A milenios luz de aquel "Lulinha paz e amor" marketineado en  2002, aquel que -no obstante el salvajismo de los Sin tierra y afines-  parecía un 2% más radical que un socialdemócrata, este Lula bolivariano y de barricada, emergente de una muy dudosa campaña, tendenciosa, sucia y llena de censuras, retaceos y favoritismo por parte de los organismos electorales que debían primar por garantizarla, da más la impresión de un hooligan inglés en un partido terminal que la de un estadista o un Páter Família cualquiera.
Los ministros, de un gabinete escandalosamente grande, de cerca de 40 miembros, donde a excepción de Relaciones Exteriores y Defensa no prima la moderación, tampoco, empezando por el poco presentable titular de Justicia y Seguridad (Interior, para nosotros) , el hasta hace poco ex gobernador maoista Flavio Dino, quien mucho antes de los hasta ahora poco y mal explicados disturbios del 8 de enero empezó a proferir preocupantes disparates, como que si las policías regionales no disolvían los campamentos opositores convocaría a agentes extranjeros -léase bolivarianos también- convenios mediante. Acto seguido, Dino, no conforme con este papelón/provocación visitó Interpol para que le entregasen rápido al periodista Allan dos Santos, exilado en Estados Unidos, luego que a fines de 2021 el controvertido y polémico  juez Alexandre de Moraes quisiera apresarlo, recibiendo como explicación que en Norteamérica es normal criticar fallos judiciales o administrativos a diario y que no había chances.
No conforme, Flavio Dino retiró los pasaportes de los corresponsales en EEUU de la Jovem Pan News Paulo Figueiredo y Rodrigo Constantino, sin motivo alguno. El mismo ministro, luego acusado de descartar un informe de la Agencia Brasileña de Inteligencia respecto a la inédita -tras 70 días de manifestaciones pacíficas en todo Brasil- posibilidad de eventos agresivos el día 8.
Y así en diversas alocuciones ministeriales (en las cuales se empieza a sugerir hablar con la "e" (el tonto, lejano y prepotente "lenguaje inclusivo"...) también se pasó a subir el tono.
El mandatario auspiciado por Drácula de Moraes, redobló la tensión al tratar, gratuitamente, a Bolsonaro, en cada ocasión, de "genocida", "fascista",etc...
Cuando sucedió el evitable desastre del 8 de este mes (no por primera vez en Brasilia, como se miente, sino ,asonadas que se repiten desde 2003, y con peculiar gravedad en 2017, cuando extremistas de izquierda querían deponer a su vicepresidente -que lo habían elegido con Dilma- Temer, incendiaron ministerios, plazas, comercios, etc. el tono de confrontación subió varias escalas, aún cuando se logró detener a numerosos manifestantes , y otros que no lo eran...
Luego de beneficiarse apartando al gobernador centrista de Brasilia y su staff de Seguridad y Defensa Civil por su  gente,y  de tendencia radical, y aunque las explicaciones y las complicidades inesperadas, ya no eran fáciles de digerir para el oficialismo (tanto que el propio Lula no quiere Comisión Investigadora), artistas beneficiarios de nuevos subsidios y otro tipo de "punteros" de la izquierda  dura, comenzaron, de Chico Buarque en adelante, a gritar contra una posible amnistía que pudiera otorgarse tras la actuación policial y fiscal, embretando más al gobierno hacia los extremos.
Un gobierno, que en los primeros días, ni ha cumplido con aumentar el salario mínimo (lo que recién haría el 1o. de Mayo) ni en rebajar el impuesto a la renta, sino todo lo contrario, en extenderlo hasta franjas que cobren poco más que salario mínimo. En la enseñanza, degradando la  representatividad de la educación para sordomudos y ciegos, extinguiendo la Secretaría contra el Analfabetismo  o prohibiendo impartir clases de robótica y programación en secundaria...
Un gobierno en el cual ya tiene lugar el despilfarro y la frivolidad, a días de asumido. Donde (como si Bolsonaro, Mourao y su gabinete hubieran vivido en una favela) la extralimitada "Primera Dama" impone  caras reformas en las residencias gubernamentales, ninguna de las cuales sufrió invasión alguna, e inclusive, cesando a militares que tuvieran relación con su mantenimiento más por el hecho de ser uniformados, que nada más, mientras el mismísimo Lula se niega a tener edecanes "por miedo a que lo maten"... Frivolidad, dije? Al menos cinco ministros ya usaron aeronaves de la flota presidencial para ir a sus ciudades de origen a pasear los fines de semana...
