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| Liberar cielos, puertos y ferrovías |
- O se es básicamente liberal -con matices, si debemos estimular brevemente una nueva actividad o la próxima presencia de privados, y poco más- o se es un dinosaurio dirigista. Cuando revelamos en exclusivo en 2012 (si “El País” se viste en 2014 con plumas ajenas, es lo habitual…) que el almuerzo de Lindolfo, fotografiado misteriosamente por “El Observador” fue digitado por Mujica, así como la concurrencia de Lorenzo al mismo, no describimos a un preocupado gobierno liberal estimulando exitosas operaciones entre privados, sino a un presidente digitando fichas "psicopáticamente" para que el Estado siga influyendo de mala manera en los cielos uruguayos.
Ejecutivos aéreos, terrestres, navieros o ferroviarios que, ante esta enfermiza tendencia uruguaya al estatismo, usualmente dependen más del gobernante de turno, que de trabajar bien y querer competir…
No bastaron las versiones emanadas hace meses del grupo Buquebus, de que en realidad fue Mujica quien los enloqueció y les pidió encarecidamente buscar “algún gallego” para el remate. Ese fracasado y digitado primer intento, condujo luego al cobro de facturas internas por el tema en el FA por parte de los grupos más moderados. A tal punto, que el propio diputado socialista Yerú Pardiñas afirmaba en enero: “ Todo lo que se hizo estuvo bajo el aval del presidente de la República, y por eso podemos decir que toda la responsabilidad es del MPP. En realidad hubo coparticipación. Esto lo tiene que asumir todo el Frente".
Mujica, al igual que con AFE (que chinos, que vascos, que Fondes…), y otras correrías, le prestó el trompo a los empresarios, para jugar un rato, pero, cuando quiere, o cuando hay que hacer jugar a nuevos amigos, el Estado se queda con el trompo, la pelota y el play station.
Los fracasos -cada vez más caros- los pagamos todos, como pagamos el desprolijo e impresentable cierre sorpresivo de Pluna, decidido a costa de nuestros bolsillos, más por la Topolansky y su entorno, furiosos con el Astorismo contrario a Venezuela en el Narcosur, que por Mujica, Pintado, Lorenzo y Pepita.
También financiamos los mal explicados préstamos de combustible hacia la Pluna de Campiani de la deficitaria Ancap de Sendic, hoy, insólito aspirante a la vicepresidencia de la república.
Raramente una petrolera privada hubiera sido tan “generosa”. De hecho, cuando debió comprarle a Petrobrás, Pluna pagaba religiosamente (ay, Lepra, ¿qué me podrías decir?)
Nuevamente el Estado, metiéndose donde no debe. Inclusive, pergeñando remates imposibles, anunciando a tambor batiente interesados internacionales inexistentes, ya imponiendo la impronta de una futura e inédita pretendida aerolínea gremial, con los ex sindicalistas de Pluna (que bastante tuvieron que ver con su caída, por omitir, en su momento las huelgas a Campiani, que 72 horas antes del sicótico cierre de la empresa, e in extremis, locamente , decidieron deflagrar).
Fatiga reiterar que, al retomar Pluna de una FAU de sobria y eficiente administración, los políticos, por su ineptitud y pésimos antecedentes aeronáuticos, deberían haberla privatizado totalmente en 1986 (cuando había muchos y mejores compradores interesados, con pocos vendedores) desoyendo los reclamos de sindicatos, hasta ese momento inexpresivos y de fácil neutralización. En 1994 se privatizó mal, y en 2007-destratando, inclusive a jerarcas aeronáuticos internacionales para acomodar a Leadgate- se hizo aún peor.
Malas decisiones de gobiernos aeronáuticamente ignorantes y demasiado poderosos. Monos soberbios con lanzamisiles, y prensa obsecuente tras propaganda oficial de montos multimillonarios.
Así, a la hora del oscuro cierre, en lugar de proceder con orden -seguramente gastando la mitad del dinero que hoy debemos- pagando con disciplina monetaria todo lo posible, se deberían haber distribuido provisoriamente las rutas entre la entonces embrionaria “Sol Uruguay” y BQB, para, en un plazo inferior a 8 meses, liberar absolutamente los cielos uruguayos. Que vuelen todos aquellos que cumplan las normas de seguridad, contabilidad y laborales correspondientes, sacando al Estado definitivamente del aire, basta de perder.
En ese mismo lapso debería haberse extinguido el privilegiado y digitado seguro de paro para los ex funcionarios de Pluna SA. y liquidado Pluna Ente (ahora superavitario por girar exclusivamente en el handling del aeropuerto de Punta del Este).
Con AFE, dejando de insistir con arquitecturas societarias raras e inventos dudosos desde 1985 -tiempos en que grupos asiáticos se interesaron en invertir, siendo desestimados- habría que haber hecho otro tanto, sin las corruptelas argentinas, claro! Y garantizarle al privado que viniese que, cumpliendo con las normas de seguridad, laborales, fiscales y contables, ningún Estado se entrometería en más nada que hacer respetar los derechos del consumidor. Quiero ver si así, por añadidura, los propios empresarios agropecuarios no estudiarían la viabilidad de un tren hacia algunas de las terminales portuarias…
Lo mismo respecto al transporte carretero -al menos nacional, ya que el internacional de pasajeros tiene aún reglas bilaterales- y hasta el urbano: que transite el que cumpla estrictas normas y respete al pasajero, sea de acá a Rivera, o se trate de los taxis (ahora tan unida la patronal con el sindicato ultra izquierdista y pendenciero contra un aplicativo vía celular que mina su “poder”). Basta de limitar chapas de taxis o remises de forma paternalista o corrupta. Importa brindar buen servicio, no hacer extraños y extraordinarios equilibrios!!! Ya que apostamos a la conectividad aérea y marítima, sería bueno que una vez arribado a Montevideo ese turista o ejecutivo no quedase empantanado cuando caen dos gotas, por falta de taxis o remises, por la insuficiencia de chapas que graciosamente distribuye el Estado.
¿Por qué no pensar también que si no molestamos a posibles empresarios, hasta podríamos tener un tren urbano, entre Progreso y Montevideo, Pando y Montevideo, y Sauce y Montevideo, terminando con modesta inversión, las líneas en la misma Terminal Río Branco de buses?
¿Qué tal pensar en los casi 30 años perdidos discutiendo un tren de la costa para el que habría inversiones, si los lobbys de las omnibuseras, tan duchos en las internas partidarias, no hubieran metido sus pezuñas influyendo al Estado con diagnósticos truchos y fraudulentos?
Podríamos pensar que, en lugar de discutir durante décadas el Puerto de Aguas Profundas -talvez más cerca de La Paloma que lo que dice el gobierno que debe estar- deberíamos haber dejado a los privados su construcción, próxima a un hotel y un aeropuerto, aprovechando los potenciales 1650 metros de pista implementables en las vecinas dependencias aeronavales del departamento de Rocha.
El Estado, que amplía incesantemente sus fines secundarios y casi terciarios, es igual a aquellos que infestan e infectan el éter hablando de los “nuevos derechos de la diversidad” y todas esas paparruchadas: descuidan y desprecian los derechos básicos del ciudadano y los fines primarios del Estado, inmediatamente incumplidos. Mientras, las aventuras gubernamentales continúan. A costa nuestra…
Javier Bonilla |
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