".... a pesar de haber/nos
Hecho, todo, todo, todo
Lo que hicimos
Aún somos
Los mismos y vivimos
Como nuestros padres"
Belchior
Por más vueltas que le demos y siendo tan positiva toda preocupación ecológica como creciente su importancia, e inclusive su degradación local en estos últimos lustros, cabe preguntarse si es realmente necesario elevar -por relevante, justamente- esta inquietud al rango de "Ministerio".
Ciertamente, el papel de la Dinama -más preocupada en dictar una pésima ley de bolsitas plásticas, aprobada por casi unanimidades parlamentarias no muy doctas, que en las pasteras o en el agua potable- no ha sido encomiable, sino todo lo contrario. Tampoco puede pretenderse gran destaque de una entidad hasta ahora adosada casi como un apéndice a otra ministerial, relativamente joven.
Ahora, por el valor estratégico de la temática ambiental -máxime cuando aspiramos a venderle al mundo un "Uruguay Natural" que ya casi no existe- especialmente en el muy maltratado río que nos da nombre, así como en otros que van a aportar a la Cuenca del Plata (y lo que queda del principal que nos atraviesa de noreste a suroeste....), o en producciones que, cada vez más seguido, Europa nos rechaza por trazos de agrotóxicos prohibidos, no debería crearse un "Ministerio".
Asuntos Ambientales, por eso mismo, debería integrar (sería más eficaz y mucho más barato!) la pléyade de Agencias y Secretarías directamente adscriptas a Presidencia. Como OPP, Inteligencia, como la presupuestalmente alicaída Agesic -sobre la cual, con o sin recursos, recae buena parte de la modernización del Estado- ANII o Secretaría de Ciencia y Tecnología. No cuento a las múltiples dependencias de declamados Derechos Humanos que giran en ésa y similares órbitas, porque son artilugios redundantes para acomodar gente, desde ongs hasta viudas "ilustres". Ahora, el resto de los organismos citados, y otros que se puedan concebir, temporal o permanente, en ese entorno han ganado creciente protagonismo, han generado otros enormemente respetables, como el Grupo Asesor Científico Honorario, y han demostrado una flexibilidad casi imposible de lograr a nivel ministerial, así como una imprescindible agilidad en sus procesos. La misma que se precisará potenciar, ya ambientalmente hablando...
No sólo para recuperar -y con todo derecho- aguas limpias, tierras sin venenos (cuyos productos valgan cada vez más) bahías sin refinerías, localmente muy discutibles, cielos sin residuos, suelos sin erosiones o desgastes innecesarios, sino para poder simplemente... ser viables! Más allá de las dificultades enormes en instrumentar el famoso acuerdo Unión Europea /Mercosur (con todos los vaivenes imaginables), a fines del año próximo entrará a regir en aquel continente, una legislación ambiental híper exigente, a niveles desconocidos hasta ahora, que, de no seguirla, relegará la producción agropecuaria nacional al África, al Caribe, al mundo musulmán y parte del sudeste asiático... De no entenderlo y decir esa verdad, estamos en el horno y quemados.
No parece un Ministerio, que, nuevamente votaron todos por unanimidad (cosa peligrosa, si las hay...) la estructura más adecuada. Menos para repartir cual botín, entre jerarcas partidarios que poco entienden de la materia. Y no me vengan con que "no importa, vienen asesores", porque son una de las perversiones y curros que apestan a nuestra administración. Otra percha de empleos y lobbys....! Y no me digan que va a ser "Sin gasto", que una estructura mínima hay que crear, sedes, escalafones, choferes, secretarias, recepcionistas, Direcciones, etc.!
Sé que tras los papelones de innumerables y caros directorios políticos en décadas (recuerdo con asco especial, muchos de la vieja Pluna a los que había que explicarles que un vuelo ferry no quería decir meter el avión en un barco, y no es joda...!) los desastres y fraudes de los "técnicos" en Antel , Ose o Ancap, no nos dejan mucho campo de acción ni de expectativa. Ahora, en materia ambiental, sí se precisa gente idónea y vocacional. Tanto como rápidas acciones y no perder mucho tiempo en explicárselas a ministros, subsecretarios, etc. ningún eco-abecedario, al tiempo que, en simultáneo, se debe permanecer científicamente inmune al ecoterrorismo ultraizquierdista-medievalista.
Por ello, estimo que crear más Ministerios supuestamente técnicos con repartija política en la era digital es hacerse trampas al solitario, gastar de más, arriesgarse a la ineficiencia y un triunfo de la vieja política en pleno tercer milenio. No podemos, ante cada desafío o inquietud, responder creando organismos y bien intencionadas burocracias. No es por ahí. Suena muy obsoleto, como a generaciones de dinosaurios políticos, probadamente venerables. Por más que hoy se llamen Peña o Amarillla. Por más que su olvidable antecesor haya sido el soberbio Alejandro Nario, todos suenan a siglos pasados, a viejo vestuario retocado... ¡A pactos antediluvianos!
Precisamente, el poeta decía sobre la costumbre de querer travestirse nuevamente con vieja ropa colorida cuando el cambio es inevitable...
"Como Poe, poeta loco americano
le pregunto a un pajarito,
al black bird, al ave negra, lo que se hará?
Raven, never, raven, never, raven, never
Raven
Black bird, assum preto, pájaro negro, me responde:
EL PASADO NUNCA MÁS"

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