la productividad del trabajo observa en relación a la cultura y el clima organizacional que promueve el actual Ministerio de Trabajo? 

La sociedad uruguaya necesita líderes políticos y sindicales que luchen por los salarios y las mejores condiciones laborales de los trabajadores, de forma tal que el trabajo, además de un medio de vida, signifique un ámbito de realización personal, profesional y grupal de los uruguayos, una forma auténtica de servir a la sociedad de la cual forman parte. 



ADVERTENCIA: Los artículos periodísticos firmados son de la exclusiva responsabilidad de sus autores. La Dirección.



Columna de Ricardo Garzón
SE DICE

Que políticos blancos plantean varias ideas para combatir la inseguridad; plantean que los presos estén impedidos de poseer celulares, e impulsan construir nuevas cárceles de máxima seguridad que estén lejos de los centros poblados y que aseguren el aislamiento real y total de los líderes criminales.

Que ha escrito Federico Fasano Mertens que  hay un ciudadano uruguayo que se despidió de su familia para enrolarse en tierra venezolana "para aportar su valor  y su energía moral contra los posibles  invasores".

Que se trata del ex Ministro de Defensa del Uruguay,  Luis  Rosadilla, "quien  decidió dar ese paso como un gesto de compromiso hasta las últimas consecuencias", dado que si bien tenía y tiene serias discrepancias con el gobierno de Nicolás Maduro, no se trataba de defender al presidente de la nación venezolana sino a la soberanía latinoamericana.

Que "tarde piaste Bellavista", en tanto y en cuanto los blancos proponen ahora combatir la mendicidad hostil, la ebriedad pública, la limpieza forzada de los parabrisas y la multiplicidad de malabaristas en las esquinas y semáforos, proyecto que le harán llegar al gobierno, "dado que consideran imprescindible” que en 2026 se encare y se resuelva la reforma del Código del Proceso Penal. (Qué hicieron muchachos en el período de gobierno anterior?) Herrera les marcó el camino: "rompé una claraboya pibe, hacé algo"...

Que el senador nacionalista Javier García dijo que en la interpelación a la ministra de Defensa podrá demostrar que el gobierno buscó boicotear el contrato con el astillero español Cardama para que no se siguiera la construcción de las lanchas patrulleras oceánicas.

Que el presidente de la república, Yamandú Orsi, planteó al presidente de la Suprema Corte de Justicia preocupación por la salud de militares presos en Domingo Arena.

Que la Iglesia alerta por “indefensión del personal de salud” ante casos de eutanasia: "la ley es floja, porque no le da al médico todas las garantías del caso; la decisión de provocar una muerte debe ser de varios especialistas y no solo del médico... porque después que se murió el paciente, puede ir a prisión”, afirmó Álvaro Vázquez Delgado, hijo del expresidente Tabaré.

Que la república de El Salvador se convirtió en un caso testigo en el debate global sobre cómo enfrentar la seguridad pública; mientras en gran parte de Latinoamérica persisten altos niveles de criminalidad y dificultades para contener a las organizaciones delictivas, el gobierno de Bukele exhibe una marcada reducción en los homicidios y concita el apoyo de más del 80 por ciento de la población.

Que en una entrevista concedida al diario El País de Madrid, el ministro de Economía Gabriel Oddone reconoció que Uruguay y toda América Latina tienen que enfrentar el problema de la desigualdad, que define como “un gran reto” del continente. El ministro admitió que el país “no ha obtenido logros” a la hora de enfrentar la pobreza infantil, que golpea al 32% de los niños menores de seis años.

Que el 51% de los maestros de primaria, el 23% del profesorado y el 42% de los maestros técnicos no llegan al nivel medio en lectura, en tanto que, en Escritura, en Primaria el 46% y en profesorado el 33%

Que obligar a las empresas a pedirle permiso al Estado para despedir a alguien, -como si el problema de Yazaki o de los 1.200 desempleados fuera que “no avisaron con tiempo”-, sería una barbaridad que debe achacársele, si se concreta, al poder político.

Que ante tanto despido y desempleo se llega a la conclusión que Uruguay se ha convertido en un país caro, lento y hostil para producir.

Que en vez de bajar impuestos, terminar con el despilfarro de los dineros de la gente, simplificar trámites o desarmar la maraña sindical que ahoga a las PyMEs, autoridades del Frente Amplio eligen la solución más ruin: esconder la fuga de empresas detrás de un trámite burocrático. 

Que se sigue impunemente sin gobernar ni legislar, y sí perdiendo el tiempo. La senadora del Frente Amplio, Blanca Rodríguez, generó una fuerte polémica al declarar que “el diseño de las políticas sociales comenzó con el Frente Amplio”, afirmación que, sostuvo, explicaría por qué su partido debe ser visto como garante del bienestar general.

Que la reacción coaligada no se hizo esperar; las 300 ocas de Rubén Darío se volaron, dado que lo dicho implica una suerte de borrón sobre la historia de la protección social en el Uruguay, desconociéndose décadas de presuntas políticas sociales reivindicadas por otros partidos.


 

 
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