El tema parece que es más grave aún, porque cualquiera que se oponga a esto en voz muy alta, puede ser tratado de golpista e investigado por la barra juristocrática, sin mucho trámite, ni muchos que lo defiendan.
Muy raro todo... Como si para evitar un supuesto golpe de estado (más bien un muy serio, feo e indeseable desborde dañino, lleno de infiltrados y extremistas de ambos lados, fue lo que pasó) el actual gobierno estuviese dando un verdadero golpe, sin militares o policías, sino con una prensa dócil y ávida de publicidad, que ahora vuelve, lo mismo que para "intelectuales" y artistas, nuevamente subsidiados y  abundantemente. Gramscismo puro y duro, en el cual hay que recrear el relato ,mintiendo muchísimo, especialmente respecto al supuesto mal estado en que se recibió el país (difícil de creer que si hasta el día antes de votar los ex ministros de Economía, Paulo Guedes, de Infraestructura (el hoy gobernador paulista Tarcisio De Freitas ) o Marcos Pontes -de Innovación ,Ciencia y Tecnología- eran jugadores que todos querían tener en su cuadro, ahora se transformaron en Satanás... El relato del "hambre" (en el que todos los días, como por arte de magia, varían las cifras), e inclusive, dicen las malas lenguas y me cuesta creer, dejando de mantener grandes obras de ingeniería, como las que llevaron el agua al Nordeste, para que parezcan fracasos anteriores.
Todo, para crear descontento, tensión, resignación, impotencia, y una mecha encendida para el estallido social, como posible pretexto para reprimir a voluntad y tal como hizo el dictador Chávez, imponer el autoritarismo ad aeternum. Llegará Venezuela al Chuy?
No lo se aún...
Ahora....la paz en Brasil, parece estar muy lejos....!

• “¿Sabías que a tu cerebro no le importa si algo es realidad o fantasía?”

Un individuo sólo hace caso a lo que cree, a las creencias que posee, que no son otra cosa que “hábitos del pensamiento” (Bachrach, Estanislao. 2021. EN EL LIMBO. Penguin Random House Grupo Editorial. Pág. 62). Si crees que un amigo es bueno, tu cerebro buscará todo tipo de argumentos para demostrar que tienes razón. El cerebro ama tener razón, incluso a veces más que ser feliz. Por tanto, las creencias determinan lo que es verdad o fantasía para una persona. Entonces una persona a partir de sus creencias “crea su realidad”.
Las creencias en su mayoría y con fuerza, se originan durante la niñez. A medida que se crece, se remodelan, se mantienen o cambian. Lo relevante es que tus creencias están representadas en tu cerebro físicamente, por muy fuertes conexiones sinápticas, que al formarse tempranamente, se constituyen en verdaderos “cables de acero”, que constituyen tu “forma de pensar”. Ellas son las que te hacen sentir mal o incómodo frente a determinadas situaciones, y no las situaciones en sí mismas. Tus creencias, tu forma de pensar, son parte de tus experiencias pasadas, todo aquello que te sucedió en la vida, influyen en tu forma de interpretar y de dar sentido y significado a las circunstancias y hechos que te ocurren.
Son siempre tus creencias las que le dicen a tu cerebro qué es verdad y qué es fantasía, o sea qué es verdad para ti (Bachrach, Estanislao. 2021. Op. Cit. Pág. 27).
Se sabe que las neuronas están constantemente activas, estimulándose constantemente a diferentes niveles, velocidades e intensidades. A esto se llama actividad intrínseca del cerebro. Durante ésta, tu cerebro realiza millones de predicciones de lo que va a suceder inmediatamente, en función de las experiencias pasadas. Estas predicciones impulsan a tus neuronas motoras al movimiento de acuerdo al estímulo recibido. Si la predicción es errónea, tu cerebro tiene mecanismos para corregirlas  y realizar nuevas predicciones y nuevas acciones. Si tu cerebro no hiciese predicciones, irías por la vida sorprendiéndote constantemente. Tu cerebro predictivo te explica y enseña cómo eres.
