La Junta de Transparencia y Ética Pública (Junta Anticorrupción) uruguaya ha manifestado que, en el proceso de selección de los particulares ante la crisis de Varig, se asociaron con Pluna en 2007 (el controvertido grupo Leadgate), durante la presidencia de Tabaré Vázquez (2005-2010), muy probablemente se violó el principio de concurrencia e igualdad de oferentes, lo cual significaría  “vulnerar el principio de transparencia” por parte de diversos jerarcas estatales en la época. Afirma también que estas faltas alcanzan al entonces directorio de Pluna Ente Autónomo, al ex presidente de la República, así como a  los ex ministros de Economía (el actual vicepresidente Danilo Astori) y  de Transporte y Obras Públicas (Víctor Rossi), ya que ambos aprobaron y auspiciaron el procedimiento y sus instancias previas. Para el organismo la designación del socio privado, por parte de la consultora  Ficus Capital, no fue objeto de “ningún control”, ni tampoco se difundieron las características de otras propuestas manejadas en ese proceso (época en la que otras aerolíneas internacionales manifestaron quejas acerca de no ser atendidos a nivel oficial). El análisis llega hasta  los actuales convenios de indemnidad, firmados en 2012, entre el gobierno actual y los ex socios privados de Leadgate, incluyendo los contratos con otras empresas celebrados por éstos durante su gestión, cesada a mediados de 2012. Se alude también a las responsabilidades de los jerarcas de la petrolera estatal Ancap, que recibieron, luego de haber cortado el suministro a Pluna por falta de pago, en al menos  dos oportunidades, el pago de combustible con cheques a cobrar en 180 días.
La Jutep entendió “objetable” que el mismo abogado de Leadgate y el hoy indagado ex CEO de Pluna, Matías Campiani, Ricardo Olivera, haya redactado la ley concursal de Pluna a su cierre, cosa que condenó enérgicamente toda la oposición, en su momento, sin éxito. Asimismo, al examinar también el pago de combustible con cheques a 180 días por parte de Leadgate, que también es objeto de indagatoria judicial, señala que, probándose lo denunciado, se habría proporcionado inequívocamenteun “tratamiento preferencial a una empresa incumplidora, en perjuicio también de otros agentes privados que no reciben el mismo crédito”.
La dependencia define como de probable mala administración acordar una forma de pago no convenida contractualmente, “teniendo presente también los antecedentes de la empresa como deudora de ANCAP y su situación económica”. Por ello, expresa, no solo cabe responsabilidad a los gerentes de ANCAP, sino también los jerarcas de la  estatal, como el presidente Raúl Sendic (Jr.) y los  directores que aprobaron esta cuestionada medida.
Además se analizan posibles lesiones al interés público, al principio de imparcialidad e ilegalidades potenciales.

N de R.: En las últimas horas,a propósito de este tema, profesionales muy bien informados, nos confiaron con un alto grado de certeza, que la próxima situación de Matías Campiani ante la Justicia sería en extremo complicada.

Al número uno del Poder Ejecutivo le decimos: “Sí, se puede”. Me comentó un Senador de la República en 2008 que idénticas palabras fueron pronunciadas en un cocktail oficial por el anterior presidente. La diferencia es que unas fueron públicas y las otras no, propio de su estilo socarrón.
Sin embargo, la continua incapacidad demostrada por la izquierda para gobernar sólo tiene por objetivo mantener cautivos a miles de ciudadanos para perpetuarse en el poder sin ningún propósito que tan sólo gobernar con ideas obsoletas y una filosofía de boliche y achate.
Sí, se puede, vivir en un país donde exista seguridad en todos los barrios y en la campaña, y en el que los delincuentes, tengan la edad que tengan, enfrenten sus penas con trabajo y educación el tiempo necesario para reinsertarse en la sociedad como ciudadanos de bien. Hoy el Ministerio del Interior tiene el presupuesto más alto de su historia y el número de guardias privados es igual o mayor a los efectivos policiales. Si tuviéramos un Ministro preocupado por la seguridad de los ciudadanos y no por construirles a los efectivos casas baratas y de mala calidad, y dedicara el 100% de su tiempo a la labor que se le ha encomendado, el Presidente tendría un logro no demasiado difícil cumplido en relación al desastre de su antecesor. De nada valen las comparaciones de que estamos mejor que en Venezuela pero no tan bien como en Suecia.
