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Javier Bonilla |
¡Sedición! |
- Huelgas salvajes, improntas neo bolivarianas, antisemitismo, exponencial decadencia educativa, disturbios crecientes, cierre de empresas, agitación un crescendo e intencionalidades inconfesables...que más ???
Una progresiva y creciente pérdida de autoridad ,junto a un evidente desorden interno ha ganado al Uruguay en los últimos 8 meses. Ni el gobierno ( tampoco la deshilachada oposición) ni los diferentes grupos de presión, ni la mayor parte de la prensa parecen tenerlo claro.
Aunque algunos -como Transporte y Defensa- parecen tener las cosas más claras, mayoritariamente,los ministerios parecen manejarse cada uno por sí y ante sí, casi como compartimientos estancos.
De un comunista ministro de Trabajo, ni hablemos...
En la enseñanza, se festeja el demagógico error premeditado de reinsertar docentes sancionados con justa causa y de devolver los puestos protagónicos en los consejos a los cada vez más impresentables gremios educativos, aumentando,al mismo tiempo las inconducentes cargas horarias sobre la vieja dictadura y el ya añejo autodenominado "pasado reciente". Idiomas o finanzas , para que???
De una " Justicia" que sigue más preocupada en lo que pudo haber pasado hace 50 o más años , en los pedorros "delitos" de género o en habilitar juicios a periodistas ( casualmente opositores) que perfectamente pueden archivarse, con el telón de fondo de un ministro del Interior que cuestiona la plebiscitada LUC, menos.
En este contexto la actual escalada sindical,cada vez más frecuentemente alejada de la reivindicación laboral puntual para plantear aspiraciones progresivamente irracionales e inaccesibles, provocando altísimas pérdidas al país en su conjunto sin otro objetivo a la vista, se parece demasiado a la sedición lisa y llana. Algo peor que un sesentismo barato y trasnochado. Hace 55 años, pese a que el muro de Berlín y la Cortina de Hierro eran una amarga realidad, aún existía en Occidente,el beneficio de la duda. Ahora , sabemos lo que había y lo inmundo que era ese universo rojo,por más que cuatro idiotas sigan jodiendo con la miserable, inepta y corrupta Cuba.
Entonces, que pretenden ,si no son temas laborales puntuales, gremios salvajes como la Pesca o la Leche- y no son los únicos - entre otros? Que pretenden los débiles mentales que rodearon el puerto,días atrás, para impedir una exportación ganadera a Israel,y sus numerosas banderitas palestinas, carteles,etc.? Que es lo que quieren los que quieren ocupar la fábrica de electrodomésticos James en protesta por las fábricas,de otro rubro,que se fueron?
Algo distinto a que se pierdan cientos de millones de dólares, se fundan fábricas y empresas de carga o industrias lácteas ( ya grandes supermercados traen su propia leche de Río Grande do Sul para no depender) y terminar con actividades que ni se van a restaurar localmente? Argentina y Paraguay,agradecidos!
Acaso no son los mismos gremialistas que cuando llega un inversor extranjero lo asustan expresándole que preferirian ser funcionarios estatales? Los mismos que corrieron a empresarios ferroviarios chinos y cascos, hace unos años, aunque Uruguay no tenga trenes ,salvo el que, por miles de millones de dólares y sin protestas izquierdistas ,le construimos a UPM...
Claro, estos huelguistas rabiosos ,muy raramente hacen un paro por aquellos grandes sectores que perciben salario mínimo y que no los defiende ni el loro...
Y de postre ,la tonta excusa antisemita, que ,no solo saca lo peor del ser humano y relativiza toda la bestialidad del terrorismo musulmán,sea el que ataca de forma contumaz e incalificable al estado de Israel, tradicionalmente amigo de Uruguay,o al que diariamente mata cristianos en África o budistas e hinduístas en Asia.
Acaso estos "sindicalistas" y "estudiantes" e " intelectuales" ,han hecho un solo comunicado contra las matanzas de trabajadores extranjeros ( filipinos, tailandeses, vietnamitas) acaecidas el 7 de octubre de 2023 en el ataque de Hamas al sur de Israel? Acaso se preocuparon por los alumnos de intercambio de otros países que debieron dejar Israel en ese momento...?
