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| Rafael Rubio |
| Plan Invierno, salud, oportunidad e innovación |
- “La importancia de la plasticidad del cerebro está subestimada”. Óscar Marín.
i. Plasticidad neuronal
El cerebro es el órgano del comportamiento y el repositorio de la memoria y del aprendizaje. Cuando adquirimos nuevos conocimientos, dominamos una nueva habilidad o guardamos algo en la memoria, el cerebro cambia de forma real y física para que aquello ocurra (Bachrach, Estanislao. 2014. ENCAMBIO. Editorial Sudamericana Uruguaya S. A.).
Aprendizaje y memoria, crean sinapsis que son cadenas de neuronas que provocan cambios permanentes a través de la repetición. Esto determina que las diferentes profesiones modelen sus cerebros en función de las tareas que les son propias y realizan todos los días. Si tocas un instrumento muchas horas, se “formatean” determinadas áreas de tu cerebro, que controlan tus dedos, labios, lengua, etc.
En definitiva, lo que “pienses o hagas” en forma recurrente, esculpe tu cerebro.
Las neurociencias descubrieron también que nuestro cerebro se transforma de manera constante: la experiencia y el ambiente modifican los circuitos neuronales y regulan la expresión de nuestros genes. Un cerebro que no cambia, es un cerebro que está muerto (Burnett, Dean. 2018. El cerebro feliz. Paidos. Argentina).
ii. Pobreza
Se asume que la pobreza no es simplemente un déficit de dinero, centrarnos en eso es restar trascendencia a otras dimensiones esenciales para el desarrollo humano (Manes, Facundo y Niro, Mateo. 2018. El cerebro del futuro. Grupo Editorial Planeta S.A.I.C.). Las personas más pobres están expuestas a una falta de recursos de muchos tipos: educativos, nutricionales, de ocio... Todo ello supone un obstáculo para el desarrollo cerebral, siendo un lastre para el rendimiento cognitivo.
En las últimas décadas se avanzó en el estudio del vínculo entre el estado socioeconómico familiar, el desarrollo del cerebro y las habilidades cognitivas. Los primeros años de vida son invaluables para reducir el impacto de la pobreza en el desarrollo humano. Algunos de estos aspectos se modifican con intervenciones que tengan en cuenta al individuo y su entorno particular, y nunca se consideran tarde para ser revertidas (Manes, Facundo y Niro, Mateo. 2018. Op. Cit.). Para combatir la pobreza es necesario considerar toda su complejidad. Entender esto ayuda a explicar porqué el fracaso de algunas intervenciones. Los programas de mayor éxito consideran la multidimensionalidad de la pobreza y por tanto combinan estratégicamente acciones para el desarrollo de la primera infancia, la nutrición temprana, la salud, la educación de calidad, la vivienda, la infraestructura y los servicios. Por ejemplo, vivir en un asentamiento determina una vida miserable, no obstante hacerlo en situación de calle es peor. En el primer caso, se vive en comunidad, se socializa, existe un sentimiento de pertenencia a un grupo. Vivir en la calle significa la exclusión total, la calle invade tu cerebro. El ambiente se “mete” en el cuerpo y cómo la mente se enlaza con el organismo para crear una nueva situación, se genera adicción, habituación a las condiciones de esa vida con desarraigo social y exclusión. De estos hombres enfermos, se debe considerar desde lo molecular a lo social. Para cambiar su manera de pensar, se debe cambiar su cerebro. Cuando cambia el cerebro, cambia el cuerpo y por tanto se dice que al cambiar la mente se cambia la biología. (Bonet, José. 2015. Cerebro, emociones y estrés. Ediciones B Argentina S. A.). Los hábitos pueden modificarse en ocho semanas (Bachrach, Estanislao. 2014. Op. Cit.), no obstante a mayor edad que comiencen los cambios, de más tiempo se requiere.
iii. La pobreza acorta la vida más que la obesidad, el alcohol y la hipertensión
La pobreza es un factor determinante de la salud pero no se combate como tal. La evidencia científica es robusta: la pobreza y la desigualdad social perjudican seriamente la salud. Sin embargo, las autoridades sanitarias no ponen el foco sobre estos factores sociales tanto como lo hacen sobre otros cuando tratan de mejorar la salud de los ciudadanos. Un macro estudio sobre 1,7 millones de personas, que publica la revista médica The Lancet, vuelve a la carga con este problema descuidado: la pobreza acorta la vida casi tanto como el sedentarismo y mucho más que la obesidad, la hipertensión y el consumo excesivo de alcohol. El estudio supone una crítica a las políticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) por no querer incluir en su agenda este factor determinante de la salud tan importante o más que otros que sí forman parte de sus objetivos y recomendaciones.
"El bajo nivel socioeconómico es uno de los indicadores más fuertes de la morbilidad y mortalidad prematura en todo el mundo", asegura el estudio.