Sí, se puede, vivir con una inflación más baja y un menor endeudamiento público si los legisladores de izquierda junto con el Poder Ejecutivo disminuyeran el gasto público (fiscal y parafiscal) y no tiraran a la marchanta cientos de millones de dólares tomados de los trabajadores sociales a través del IRPF, el IVA y de nuevo endeudamiento a tasas siderales en dólares del 9% anual.
Sí, se puede, comenzando por Ud., intentar mejorar sus expresiones públicas y convertirse en un ejemplo para los jóvenes, y no el continuo y profundo slang perjudicial para el conocimiento y formación de ellos.
Sí, se puede, gobernar la educación con adecuados planes didácticos y de avanzada como los existentes en el primer mundo que Ud. prometió en su campaña.
Sí, se puede, controlar las actividades de las empresas públicas, sus costes y sus gastos a través de un manejo responsable, y como buen padre de familia cuidar el destino de los fondos sin hacer piruetas para adecuarse a las leyes, caso ANTEL, que en vez de reducir las tarifas públicas se dedicará a la construcción de un estadio para pocos, que la intendencia frentista no supo ni cuidar (el anterior Cilindro) ni construir uno nuevo.
Sí, se puede, lanzar nuevas ideas y proyectos a la opinión pública. Necesitan primero ver si son legales, si se adecuan al marco jurídico, si dentro de la coalición son elegibles. No se pueden tirar las ideas como si el Uruguay fuera un gran boliche y Ud. su pregonero.
Sí, se puede, descentralizar la burocracia a través del permiso de decisiones propias en cada rincón del país basadas en las leyes, decretos y resoluciones. No se puede continuar con el centralismo montevideano que tanto daño le hace a la República.
Sí, se puede, reformar el Estado, pero no a través de una sola ley madre o decretos. La Reforma del Estado que Ud. pregonó la ha olvidado, y la misma quizás no necesita una ley marco sino que se debería trabajar en los cambios burocráticos todos los días para beneficiar a los ciudadanos que Ud. gobierna.
Sí, se puede, con el formidable presupuesto que recibe el Ministerio de Salud Pública y ASSE beneficiar a los pacientes de todo el país con mejores hospitales, últimas tecnologías, servicios que consideren al paciente y no sean sólo un número de las estadísticas oficiales.
Sí, se puede, controlar el ingreso de drogas dada la reducida extensión territorial de nuestro país y no proponer leyes que permitan consumirlas sin contar siquiera con el consenso de su coalición.
Sí, se puede, comenzar con una política exterior que procure alcanzar Tratados de Libre Comercio (TLC) con la mayor cantidad de países posibles donde prime el interés nacional y no la filosofía política o el amiguismo ideológico.
Sí, se puede...

En las noches montevideanas, cada vez más oscuras, se siente la respiración de la ciudad. Es como un enorme animal que se retuerce, se encarama en los montes y se queja con gritos sordos y amenazantes.
Con la luz del día, miramos cómo los ranchos crecen y crecen cada vez más, como hongos que se tambalean. Mientras tanto, la ciudad humea, repleta de vehículos detenidos en interminables colas que no llegan a ninguna parte. Hay violencia, insultos, discursos. Y la señora que "detenta" el cargo de Intendente nos mira desde arriba del palacio municipal, como un alma especial y superior, y hasta inteligente.
La ciudad es una hembra perforada de humedades, huecos y misteriosas cavernas, que amenaza con devorarnos. Todos los días desaparece algún carro en los abismos de asfalto que se abren de pronto en cualquier calle.
La ciudad se desdobla en sus esquinas más oscuras. Es allí donde habitan los malabaristas que juegan en los semáforos, los ni-ni acuclillados que extienden sus desoladas manos, los niños que duermen en cartones, los indigentes de ojos desorbitados que nos interrogan como ángeles caídos. También hay esquinas habitadas de monstruos. Seres tenebrosos que roban, matan y vagan por la ciudad, perseguidos por las drogas.