No mientan más! Los palestinos les importan un carajo! Son una excusa para salir a agitar y suplantar las banderas cubanas o soviéticas por otra utopía,aún más delirante, y, si los islamistas radicales pudieran, aún más cruel y regresiva.
Ya ni vale la pena repetirles a feministas y gays, que en esos países les espera el látigo, la cimitarra o la horca. Lo saben y les importa un pito! Solo quieren sentirse perteneciendo a " algo" y hacer catarsis alterando el orden. U obedecer órdenes. De quién o que país de cuarta( ya que Estados Unidos, Israel, Suiza o Nueva Zelandia no son su ideal) pueden recibir inspiración, discutimos?
De quién financia esas banderas, esos carteles, esos volantes y esas pegatinas, no les preguntemos.
De quién va a sustentar a esos sindicatos extremistas de empresas que se funden o se van, menos.
De quién va a comprar los ya sospechosos medios de prensa en los cuales se insertan cronistas de ultra izquierda de dudosa credibilidad y harta militancia bolivariana, sindical o antisemita? Para qué?
Es hora de ponerse los pantalones. Inmediatamente...
Y límites! |
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Rafael Rubio |
“El síndrome de Procusto” |
Procusto, hijo de Poseidón, cortaba pies y manos de las personas sobresalientes que acudían a él buscando cobijo. Según la mitología griega, era el artífice de un reinado del terror. Regentaba una pequeña posada en las colinas de la región del Ática que ofrecía cobijo al viajero solitario, pero cuando éste se acostaba en la cama de hierro para descansar, lo amordazaba y lo ataba de pies y manos. Si la víctima era demasiado alta, serraba las partes del cuerpo que sobresalían; si era de baja estatura, descoyuntaba sus huesos y estiraba su piel hasta que alcanzaba el tamaño de la cama. Para añadir dramatismo a la historia, las leyendas cuentan que nadie gozaba de una estatura idónea, ya que Procusto escondía dos camas: una alargada y otra diminuta. Las torturas de Procusto llegaron a su fin cuando el héroe Teseo, como parte de su última aventura antes de llegar a Atenas, retó al posadero a tumbarse en la cama y superar su propio reto. No lo logró: perdió la cabeza y los pies.
Perpetuando el mito griego, millares de personas convierten la excelencia y la diversidad en una amenaza: si piensas o eres diferente (y destacas por ello), estás en su punto de mira…
Siglos después, el mito se ha transformado en una problemática psicológica conocida como “el síndrome de Procusto”, también llamado “síndrome de la amapola alta”. En ambos casos, se describe lo mismo: una incapacidad absoluta para reconocer las opiniones, capacidades o idiosincrasia de los demás, cuando éstas suponen destaque; incapacidad que, como sucedió con el hijo de Poseidón, conduce a la autodestrucción.
Pero ¿qué significa destacar? A fin de cuentas, la respuesta es el foco de la rabia de aquellas personas presas del síndrome de Procusto y, por tanto, la única posibilidad de salvar a sus víctimas y a sí mismas de acabar postradas en una cama demasiado pequeña o demasiado grande.
Se asocia la acción de destacar con la excelencia. En otras palabras, sobresale quien en clase de matemáticas sacaba un sobresaliente o quien en el trabajo ejecuta proyectos como los goles de Forlán o Suarez; con confianza, como si fuese un acto rutinario, y un resultado exquisito. Sobresale quien concilia la vida familiar y laboral, quien saca tiempo de donde no lo hay para viajar o quien aporta algo a la sociedad. Sobresale quien es buen amigo, quien amasa grandes fortunas o quien tiene un estilo impecable a la hora de vestir. En el fondo, el acto de destacar es arbitrario; puede estar motivado por una gran variedad de acciones, pero todas tienen algo en común: el brillo que emana de la persona sobresaliente.
Bajo esa atmósfera reluciente, apreciar el éxito ajeno se convierte en una inspiración hacia el desarrollo de algunas personas. Sin embargo, para los descendientes de Procusto, se trata de una amenaza a la que reaccionan a golpe de sierra, recortando cualquier atisbo de excelencia como quien poda las malas hierbas que han crecido demasiado alto para que todo el paisaje luzca idéntico, camuflando así su propia mediocridad.