Del mismo modo que se puede promover el abandono del tabaco o el deporte entre la población, el artículo defiende que la pobreza también puede modificarse.
La elección de estos factores no es casual: son los tomados por la OMS para combatir las enfermedades no contagiosas en su plan para reducir su incidencia en un 25% para el año 2025, el llamado objetivo 25x25. "Nuestros hallazgos sugieren que las estrategias y acciones globales definidas en el plan de salud de la OMS excluye un importante determinante de la salud de su agenda", critican los investigadores, liderados por Silvia Stringhini, del Hospital Universitario de Lausana. Y añaden:
"La adversidad socioeconómica debe ser incluida como un factor de riesgo modificable en las estrategias de salud local y global, las políticas y la vigilancia del riesgo para la salud".
iv. Oportunidad
La pandemia tensionó el sistema sanitario del país. En algunos casos lo condujo a sobredimensionarse. Nada será como antes. El nuevo tiempo exige nuevos desafíos, la idoneidad y compromiso de los profesionales de la salud son garantes de estos desafíos que se avecinan: “sanar pobres”.
También por causa de la pandemia, los residenciales de tercera edad en la actualidad poseen un treinta por ciento de capacidad ociosa y le reclaman a la sociedad que les brinde apoyo.
v. “La imaginación al poder”
. Se viene de una serie de años de pensamiento único ideologizado en extremo. En algunos casos trajo parálisis por reflexión, en otros grandes dislates por un voluntarismo desbordado.
Se requiere apelar a la única fuente de mejora sostenida en el tiempo, a la única que brinda ventajas competitivas continuas a lo largo de los años a las organizaciones, a la que con necesidades crecientes y recursos más escasos permite mejorar: INNOVACIÓN.
Hemos leído casos europeos en los cuales “asocian” residencias estudiantiles con centros de personas de tercera edad. El desarraigo y soledad de los jóvenes estudiantes, se ralentiza con abuelos putativos, quiénes solamente por la oportunidad de conversar y satisfacer su curiosidad con los jóvenes, alimentan sus cerebros sociales, logrando una mayor reserva cognitiva imprescindible en esos momentos de su vida. Se trata de una relación bidireccional, jóvenes reciben atención y los abuelos consiguen atenderlos, todos salen ganando.
Se puede pensar que esto, debido a las diferencias de edad y las diferentes vidas sociales, es muy complicado,
¿Qué cosa simple o muy sencilla vale la pena?
Se propone alojar a las personas en situación de calle en la capacidad ociosa de los residenciales de ancianos. A estas personas se le mejoran las condiciones de aseo personal, se controla su salud, se le instalan hábitos de conducta social. Si las personas en situación de calle son adultos mayores, se integran como tales. Si son de menor edad se alojan ahí, se alimentan, socializan en una relación ganar – ganar con los abuelos, participan de las actividades lúdicas que son frecuentes en estos ámbitos y se les pasa a buscar para llevarlos a centros de formación y capacitación. Cuando tengan trabajos y se manejen en forma independiente, pueden abandonar los residenciales. Los residenciales poseen personal calificado, nos consta la paciencia y el amor que brindan a sus huéspedes. El Ministerio de Salud Pública y el MIDES complementan todo lo extra y especial que se requiera. Se reitera, ¿qué cosa simple o muy sencilla vale la pena?
Además de los beneficios que se describen, a su vez permiten otras cosas.
Se dice que el pueblo uruguayo es solidario. Se verá si los familiares de los ancianos permiten que éstos convivan con gente originalmente en situación de calle. Se descarta que los abuelos se verán encantados de cumplir tal tarea, para la mayoría será la última buena acción que realicen en sus vidas.
Además, en el invierno del año 2022, nos libraremos de ver por televisión a los Ministros del Interior y Defensa Nacional recolectando compatriotas en situación de calle. Si lo hicieran, dejarían en evidencia a sus colegas de Salud Pública y del MIDES por no hacer lo que deben hacer.

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| Caminar de espaldas |
Como hemos señalado en artículos anteriores, derogar la LUC es, citando a Paul Valery, entrar a un nuevo tiempo caminando de espaldas.
En seguridad, derogar la LUC es desandar lo que avanzó Larrañaga y volver a los tiempos de Bonomi, con jolgorio narcotraficante y largas explicaciones sobre ajustes de cuentas, mientras aumentaban las rapiñas. En educación, la propuesta empieza por eliminar las Direcciones Generales y retornar a los Consejos de las diversas ramas, con el predominio gremial, abusivo y paralizante, que en el caso de Fenapes en Secundaria ha quedado en absoluta evidencia.