La realidad es que tu cerebro no se sienta a esperar una situación sino que está todo el tiempo preparando múltiples predicciones  para actuar y percibir mientras recolecta evidencia para poder seleccionar entre ella.  En la vida real, los momentos no son independientes unos de otros sino que cada estado cerebral influye en el estado siguiente. Toda la información sensorial que recibes (vista, tacto, sonidos,  sabores, etc.) al llegar a tu cerebro son señales sensoriales continuas, ambiguas y con alta variabilidad. La verdad es que el cerebro predice antes que la información llegue a completar los detalles que faltan y buscando regularidades cuando sea posible.  Sólo de esta manera es posible experimentar un mundo de objetos, personas, música y eventos y no esa confusión ruidosa que existe realmente ahí fuera. Por tanto, para que eso ocurra, tu cerebro emplea conceptos que le brindan sentido a todas esas señales que estás recibiendo, de dónde vienen, cuál es su relación con el mundo y cómo actuar frente a eso. Dichas percepciones son tan vívidas e inmediatas que se cree que uno experimenta el mundo tal cual es y lo que en realidad se experimenta es el mundo de acuerdo a tus propias construcciones. Mucho de lo que se experimenta del mundo exterior comienza dentro de tu cabeza (Bachrach, Estanislao. 2021. Op. Cit. Pág. 152).
Cuando estás realmente enfocado,  tu cerebro no distingue entre tu mundo interno de la mente y tu ambiente externo (Bachrach, Estanislao. 2021. Op. Cit. Pág. 489).

i.            ¿A qué viene todo esto?
Es común que los políticos autodefinidos como “progresistas” (definición difusa e inconsistente si la hay) se declaren “socialistas”. Se cuidan de declararse marxistas, por el descrédito de dicha ideología (crímenes cometidos y dictaduras, declaración del 19/09/2019 del Parlamento Europeo).  
Las palabras dirigen las emociones y éstas conducen las ideas. El tema socialismo es cercano al tema  “igualdad”. Las personas son igualitarias por naturaleza, las sociedades desiguales nunca pueden funcionar bien debido al resentimiento y la insatisfacción. Igualdad moral, ante la ley, ante las oportunidades que debe ofrecer la sociedad. Machaconamente y con fines ideológicos,  se insiste sobre la conciencia del ciudadano común también con la “igualdad material”. Por tanto, el socialismo se asimila a igualdad.
Cuando alguien, sobre todo un político, se dice socialista, está resaltando su “visión igualitaria”. No obstante, he ahí un claro ejemplo de hablar de fantasía.
La igualdad material es una fantasía. Las personas no han sido creadas sino que han evolucionado. La evolución se basa en la diferencia, no en la igualdad. Cada persona posee un código genético diferente y desde su nacimiento está expuesta a diferentes influencias ambientales. Esto conduce al desarrollo de cualidades diferentes que significan diferentes probabilidades de supervivencia y de desempeño en la vida. La igualdad en todos los aspectos de la vida del hombre y en particular el económico es una concepción marxista – colectivista, por tanto es una fantasía.
“No hay en todo el mundo, manera de sustituir el modelo capitalista por ninguna otra fórmula; pero estamos en contra de ese modelo y, por consiguiente, vamos a aplicar otra fórmula; la que no hay” (Maggi, Carlos. 2011. Mutaciones y aggiornamientos en la economía y la cultura del Uruguay. Fin de Siglo. Montevideo. Uruguay).
El único “socialismo” que existió (U.R.S.S.) o que existe (Cuba,  Corea del Norte), es el marxista, comunista,  dictatorial.
¡OJO!: cuando un político dice que es socialista lo es en su “intención”, en su “fantasía”, la realidad concluye en gulags, paredón y hambrunas!
Las personas en gran número se comportan de una manera básicamente diferente a cuando se encuentran solas o en pequeño número. Toda cooperación humana a gran escala se basa en último término en creencias,  en fantasías compartidas. Se trata de conjuntos de normas que únicamente existen en nuestra imaginación, las creemos tan reales e inviolables como la ley de gravedad.      
Entonces políticos “fantasiosos” predican el socialismo y “las personas mantienen una fe inquebrantable  en afirmaciones absurdas porque se sienten respaldadas por una comunidad de creyentes con su misma mentalidad” (Kahneman, Daniel. Pensar Rápido, pensar despacio. 2012. Editorial Debate. México). 