Esta tarea se lleva a cabo con estrategias a la altura de un conflicto bélico. ¿El primer paso? Desmoralizar al enemigo haciéndole creer que sus opiniones son inválidas y que sus capacidades son deficientes. Después, la guerra psicológica deriva en pequeños gestos de pavoneo: las personas mediocres o procustianas exageran sus conocimientos, sobreestiman sus aportaciones y, lo más importante, crean redes entre ellas para hundir al enemigo en equipo. De este modo, la persona sobresaliente se siente no solo inferior, sino sola, lo cual es más doloroso si cabe.
Pero la excelencia no es la única forma de destacar. Entra también en juego la diversidad, y es que cuando estamos acostumbrados a una misma narrativa o forma de hacer las cosas, la diferencia se convierte en una enemiga.
Como si de un campo de hermosas margaritas se tratase, cuando brota una amapola, es el punto rojizo lo que capta la atención de los transeúntes. Ahora imaginemos una cultura repleta de hombres blancos de mayor edad tomando decisiones a la que, poco a poco, se incorporan personas con trayectorias, realidades o identidades diversas. Algunos abrazarán la diferencia, entendiéndola como pieza esencial del progreso. Otros pocos, en cambio, sucumbirán al síndrome de Procusto deseando hundir a quienes se apartan de lo normativo, solo porque sobresalen.
Se trata de una lucha primitiva por ser el líder de la manada, pero sin una recompensa más allá de la confortable mediocridad. Si nadie es más inteligente que tú, no tienes que esforzarte por aprender. Si nadie incorpora opiniones diversas al discurso colectivo, no tienes que esforzarte por rebatirlas con argumentos sesgados. Si nadie brilla por su carisma, su atractivo físico o su resiliencia, no tienes que esforzarte por acallar tu necesidad de aprobación. Y quizá este es el verdadero problema: todos queremos gustar o impresionar, pero algunos, para lograrlo, toman impulso hundiendo a quienes gustan o impresionan o bien por naturaleza, o bien porque se han esforzado para llegar a la cima.
Lamentablemente, esta lucha por la uniformidad tiene fecha de caducidad en la era del conocimiento y de la creatividad. ¿Importa encajar con lo normativo? Sin duda: en ese campo metafórico, ser una margarita es un privilegio, una apuesta segura. No obstante, cada vez crecen más amapolas a base de perseverancia y esfuerzo.
i “Aquellos que se nos parecen son Nosotros y el resto son Ellos”. Rudyard Kipling
En algunas sociedades la movilidad social ha sido imposible. Por ejemplo en aquellas en las cuales el estatus social viene determinado por sistemas religiosos o legales, como el sistema de castas indio, o antiguamente con la esclavitud o el feudalismo. También la movilidad se dificulta en países en los cuales el síndrome de Procusto inunda su cultura y se endiosa la igualdad, percepción subjetiva (perdón por el pleonasmo) que busca igualar a quienes no son iguales, restando energía a los verdaderos problemas, como la pobreza.
En las modernas democracias de mercado, los individuos pueden desplazarse socialmente a lo largo de su vida (movilidad intrageneracional) o sus descendientes pueden hacerlo con relación a sus padres (movilidad intergeneracional). Cuando se habla de igualdad de oportunidades, se habla de movilidad social, que cualquiera, sólo por sus méritos y su esfuerzo, tenga la posibilidad de conseguir una posición social mejor para sí mismo y para su familia. A diferencia de la igualdad en general, utopía frustrante causada por una creencia sobrenatural, no científica. Las personas no han sido creadas sino que han evolucionado. La evolución se basa en la diferencia, no en la igualdad. Cada persona posee un código genético diferente y desde su nacimiento está expuesta a diferentes influencias ambientales. Esto conduce al desarrollo de cualidades diferentes que significan diferentes probabilidades de supervivencia y de desempeño en la vida. No evolucionamos para ser iguales, la idea de igualdad se halla inextricablemente ligada de la “creación”, que dice que todas las almas son iguales ante Dios. La igualdad entonces, es un concepto religioso, no biológico y por tanto no es científico. La movilidad social es sinónimo de igualdad de oportunidades. Esto es valorado por todo el espectro político, demagógicamente algunos confundan con “igualdad total”, percepción derivada de la envidia y el resentimiento.
