"Un comandante internacional está ganando en promedio 250 mil pesos por mes, es decir U$S 14.705. Estos son los que no quisieron tomar los vuelos y dejaron los aviones en todos los aeropuertos europeos y americanos".
Con esa frase, el presidente de Aerolíneas Argentinas, Mario Dell'Acqua, dejó en claro que el conflicto con los sindicatos aeronáuticos -principalmente con los pilotos- llegó a un punto de no retorno. No sólo los cuestionó por haberse negado a tomar los vuelos en adhesión a la huelga que debía ser de 24 horas, sino que los acusó por, de hecho, extender esa protesta a "36 o 48 horas".
Es que la maniobra fue porque los pilotos decidieron no volar durante el paro que comenzó la medianoche del martes. Debido a esa resolución, la compañía tuvo que suspender todas las operaciones que tenían el riesgo de quedar con pasajeros varados. Así, se interrumpieron más de 50 vuelos de cabotaje e internacionales.
Mario Dell'Acqua calificó como "una actitud realmente irrazonable" el paro convocado en reclamo de aumentos de salarios y anticipó que se descontarían los días no trabajados por la medida de fuerza. El ejecutivo confirmó que la empresa ofreció entre 16 y 20 por ciento de mejora en los sueldos y recordó que esa suba se haría sobre el 42 por ciento que se otorgó el año pasado.
Para el presidente de Aerolíneas, la huelga la lidera "un grupo de dirigentes gremiales acostumbrados a otros métodos" y los acusó de haber tenido "una reacción que nos daña como compañía y daña a los pasajeros, y también a los propios trabajadores que dicen defender, porque pierden el día".

Se descontarán los días no trabajados y se evalúa acudir a la Justicia
El presidente Dell'Acqua, cuestionó igualmente a los cinco sindicatos aeronáuticos que paralizaron los vuelos en todo el país. Insistió con que la medida de fuerza "no es solo gremial". Hace un mes, cuando una serie de asambleas afectó a miles de pasajeros, había vinculado a los sindicatos con el kirchnerismo.
"Con saña, una vez más, estos gremios acostumbrados al apriete y a la extorsión nos dicen que van a parar a partir de la medianoche y empiezan a las 6 de la tarde. Así anularon todos los vuelos internacionales en un mandato de APLA. Esto no pasa desde 1986", reclamó el ejecutivo en declaraciones a Radio Mitre.
En ese sentido, Dell'Acqua dijo que el hecho de haber adelantado la medida de fuerza le "hace pensar que no es por dos o tres puntos más de salario que están peleando" los sindicatos. Por esa razón, en Aerolíneas están pensando "en tomar alguna medida judicial".
"La negociación venía bien y esta semana tomaron una postura totalmente irrazonable. Si te dicen: 'Me dan lo que yo quiero o rompo todo', ya no hay manera de negociar", remató.

Los cinco gremios aeronáuticos más grandes de Argentina paralizaron los vuelos de Aerolíneas Argentinas y Austral todo el martes –e incluso el lunes a la noche- y dejaron en tierra a más de 40.000 pasajeros, lo cual le ha generado a la compañía una pérdida de 5 millones de dólares, según dijo el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, quien acusó a los sindicatos de querer “destruir” la empresa, mientras que del otro lado amenazan con nuevas medidas de fuerza para la semana próxima.
El ministro de Transporte planteó que “uno esperaría un espíritu de sentarse en el mismo lugar de la mesa y ver cómo seguir haciendo grande a Aerolíneas, y no un sector que busca destruirla tomando de rehenes a miles de personas a las que les complicaron enormemente la vida (…) Hay saña, lo que se busca no es trabajar con Aerolíneas sino en contra de Aerolíneas Aegentinas, afirmó el ministro.
En lo económico el impacto del martes aparejó una pérdida de 5 millones de dólares, sin perjuicio del deterioro de la imagen, punto en el que también había puesto el foco el presidente de la empresa Mario Dell’Acqua al sostener que el paro puede quitarnos pasajeros en el futuro inmediato.
Tras el parate, que afectó a Aerolíneas Argentinas y que tuvo como base un tema salarial –rechazan un aumento del 16% porque piden el 26%-, los gremios advirtieron que podrían replicar la medida la semana próxima y que será un fin de año “complicado”.