Edición Nro. 2272 - Punta del Este / Uruguay
enfoques 12 de agosto de 2022
 
 
Inicio Contáctenos Ediciones_anteriores Agregar_a_Favoritos
VERSION PARA MOVILES
Todas_las Secciones EDITORIAL AVIACIÓN_COMERCIAL_Y_TURISMO PLUMAS_ILUSTRADAS MÁS_ALLÁ_DEL_RÍO_DE_LA_PLATA_-_ENFOQUES_COMPARTIDOS
PLUMAS ILUSTRADAS f
Javier Bonilla
HUMO, AHORA MULTICOLOR...
Siga el baile en el reino de Ronga-Pironga!

Y aún no es la noche de la nostalgia, consagrando esa identidad melancólica nacional...! Si hace pocos días circulaba una payasada -cara, que habitualmente las morisquetas estatales las pagamos con impuestos...- en forma de severa amenaza a la Ursec por no haber relevado su información con "perspectiva de género" (se ve que se pelearon con La Casa de las Telas), cosa que se exige a toda dependencia estatal, aunque cumpla mal sus funciones reales, finalmente, en lugar de cerrar el caro elefante blanco improductivo y tendencioso, nombraron a los 5 nuevos directores del Instituto Nacional de Izquierdos Humanos. De cerrarlo, ni hablamos...
Se trata de contratar ahora, 5 figuritas que pasarán a ganar casi 178.000 pesos por cabeza (890.000 pesos por mes), seguidos de secretarias, asesores y demás murguistas, lo cual al menos duplicará esa cifra mensual. Sumemos otros gastos administrativos (papelería, tarjetería, etc.) ,y gastaremos cerca de 50.000 dólares al mes en los nuevos contertulios a tomar el té. Sumando licencias, viáticos, aguinaldos, etc, casi 700.000 dólares por año, de los casi tres millones y medio de dólares que cada 12 meses nos cuesta en sueldos la institución decorativa. A eso, sumemos gastos de mantenimiento, luz, agua, gas, teléfonos, climatización, mobiliario, imprevistos. Además de un edificio que, por su ubicación, debe andar, al menos, por los 4 millones de dólares.
Qué produce el tal Instituto, si además, casi en la mitad de los ministerios y en numerosas intendencias también tenemos las mentadas Secretarías, Direcciones, Asesorías, Coordinadoras, etc (en la Presidencia, dos, que una es para el ya insoportable "pasado reciente", así le damos algo para hacer a doña Matilde...) de Derechos Humanos, que aparte de costarnos plata, no está muy claro qué hacen ni que aportan. O sea, que mejoran, aparte de sus bolsillos y algún viajecito o congreso que curren...?
Qué? Acaso hay menos gente durmiendo en la calle ahora, o esta progresión de miseria creciente, que se acentúa desde 2018 es una ilusión óptica mía, que vivo en el Centro? Acaso hay menos barrios miserables que los 700 contabilizados por tanta gente trabajando en los mentados Derechos Humanos, a los que se suman desinteresadas y angelicales ONGs, hijos de 7000 Serpajs?? Acaso hay menos mendigos, menos adictos, menos ancianidad en la pobreza, menos prostitución infantil, menos emigración ilegal, o más posibilidades para los minusválidos desde que desplegamos a tan humanitarias personas y entidades, a costa de nuestros bolsillos,...? Acaso la enfermiza, aburrida y decadente obsesión que tienen unos y otros bondadosos referentes con la dictadura, con la ideología de género, o con que todo delincuente es rehabilitable (menos un uniformado, claro está...) el indigenismo barato, ha mejorado la vida de alguien que no la de los abogados, politólogos, editores oficiosos e historiadores subsidiados? Agrego algún sociólogo, algún antropólogo, algún psicólogo social, y todos bienvenidos al país del como si fuera un país!
Es que Uruguay, acaso, no existía antes de todos estos inventos (entre los cuales incluyo al Mides, Inmujeres, la circense Fiscalía para crímenes de Lesa Humanidad, etc.) y no era éste un país hasta mejor, donde el Estado gastaba menos y en lugar de aumentar su costo había bastante de donde recortar sin causar grandes dolores de cabeza? Y, sin esa horrenda cultura del victimismo de la autoconmiseración, individual y colectiva, inclusive histórica y generacional, que tanto empleo trucho y falsas expectativas o interpretaciones interesadas genera... Eso sí... de los Derechos Humanos del contribuyente, especialmente del que vive en el basurero montevideano, ni hablemos!
No tienen vergüenza, no les importa, no les interesa, no la ven!! Mientras haya carguitos, los repartimos y punto! Juguemos a la cambiadita, ronga-pironga! Ud y yo pagamos! La dirigencia política ha devenido en clase política de un país casi inviable. Otro planeta, casi ajeno... más allá de la Avenida de las Leyes.
Un mundo en el cual el Estado vive creciendo de forma irracional desde 1948, cuando vino la fiebre nacionalizadora de Luis Batlle y sus amigos (Afe, Ose, Pluna, Ancap alcohol, etc). O un Estado ingenuo, que cree que agrandarse con la excusa de "democratizar" es productivo. O me van a decir que el tal de cogobierno en la Universidad, o en menor grado, en el BPS, los hacen más productivos? No! Uno y otro viven más de medio siglo de crisis y decadencia! Y nada! Y seguimos con entes manejados partidariamente por el 3 y 2. Ni siquiera atenuado! Recuerdo que una de las pocas cosas, aunque mínimas, racionales, que se le ocurrieron a Mujica, durante su desgobierno -reducir los directores de las dependencias con 5 y 7 miembros a 3- no se la llevó ni su propio partido! Claro, menos para la repartija y el acomodo, esa religión tan uruguaya, que nos mata! Y que ubica al dirigente político no en la falsa proximidad que nos imaginamos, sino en la vereda de enfrente, con nuestro voto casi de rehén, en un país en el cual el Estado junto a  los proveedores del Estado son los principales empleadores... Quién puede arreglar esto?
En las próximas elecciones voto a Kid Bengala! para emperador! O me exilio en la Parva Domus!

