Todos somos concientes de la importancia que tiene la industria del turismo en nuestro país. Ingresan millones de dólares por ese concepto y a su vez se genera una cantidad enorme de puestos de trabajo. Considero que todos los uruguayos aunque no hagamos nada por mejorar esto, tenemos la obligación moral de no hacer algo que lo pueda perjudicar.
Pero parece que algunos sólo piensan en generar mejores ingresos, sin preocuparles que con su actitud, están dando malas señales y pueden matar a la “gallina de los huevos de oro”. Eso sí, cuando la situación se tranca, salen corriendo a pedirle ayuda al Estado, que utiliza el dinero que todos pagamos con nuestros impuestos, para asistirlos.
Esto lo comento a raíz de lo que pude apreciar el viernes 8 de febrero, cuando acompañé a un familiar al Aeropuerto de Carrasco, pues regresaba a su país, después de unas vacaciones en Uruguay. Estábamos en el hall del Aeropuerto, cuando en determinado momento se acercó una chica para ofrecernos, que en dicho lugar había un cambio con cotizaciones preferenciales. Nos acercamos al mismo y quedé realmente sorprendido cuando ví las cotizaciones usureras que allí se ofrecían.
Cuando regresé a mi casa, consulté en internet la cotización oficial del BROU y las mismas eran: U$S 18,80 y 19,30 y Euro 24,95 y 25,95 compra y venta respectivamente.
Las cotizaciones “preferenciales” que nos ofrecieron eran: U$S 16,107 y 19,390 y Euro 21,360 y 26,387 compra y venta respectivamente. Fíjese Ud. la diferencia tremenda que hay entre la compra del BROU y la del Aeropuerto y a su vez el margen que hay entre compra y venta.
No puedo entender cómo el BROU no marca presencia en el Aeropuerto de Carrasco, instalando un lugar de compra y venta de moneda extranjera, teniendo en cuenta que ésta es la primera imagen que recibe el turista cuando arriba a nuestro país, y que cuando se dé cuenta que por cada U$S o Euro que vendió, perdió entre $3 y $4, no creo que guarde un buen recuerdo del Uruguay.
Este tipo de abusos también se pudo ver en los flashes informativos que se emitían desde el Este, donde los precios de bebidas y comidas parecían extraídos de un menú de algún hotel en Dubai.
Algunos uruguayos que trabajan para el turismo tienen muy poco cerebro comercial y pretenden en dos meses ganar, para vivir un año con esa renta. Ilusos, eso no pasa en ningún lugar del mundo. Maduren señores y trabajen a conciencia.
CP

El problema de la inseguridad es la principal preocupación de los uruguayos. Este tema ha aumentado en forma considerable desde la asunción del primer gobierno de izquierda y obedece a su equivocado criterio, basado en que la delincuencia es consecuencia de la pobreza. Por lo tanto no actúan, pues consideran que los demás ciudadanos somos responsables de esa situación. Estamos en un momento de excelente auge económico y récord en bajo desempleo, y a pesar de ello la delincuencia aumenta día a día. Pagamos millones de dólares en “protección” con los programas del Mides, pero esto no se revierte.
Es que los gustos de los delincuentes han cambiado y ahora no roban para compras elementales, sino que ahora quieren copiar los gustos de los “oligarcas” y compran celulares de última generación, pilchas de marca, electrodomésticos y la nueva onda es tener perros de raza. Con la plata que reparte Olesker haciendo politiquería barata no alcanza y tienen que salir a rastrillar.
Los ciudadanos honestos confiamos en la policía, pero un hecho reciente nos demuestra que ésta, sólo actúa, si tenés peso político. Me refiero al robo sucedido en la casa del vicepresidente Danilo Astori, el cual fue aclarado en dos días, todo en base a las huellas que obtuvieron en el lugar del hecho.
Hace tres años, aprovechando que estábamos ausentes,  fuimos víctima de un robo en casa, donde tras romper la reja y la puerta del frente se llevaron algunos electrodomésticos. Otros quedaron tirados, pues la alarma los hizo huir. Cuando la policía llegó después de más de media hora, solicité que la técnica hiciera un relevamiento de huellas, a lo cual se me respondió que eso sólo se efectuaba en casos de homicidios.  Evidentemente lo que a mí me sucedió, como a tantos otros miles de uruguayos, al gobierno le importa un comino y somos un dato más en la estadística. Eso sí, si pertenecés al gobierno, las cosas se toman más en serio y se trabaja como corresponde. Sería bueno saber a qué ciudadano que ha sido víctima de un robo, la policía técnica hizo un relevamiento de huellas e incluso en la información que brinda el Ministerio, se dijera de los hurtos cometidos, cuántos son aclarados.
Mientras tanto seguimos pagando impuestos para que el Estado nos proteja y la seguridad la tenemos que pagar aparte colocando rejas, alarmas, seguro, cercas eléctricas, vigilancia privada, etc.
Ser ciudadano honesto es mal visto, si Ud. es malandra lo van a contemplar, ya que su problema es consecuencia de los malos ciudadanos que no fueron solidarios con Ud.
Esa es la filosofía progresista.
Carlos Asecas