Existen datos comparables internacionalmente sobre movilidad social intergeneracional para países ricos realizados por London School of Economics. Allí se observa que los países con mayores diferencias de renta, tienen una movilidad social mucho más baja. La tasa de movilidad más alta la tienen Canadá y los países escandinavos, Alemania está a medio camino, Reino Unido la tiene baja, siendo la tasa de movilidad más baja de todos, los Estados Unidos (Wilkinson, Richard y Pickett, Kate. 2009. Desigualdad. Turner Publicaciones. Pág.183). Este último dato contrasta con el famoso mito del “sueño americano”. Cuesta creer que miles de individuos de todo el mundo y de todas las edades, pongan en riesgo su vida para llegar a ese país, si sus oportunidades de mejora son tan bajas. Los humanos somos guiados por las expectativas que “soñamos”, no por la realidad objetiva. Cuando se focaliza la atención en el futuro (expectativa) se observa el futuro ideal, el cerebro se inunda de dopamina que lo vuelve maleable para perseguir el “sueño”. Nadie compra el 5 de Oro para sacar el pozo de plata. Las expectativas generan las emociones positivas requeridas para actuar, para salir campeones. Nadie va a “18 de Julio a festejar el camino”. Las neuronas espejo cerebrales permiten imitar los comportamientos que se consideran exitosos, miran a los campeones, a los ganadores, a aquellos que viven en el mismo barrio y lograron el éxito (buen trabajo).
Por el contrario, el “reino de la igualdad” debe vigilar que nadie logre lo que otros no son capaces de lograr, que nadie desarrolle su potencial individual más allá de la media, que nadie desarrolle su inteligencia más allá de lo permitido, que nadie destaque más allá del rebaño. La sociedad igualitaria es en realidad una sociedad de hombres anulados, mediocres y conformistas, con sus individualidades cercenadas, por los administradores de lo común y corriente. Se cae en el despotismo de los igualadores. Si no se entiende cómo funciona el cerebro humano, las sociedades no avanzan. Se requieren incentivos que el cerebro traduce en hechos. Si no se avanza en educación, la movilidad social no existe, la famosa “igualdad” queda en él discurso despótico, que hoy aparece exitoso porque es sólo discurso, lejos de la realidad que es sacar a compatriotas de la pobreza.
“Si eres el más inteligente del grupo, cambia de grupo”. Richard Feymann |
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Columna de Ricardo Garzón
SE DICE |
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Que las fuerzas armadas de la vecina orilla hicieron saber que no intervendrán en ninguna hipótesis de conflicto, porque la experiencia que aún acumulan con tantos camaradas injustamente presos por defender a la Argentina de la agresión externa, mediada por las organizaciones terroristas locales de los 70’s, les ha enseñado que esta sociedad es básicamente hipócrita y los ha elegido como chivos expiatorios de una presunta culpa compartida.
Que Caras y Caretas se pregunta: ¿Es posible reducir en este período en un 15 % los efectivos de las Fuerzas Armadas para liberar recursos, hacer más eficiente al Estado y reorientar prioridades? Y también se contesta: reducir personal implicaría disminuir también el costo de mantenimiento edilicio de algunas unidades, alimentación, material bélico, vestimenta, vehículos y combustible.
Que vuelve a preguntarse y "aporta soluciones": "¿qué tan realista sería plantear esa reducción? ¿Cuáles serían sus consecuencias? No se trata de echarlos a la calle. Hay varios modos de lograrlo. No reponer vacantes, direccionar personal hacia otros ministerios que lo requieran, estímulos económicos para retiro voluntario y hasta financiamiento para emprendimientos privados son solo algunos".