Rafael Rubio
¿TLC con China?

“No importa si el gato es blanco o negro, mientras cace ratones”. Deng Xiaoping *

Durante milenios, el hambre acechó a todos los regímenes chinos, desde el Emperador Amarillo hasta los comunistas rojos. Hace pocas décadas, China era sinónimo de escasez de alimentos. Decenas de millones de chinos murieron de hambre durante el desastroso Gran Salto Adelante, y los expertos predijeron repetidamente que el problema no haría más que empeorar. En el año 1974 se celebró en Roma la primera Conferencia Mundial de Alimentación y se dijo que no había manera de que China alimentara a sus mil millones de habitantes, que iba rumbo a una catástrofe.
La realidad demostró que se encaminaba al mayor milagro económico de la historia. Desde 1974 se ha sacado de la pobreza a cientos de millones de chinos y aunque todavía hay otros tantos que sufren algún tipo de privaciones y desnutrición, por primera vez en la historia documentada, China está libre de hambrunas.
El Partido Comunista chino continúa hablando de los ideales marxistas – leninistas, en la práctica se guía por el lema de Deng Xiaoping *, el desarrollo es la única verdad firme. Hacer todo lo necesario para promover el crecimiento económico, no importa si se complace a Marx y a Lenin.
China ofrece un reto serio a los detractores sociales de Occidente. A pesar de haber liberalizado su política y su economía, no es una democracia ni una verdadera economía de libre mercado. Ello no le ha impedido transformarse en el gigante económico del siglo XXI. Es un gigante económico que arroja sombras ideológicas. El auge de la superpotencia China, presenta una imagen casi espectacular. Recela liberalizar su política doméstica, pero ha adoptado un enfoque mucho más liberal para el resto del mundo. De hecho, en lo que se refiere a libre comercio y cooperación internacional, ha dejado en segundo plano el marxismo – leninismo y parece encontrarse muy a gusto con el orden liberal internacional.