Y sobre todo están las alcantarillas, que son el espejo de la Intendencia comunista. Las que tragan incautos que pisan sus tapas rotas. Innumerables cuerpos que caen y se atascan en las fétidas cloacas bajo las calles.
Sólo algunas personas sobreviven. Amoratados y mutilados, los sobrevivientes de las alcantarillas municipales a veces emergen de las profundidades, aterrorizados. Se les reconoce por su andar incierto y porque vagan como fantasmas por la ciudad, mirando siempre el piso, esquivando rejillas y tapas de acero, sin levantar jamás la vista de la acera, no sea cosa que la perversa ineficiencia municipal los devore nuevamente.
El otro día tropecé con uno de estos seres. Recién salido de un hueco, se me acercó cojeando y chorreando pestilencia. Me contó que nadie lo escuchó gritar. Que se creyó en el infierno y compartió los suspiros, llantos y gritos de otros montevideanos condenados a sufrir la perversidad municipal. También oyó las palabras de dolor, insultos, bramidos de ira y lejanas voces de la gente en las calles. Vio al fantasma de Dante, que lo ayudó a salir. Y ahora que está afuera, ya no está muy seguro de si el infierno queda arriba o abajo de la alcantarilla.

"Al presidente de la República no le llegó absolutamente nada. El día que le llegue ya ha dicho que va a tirarla a la papelera". (Mujica, la Nación 6 de diciembre de 2010).
Pero como te digo una cosa te digo la otra, hoy nos despertamos con la noticia que el Presidente mandaría un proyecto de ley en tal sentido al Parlamento, en esta semana (diario El País, Titulares 13 de mayo de 2013).
Ha dicho también que la mejor ley de prensa es la que no existe, pero bien se sabe que las palabras se las lleva el viento. Hoy es bueno, parece ser, que tal normativa exista.
Pero este no es cualquier cambio, toca una de las libertades más sagradas dentro del ordenamiento jurídico nacional y me atrevería a decir universal. Se trata de la ley de prensa, que no es otra cosa que una forma de expresión de la libertad de pensamiento. Se trata de una libertad inherente al ser humano, inherente a su condición de tal y no admite limitación, salvo en aquellos casos que su exceso dañe otros valores de los seres humanos, cosa que ya hoy se encuentra regulada por nuestra legislación y se delega a los jueces independientes de todo otro poder del Estado, su control. Hoy con este anuncio se prende una luz amarilla en nuestra sociedad. Recordemos que en el golpe de estado de 1973 fue de las primeras libertades que el régimen ilegítimo conculcó, junto con la libertad de reunión. Ello significó tener que sobrevivir durante 13 años de oscurantismo. Parece mentira que aquellos que más sufrieron la falta de libertades y de garantías inherentes al ser humano sean hoy los que pretenden limitarla, desconociendo o ignorando lo que su falta significa. Se dirá que dentro de los 180 artículos que dice tiene el proyecto, no se cercena tal libertad, pero hay formas más sofisticadas de hacerlo, por ejemplo, designando quien o quienes pueden ser titulares de un medio de comunicación, o no autorizando el registro de un medio escrito y por tanto impidiéndole salir. No es nuevo que bajo la consigna de “democratizar los medios”, se oculten verdaderos intentos de coartarlos, de limitarlos. En la historia existieron sobrados ejemplos de esto.
Muchos creímos, luego de 1985, que la lección había sido aprendida por nuestros mayores y que de este tema, el de la libertad de pensamiento, solo se hablaría en círculos académicos o instituciones con objeto ligado a ellas. Pero, debo reconocerlo, me equivoqué; hoy debemos prepararnos para luchar por ella como lo hicieron aquellos hombres que en 1789 redactaron la Declaración Universal de los derechos del Hombre y del Ciudadano.
Hoy está en juego la libertad de prensa, no la libertad de los dueños de los medios de prensa, hoy con falsos nombres que encubren la real intención puede estar en juego la libertad de expresión del pensamiento, y a este intento le debemos decir la sociedad toda: NO.