Que cabe recordar, palabras más palabras menos, que preguntado e insistido Guido Manini Ríos si creía que ante una invasión argentina o brasileña Uruguay podía enfrentar con éxito a los ejércitos vecinos respondió: "mire, no me lo planteo como hipótesis, pero esté usted seguro que las fuerzas armadas uruguayas están preparadas para enfrentar a quince locos que se les ocurra asaltar la Torre Ejecutiva, asiento de la presidencia uruguaya".
Que Orsi propaló al mundo en la Asamblea de las Naciones Unidas “que ningún Estado que se precie de democrático puede ejercer la barbarie sobre ninguna población civil”, y agregó: "Uruguay está en condiciones inmejorables de ofrecerse al mundo como un anfitrión de negociaciones, y llamó a desterrar el precepto de que la guerra es la continuación de la política por otros medios”.
Que el presidente llamó también a detener de inmediato las operaciones militares contra civiles; exigió la liberación de rehenes, y condenó el terrorismo y las guerras como “actos criminales”.
Que “básicamente" —diría Fernández Huidobro—, el gobierno de Lacalle Pou mantuvo una especie de sexo explícito con el gobierno de Netanyahu; fue avergonzante. La posición de Uruguay para no declarar algunas cosas en la ONU y señalar cuestiones que tenían que ver con los derechos humanos, votando con Estados Unidos, Israel y algún país que no sabemos el nombre ni dónde queda, fue aberrante”, criticó.
Que mientras la población se distrae con la noticia escrita, oral y gráfica que registra el baile de travestis en Torre Ejecutiva, a los que se suman el "viva la patria" y "vamo arriba" de los políticos de la hora, en la Tierra más de medio millón de compatriotas cobran menos de 25 mil pesos por mes, otros tantos están diagnosticados enfermos en su salud mental, y centenares de miles acaban de ser "beneficiados" con un aumento en sus sueldos equivalente al precio de un bizcocho diario.
Que el ministro de Turismo presentó ante la comisión que estudia el proyecto de Presupuesto el articulado que corresponde a su cartera; entre los planes que desarrolló estuvo uno sobre incentivos a las aerolíneas para intentar captar más turistas extranjeros, proyecto que carece de financiación.
Que los tres hermanos, el cuñado, tres sobrinos y la pareja del exsenador Gustavo Penadés concedieron una entrevista a El Observador, en donde aseguran que su pariente no es "el personaje" o "monstruo" que señala la fiscalía.
Que de acuerdo con los familiares de Gustavo Penadés, la causa penal del defenestrado senador "es una gran mentira"; "está armada" y apuntan a que proviene del propio Partido Nacional.
Que desde la cárcel, imputado por 22 delitos sexuales, el exsenador insiste en su inocencia; dice que tomaba “todos” los recaudos para asegurarse de no estar con menores; afirma que la fiscal Ghione hizo un trabajo “ilegal”, y acusa a dirigentes blancos de “miserables” y de “aprovecharse” de su “caída”.
Que China ha prohibido a sus empresas comprar chips estadounidenses de Nvidia, necesarios para la inteligencia artificial.
Que estos chips fueron una de las herramientas que Estados Unidos utilizó para presionar a Pekín. Ahora, China está rompiendo una larga dependencia y adquiere soberanía tecnológica, precisamente lo que Washington tanto temía.
Que con muy buen enfoque de la realidad, el diputado Gabriel Gurméndez precisó que los uruguayos tenemos una mala tradición: cada vez que queremos resolver un tema creamos un nuevo organismo; los organismos toman vida propia, y después requieren recursos, burocracia, administración, y eso termina repercutiendo en costos.
Que el 86% de los trabajadores en la argentina afirma que su salario no cubre sus necesidades básicas; el 58% señala que su poder adquisitivo se redujo en los últimos meses, y que todo surge de un informe de Bumeran (plataforma que conecta a empleadores y buscadores de trabajo en Argentina), en base a sondeos realizados en septiembre a 1.854 trabajadores argentinos (6.913 encuestas en total en la región).
Que una iniciativa presentada esta semana ante la Comisión de Hacienda de la Cámara de Senadores plantea rebajar los aportes patronales y obreros a la seguridad social en el sector de trabajo doméstico, así como establecer un régimen de bonificación por años de trabajo para empleadas de esa actividad.