i. Valores occidentales versus Valores orientales
Cuando hablamos de China y de su éxito económico y tecnológico, añadimos inmediatamente una crítica ética: es un sistema no democrático y no respeta los derechos humanos. El régimen chino responde acusándonos de adoptar una postura de superioridad moral y de intentar imponer a China unos valores que no son universales, sino exclusivamente occidentales.
En la Conferencia sobre derechos humanos celebrada en Viena en 1993, el bloque asiático e islámico se opuso a la declaración de derechos de 1948 por considerar que no era universal, sino occidental. El acceso a la presidencia de China de  Xi Jinping  marcó una posición de hostilidad hacia los valores universales. A principio de 2013 se indicó a las Universidades “siete temas de discusión prohibidos”. A la cabeza, la discusión sobre los valores y los derechos universales.
En un artículo de 2015 de la Universidad Tsinghua, un gran experto en civilización antigua de China, escribe:
“Comparados con los valores occidentales modernos, los valores de la civilización china presentan cuatro características particulares:
• La responsabilidad es anterior a la libertad
• El deber es anterior a los derechos
• El grupo social es anterior al individuo
• La armonía es superior al conflicto

La prioridad de la nación sobre el individuo y de la obediencia sobre la libertad forma parte de la ideología oriental. En Japón, tradicionalmente se había valorado la obediencia a la autoridad, y se consideraba como una muestra de soberbia el deseo de afirmar la propia autonomía. La virtud central era “amae”, la cálida sumisión al superior. En 1989, Wee Kim Wee presidente de Singapur, consideró necesario reflexionar sobre cuáles eran los “valores comunes” a Oriente. Después de dos años de amplia discusión se publicó un Libro
blanco sobre los valores asiáticos que coinciden aproximadamente con los atribuidos a la civilización china. El primer ministro  Lee Kuan Yew  señalaba las virtudes orientales que explicarían su prosperidad creciente: orden, disciplina, responsabilidad familiar, trabajo duro, colectivismo, moderación. Las oponía a los vicios que habían provocado a su juicio la decadencia de Occidente: excesos, indolencia, individualismo, crimen, educación inferior, falta de respeto a la autoridad y anquilosamiento mental.  Según Lee Kuan Yew, “los valores que la cultura asiática-oriental mantiene – tales como la primacía de los intereses del grupo sobre los del individuo-, apoyan el esfuerzo de la totalidad del grupo necesario para desarrollarse rápidamente. Esta ética laboral ha nacido de la doctrina que el grupo y el país son más importantes que el individuo”.
Tenemos, pues, un enfrentamiento sobre los valores morales básicos y sobre los derechos que los protegen.
Samuel Huntington  con su libro “ El choque de civilizaciones ”,  plantea este problema de manera dramática. Los puntos más conflictivos se refieren a la relación entre el individuo y la sociedad, a la prioridad o no de la libertad y, como consecuencia, a un modo oriental de entender la democracia. En este momento China desea ejercer una función civilizatoria y piensa que puede conseguirse una ética universal basada en los valores orientales, que son
fundamentalmente confucianos.
 A través de los Institutos Confucio está defendiendo esta postura ideológica.