Como hay mucha gente que cree lo mismo que yo (somos “progresistas”), llegan a la conclusión que su pensamiento debe ser objetivo. Ahí se crea  el nivel intersubjetivo, que depende de la interacción de muchos humanos y no de las creencias y sentimientos de los individuos. La vida de la mayoría de las personas tiene sentido únicamente dentro de la red de historias que se cuentan unas a otras. Cada ronda de confirmación mutua estrecha más aún la red de sentido, hasta que uno no tiene más opción que creer igual que todos los demás creen (pensamiento único). Los constructos imaginados que sostienen el orden social se van refinando. Los mitos y las ficciones acostumbran a la gente casi desde su nacimiento, a pensar de determinada manera, a comportarse de acuerdo a determinados estándares, desear ciertas cosas, y observar determinadas normas. Por lo tanto crean instintos artificiales que permiten que miles de extraños sean capaces de cooperar de manera efectiva. Antonio Gramsci  (Cerdeña, 22 de enero de 1891 - Roma, 27 de abril de 1937, filósofo, teórico marxista, político, sociólogo y periodista), uno de los fundadores del Partido Comunista de Italia, intuyó esto, por lo que es considerado como uno de los más destacados teóricos del marxismo por sus aportes teóricos en conceptos como “hegemonía cultural”. Así los marxistas buscan “adueñarse” de la cultura, conquistan el monopolio cultural a la par que empiezan a crear un relato.
Como nota pintoresca (tragicómica), este mismo partido comunista era contrario al aborto y a la contra-concepción en virtud de no querer que la mujer comunista fuera conducida a transitar la vida disoluta de los burgueses y en la actualidad, los neomarxistas (progresistas) las han enarbolado como unas de sus banderas.

ii.         De socialismo científico a religión ”progresista”
Si mi “realidad” surge a partir de mis creencias, ¿en qué creo yo? Dios como objeto de culto pertenece al pasado que se ha visto superado por el avance científico y las leyes inmutables que la ciencia va revelando.
La religión es cualquier historia de amplio espectro que confiere legitimidad superhumana a leyes normas y valores. Legitima las estructuras sociales asegurando leyes superhumanas. La religión asevera que los humanos estamos sujetos a un sistema de leyes morales que no hemos inventado y que no podemos cambiar.
Según Marx, “no podemos cambiar las leyes de la historia: los capitalistas continúan acumulando propiedad privada que trae conflictos de clase que determina su derrota por el proletariado”. Esto significa que el comunismo es una religión verdadera, que en su búsqueda intransigente de la verdad subvirtieron las leyes, los rituales y las estructuras tradicionales.
Las leyes comunistas de la historia se asemejan a los mandamientos de los dioses de las diferentes religiones, puesto que se trata de fuerzas superhumanas que los hombres no pueden cambiar por propia voluntad.
Tanto Lenin como Mao creían que “las opiniones de la gente  reflejan su educación y su entorno social, que tanto a ricos como a pobres se les lava el cerebro desde que nacen, a los ricos se les enseña a obviar a los pobres y a los pobres se les enseña a obviar sus propios intereses”.  En la política socialista el partido es quién sabe mejor lo que conviene y en la economía socialista el sindicato siempre tiene razón.
El mismo Gramsci reconoce la fuerza de la fe, en una nueva deidad intramundana: “la racionalidad de la historia, que debe ser apoyada por una fuerte actividad volitiva”.
"El progresismo se ha transformado en la religión de una época privada de experiencias de lo sacro, se ha convertido en la esperanza de estos tiempos desesperados, de una civilización sin Dios”.
"En el ámbito de la cultura postmoderna, el odio es reservado a quien no se arrodilla delante de las verdades reveladas de la religión que se autoproclama progresista".

iii.           “La neurociencia ha demostrado que se puede cambiar el cerebro cambiando la forma de pensar”. (Bachrach, Estanislao. 2021. Op. Cit. Pág. 489).
Las nuevas teorías neurocientíficas afirman que el cerebro está organizado para reflejar el medio ambiente en que se vive. Las relaciones con otras personas, los lugares que se frecuenta, y todas las experiencias están configuradas en lo plástico de tu cerebro, tal es así que puede afirmarse que “tu cerebro es igual a tu ambiente”. Por tanto, luego de quince años de “hegemonía cultural progresista” al tope,   sea común a todo nivel, incluido el gobierno actual, los discursos “políticamente correctos”.
Para pensar en el cambio se cuenta en la cabeza de cada uno con una maravilla de flexibilidad, adaptabilidad y neuroplasticidad que permite reformular y reconstruir tus conexiones neuronales  para tener los comportamientos deseados. Los propios científicos se asombran de la capacidad que se tiene para alterar el cerebro, tus acciones, incluso tu personalidad, y de esa forma la realidad de cada uno.   
Cuanto más se piensa, se imagina o se construyen imágenes mentales de un comportamiento en un evento futuro, más fácil resultará realizar ese comportamiento.
Cuanto más soñemos con la libertad, más libres seremos!
“Comprender el mundo real tal como es, no como desearíamos que fuera, es el comienzo de la sabiduría”. Bertrand Russell