Que en su discurso ante la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas el presidente estadounidense, Donald Trump, criticó abiertamente a la entidad, en medio de autoelogios y ataques al multilateralismo y la inmigración.
Que el líder republicano, quien habló durante más de una hora, -a pesar de que el tiempo que tiene asignado cada mandatario es de 15 minutos-, defendió su política migratoria y cargó contra las energías verdes. Además, defendió los ataques de las Fuerzas Armadas de su país contra embarcaciones en el Caribe que, asegura, transportan drogas hacia los Estados Unidos.
Que la conectividad aérea entre Salto y Montevideo se fortalece con la incorporación de una tercera frecuencia semanal de la aerolínea Paranair, que desde este 21 de septiembre comenzó a operar también los domingos.
Que el intendente de Salto y el director nacional de Turismo recibieron el vuelo inaugural en el Aeropuerto de Nueva Hespérides, marcando un nuevo impulso para el turismo y los negocios en la región.
Que con relación el presupuesto los blancos corren el riesgo de aparecer recios, pero ineficaces; los colorados se debaten entre el enfrentamiento y la colaboración, y pueden quedar atrapados en la ambigüedad, en tanto Cabildo Abierto se expone a perder credibilidad a fuerza de pendular.
Que nadie dijo que le iba a resultar fácil a la Coalición Republicana ejercer la oposición al gobierno del Frente Amplio, sobre todo porque tampoco fue sencillo unir a sus partes cuando ocuparon el poder. El presidente Lacalle Pou tuvo que echar mano a todos sus recursos dialécticos, y a una experiencia política por entonces todavía escasa, cuando asumió en 2020 y le fue dado gestionar las diferencias y las concordancias con sus socios.
Que en en el marco de la causa que investiga irregularidades por las “horas solidarias” la Fiscalía de Delitos Económicos y Complejos pidió a la Justicia el levantamiento del secreto bancario de las cuentas del Sindicato Único Nacional de la Construcción y Anexos (Sunca)
Que cuando ocurre un accidente laboral fatal, los trabajadores sindicalizados donan el valor de una hora de su trabajo a la familia del trabajador fallecido. Ese dinero es retenido por las empresas y luego derivado al Sunca.
Que en el caso que nos ocupa en enero un trabajador falleció y se activó el mecanismo para que su familia reciba la compensación. No obstante, luego de percibir la donación y realizar algunas consultas, los parientes del fallecido denunciaron que el Sunca les otorgó una cifra menor a la que calculaban que debía ser.
Que la senadora Bettiana Díaz hizo un repaso del estado en el que la actual administración tomó el gobierno: “durante los cinco años del gobierno de Lacalle denunciamos que estaban desmembrando al Estado; que estaban tomando deuda, y que la cosa iba bastante peor”.
Que la legisladora también comentó e hizo referencia a la amenaza de litigio internacional por la obra del Ferrocarril Central y a la negociación del proyecto Neptuno como dos muestras de la mala gestión del gobierno anterior. “No nos sorprendió, ya sabíamos cómo gobierna el herrerismo,” remató.
Que el vocablo que usan en el gobierno de Yamandú Orsi para intentar describir la andanada de críticas que los principales partidos de la oposición lanzaron esta semana contra el presidente de ASSE es “histeria”.
Que lo que se entiende en la Torre Ejecutiva es que tanto el Partido Nacional como el Colorado, -y también el avispado y no menos astuto Independiente-, tienen por estos días “una sensibilidad muy elevada” que acciona una estrategia dirigida a que se concrete la más grave de las consecuencias: la renuncia de Álvaro Danza, un resultado que no beneficia a nadie, y que exhibe en lo que va de septiembre un manoseo insoportable. |
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Único Frade |
Por Julio María Sanguinetti. - El privilegio de una larga vida se asordina cuando se van viendo caer, a nuestro lado, aquellos con los que compartimos una época. Miramos a los costados y, si en el momento se abre el espacio de la pérdida, la evocación que asoma nos lleva rápidamente al instante grato del recuerdo.