Hay otros aspectos, también muy relevantes, como la llamada regla fiscal. Es un mecanismo para que el gobierno cada año establezca una meta indicativa de resultado fiscal, tanto para la Administración Central como para los Entes, con un Comité de Expertos que fija los criterios para evaluarlo. Cada año, en la Rendición de Cuentas, habrá que dar cuentas de cómo se dio cumplimiento a las normas. La pregunta es: ¿qué tiene de malo? El Frente Amplio dice que puede ser inefectivo. Naturalmente, no resuelve la enfermedad, pero la pone en evidencia. Es el termómetro: no cura pero mide la fiebre y, por tanto, permite el contralor de la opinión pública. Se hace por vez primera. Derogarlo, ¿no es acaso otro retroceso?
La libertad financiera era un reclamo que oímos a lo ancho y largo del país. Especialmente, pequeños comerciantes y de trabajadores zafrales obligados a la bancarización preceptiva de sus haberes de cobro, vivían enormes dificultades prácticas. Los artículos 215° y siguientes dan la opción a los empleados y a los profesionales para cobrar en efectivo. Quien quiera seguir con cobros electrónicos o pago por cheques, no tiene problemas, pero se gana una libertad. ¿Es malo poder elegir el medio con que se cobra el sueldo?
Tenemos luego la discutida norma sobre los piquetes, que calca el Decreto 76/017 de marzo de 2017 del gobierno del Dr. Vázquez, cuando -aparentemente- estaba bien defender la libre circulación de calles y carreteras, mientras que ahora es ahogar las libertades públicas... El decreto del Frente Amplio autoriza "la adopción de las medidas pertinentes a los efectos de preservar el uso público de las calles, caminos o carreteras cuyo tránsito se pretenda obstaculizar o interrumpir por personas, vehículos u objetos de cualquier naturaleza, estableciendo la comunicación a la Justicia en forma inmediata a la actuación". La única diferencia con lo anterior es que ahora se trata de la jerarquía de una ley. El objetivo es el mismo de siempre: restablecer el justo y legítimo equilibrio, garantizando la coexistencia de dos libertades: una, la de manifestarse públicamente, y otra, la de circular en los espacios públicos. Son simples normas de convivencia en una democracia.
También hay una norma de restablecimiento de derechos, muy importante, en el art. 392° que garantiza el "ejercicio pacífico del derecho de huelga, el derecho de los no huelguistas a acceder y trabajar en los respectivos establecimientos y el derecho de la dirección de las empresas a integrar a las instalaciones libremente". A los gritos se habla del cercenamiento del derecho de huelga, cuando lo que se rescata es el incuestionable derecho del trabajador que desee trabajar a poder hacerlo. ¿Con qué argumento se le niega? ¿Con qué razón se impide también que la dirección de la empresa pueda acceder a ella y mantener actividades imprescindibles, vitales en ocasiones para su sobrevivencia?
En materia de alquileres se añade un derecho. No se toca la actual legislación, que permanece vigente en todos sus términos, no obstante el caudal de falsedades que ha lanzado el Frente Amplio en su campaña de recolección de firmas. Han tergiversado descaradamente la realidad afirmando que se cambiaban todos los plazos, cuando nada se modifica de los derechos existentes. Lo que se hace en los artículos 426° y siguientes es crear un nuevo régimen especial de arrendamientos para que la gente que quiere alquilar pero no tiene garantía, pueda hacerlo. Como es notorio, los propietarios, difícilmente aceptan un arrendatario sin esa garantía. Ahora se les induce a aceptar esa posibilidad en la medida que tienen un régimen especial de desalojo abreviado en caso de incumplimiento o vencimiento del contrato. Resulta ser un beneficio para un arrendatario que de otro modo no accedería a una vivienda. El propietario es verdad que tiene facilidades para el desalojo por incumplimiento, pero como no tiene garante, tampoco tiene a quien eventualmente reclamarle por eventuales daños a su propiedad.
Se establece el "derecho a la portabilidad numérica", o sea que el usuario de telefonía móvil puede preservar el número, sea cual fuere la empresa que le presta el servicio. Es un hecho que cambiar de prestador es complejo y en algunas actividades profesionales, casi imposible por la pérdida de los contactos. Se trata entonces de ampliar la libertad del usuario. ¿Qué tiene de malo? Se dice que perjudica a Antel, porque es el que tiene mayor cantidad de usuarios, pero dando un buen servicio, como da, no tendrá problemas. En cambio, el ciudadano gana en libertad.
En otros artículos seguiremos comentando otros aspectos de la ley, cuya derogación hoy también sería un retroceso muy grave. Ese es el gran tema: estamos ante una ley que reconoce derechos, que responde a necesidades públicas, que refleja las ideas del gobierno que fue electo por el pueblo para cumplir un programa que se refleja en estas normas. El referéndum es un intento de poner un palo en la rueda para que descarrile un tren que marcha sobre los mismos carriles que propuso y votó la ciudadanía. No hay un real ejercicio democrático sino la búsqueda de una revancha política. Y eso es malo. Muy malo.
Julio María Sanguinetti
(Nota compartida con Correo de los Viernes) |
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