La muerte de Julio Frade, “el gordo Frade”, es la de un personaje inusual, difícil de caracterizar, sin comparaciones posibles. Único, porque en nuestra generación fue uno de los grandes músicos populares, músicos de verdad como Fattoruso o Panchito Nolé, y al mismo tiempo un capo-cómico a la altura de Ricardo Espalter y Eduardo D’Ángelo, culminantes, con los que compartió largas aventuras en las pantallas y las salas de espectáculo.
Quien haya vivido aquellos años no puede olvidar el Telecataplúm, del que no queda nada, salvo algunos trocitos de arqueológico rescate. Allí se unía el talento de los hermanos Daniel y Jorge Scheck, guionistas del humor de calidad que luego deslumbraría a la Argentina, acostumbrada a la gruesa pintura sainetesca. Allí actuaba y tocaba el piano, que ejecutaba con la soltura de los verdaderos artistas que habían pasado por el jazz y la improvisación les brota sin llamarla. Además de Espalter y D’Ángelo, se nos dibujan en la memoria Raymundo Soto, con su elegancia a lo Fred Astaire; Henry Trailes, que también cantaba; y ni hablar Enrique Almada, Andrés Redondo, Berugo Carámbula y el inolvidable Emilio “Guita” Vidal, con su personaje de la picaresca montevideana.
Vivieron ellos la aventura porteña y luego recalaron nuevamente en Montevideo, con el famoso Decalegrón, que se mantuvo más de veinte años. Allí Frade caracterizó a nuestra inolvidable Ministra Adela Reta, que se reía con fruición de su caricatura, como construyó personajes desopilantes como una de las hermanas Rivarola. En aquellos años aparecía D’Ángelo caracterizándome y hablándole a un nieto, que el de casa no entendía demasiado lo que era aquel juego de ese gran actor que me había agarrado todos los puntos. Tanto que hasta recuerdo un gran almuerzo en que dijo un discurso entero de Sanguinetti con mis palabras, mis ademanes italianos y mis movimientos.
El dúo de El Chicho con Almada fue cumbre del humor de la vida cotidiana y política. También hacía el Buda, que un tiempo abría el programa cuando terminaba Subrayado. Lo notable es que en Decalegrón no había libretista oficial; eran ellos mismos, dirigidos sabiamente por Mastra. A tal punto era la popularidad del elenco, que cuando Espalter apareció con “Pinchinatti candidato”, más gente de la que podamos imaginar quería votarlo…
Les invitamos un cierto día a la residencia de Suárez, en una noche inolvidable, que Ana Laura Román evocó el día de su desaparición colgando una foto. Hoy reproducimos algunas de esa ocasión.
Fue una gran época de la televisión uruguaya. El ingeniero Scheck, Jorge de Feo y Hugo Romay, en los tres canales clásicos, jerarquizaron un medio tan proclive a la banalización. Los tiempos también han cambiado en eso y hoy la televisión vive cercada por los “streamings”, que le van achicando el mercado velozmente, imponiéndole sus consiguientes limitaciones.
A veces ocurre que un éxito se devora al otro, como el pintor Figari desvaneció al filósofo de la educación y al criminólogo. Aquí, el actor cómico le ha quitado la necesaria resonancia al músico. En jazz fue formidable y quedan grabaciones inolvidables de otros géneros: bossa nova, tango, a los que también aportó, en ocasiones traduciéndolos a versiones novedosas, originalísimas.
Tuvo su pasaje como director de Canal 5 y mantuvo también, esporádicamente, programas de radio, que en algunos momentos también fueron clásicos. La diferencia la hacía su versatilidad y amplitud cultural, por lo que podía abordar los reportajes que desbordaban la cotidianeidad.
Con Frade se va también un tiempo. Se va y se queda, porque si hay mucho perdido también está el rastro de muchos registros. Deja también el estimulante recuerdo de alguien, músico y actor, que era un personaje en sí mismo. Alguien que nos sigue diciendo que en el Uruguay se pueden hacer grandes cosas, aun en lo que se ve como menor. Hacer reír no es solo entretener, porque la caricatura también deja pensando, como los avaros o misántropos de Molière. Llegar con la música popular, en un lenguaje de calidad, es también elevarnos. Figuras como Frade lo logran.
Músico y actor, actor y músico, un personaje único. (Nota que se comparte con Correo de los Viernes) |
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