ii. “¿Quién asumirá en el mundo la posición de guía de Occidente?”
En 1974 el gran historiador Arnold J. Toynbee publicó un artículo con este título. Su esperanza estaba puesta en China, a la vista de que, a su juicio, Occidente no había sabido resolver los problemas planteados por la industrialización. Como dicen los críticos chinos actuales, no ha demostrado que la democracia liberal proteja bien los intereses de la gente, la desigualdad crece, y hay una gran agresividad en los comportamientos. Además, los intelectuales occidentales han demolido el concepto de verdad, la han reducido al poder y a la identidad, con lo que se han quedado sin argumentos para defender la universalidad de los derechos humanos.
En las Facultades de humanidades americanas y francesas se empieza a pensar que el “universalismo” no es más que un ardid del colonialismo y que la “descolonización del pensamiento” implica el rechazo del universalismo.
Las sociedades han ido seleccionando las soluciones más eficientes, en un proceso largo y dramático de tanteos, éxitos y fracasos, en el que han colaborado las religiones, los maestros espirituales, los pensadores y la experiencia diaria de muchas personas:
“Descubre una universalidad de los problemas y una diversidad de soluciones”. Estudiando esa evolución se puede enunciar una Ley del progreso moral de la humanidad:
“Todas las sociedades cuando se libran de la pobreza extrema, la ignorancia, el dogmatismo, el miedo al poder y la insensibilidad hacia el vecino se encaminan convergentemente hacia un modelo ético común que defiende los derechos individuales, la razón como medio de alcanzar soluciones, el rechazo de desigualdades no justificadas, la participación en el poder político, las seguridades jurídicas y las políticas de ayuda”. La marcha hacia el modelo ético se inicia cuando se consigue un nivel mínimo de bienestar, de información objetiva, de pensamiento crítico, de control democrático del poder, y de compasión generalizada.
Puede resultar sospechoso que el modelo ético que se señala como culminación del progreso moral corresponda más a los valores occidentales que a los orientales.
¿Tendrán razón los pensadores orientales al pensar que se trata de una construcción meramente occidental, no universal?
No obstante esto último, nadie parece comprender lo que piensan los chinos en este momento, ni siquiera ellos lo saben. En teoría el país aún es “comunista”, no lo es en la práctica. Algunos líderes y pensadores chinos manejan la idea de volver al “confucionismo”, en realidad otros dicen que sólo se trata en una capa de barniz.
Este vacío ideológico hace de China un caldo de cultivo para las tecnorreligiones provenientes de Silicon Valley (flujo de datos, inmortalidad y paraísos virtuales), cosas que aún demorarán décadas en prosperar en otras sociedades.
Se viene un TLC con China, que en la realidad implica mucho más que profundizar el comercio. Es importante que el Uruguay piense desde ya sobre todos estos temas. Al respecto, ¿qué opinan los comunistas locales y sus socios? 




ADVERTENCIA: Los artículos periodísticos firmados son de la exclusiva responsabilidad de sus autores. La Dirección.



La rendición, el hoy y el mañana
(Por Julio María Sanguinetti) La Constitución prevé, con razón, la posibilidad de que las Rendiciones de Cuentas, además de la sustancia que su título indica, o sea el balance del Estado, contengan también modificaciones presupuestales. Es lógica esa flexibilidad, porque los contextos nacionales e internacionales pueden variar y el imprevisto, paradójicamente, hay que preverlo, ya que puede irrumpir de las más variadas formas. Si no, que lo digan estos dos años y medio en que tuvimos una pandemia universal y una guerra europea, que han desatado la inflación en el mundo desarrollado y han impuesto una transición energética de enorme magnitud y dificultad.

En nuestro país, con todo, la práctica se ha exagerado y en esas leyes se vive una segunda o tercera vuelta del Presupuesto General, en que casi todo se discute nuevamente. En nuestra segunda presidencia logramos llevar adelante dos “rendiciones” sin gasto, que mucho ayudaron a la derrota de la inflación, que habíamos recibido en 44 % y la pudimos reducir al 4,2 % en el 2000. Asumimos que fue algo muy excepcional. Actualmente, se vive un escenario post-pandemia también muy particular, con un presupuesto que sin duda alguna fue la base de que nuestro país pudiera superar el dramático año 2020 y comenzara una etapa de crecimiento.
Debe destacarse muy particularmente el rol cumplido por la Ministra de Economía Azucena Arbeleche y el Director de Planeamiento y Presupuesto Isaac Alfie. El presupuesto se fue ejecutando con seriedad y se tuvo la buena idea de crear un Fondo Covid, en el que se concentró el gasto adicional que nos impuso la situación sanitaria.
Ese presupuesto y su sabia ejecución permitieron que en 2021 se registrara un crecimiento del 4,4 % y que en este año terminemos con un 4,8% aproximadamente. Naturalmente, como el país crece, también suben las expectativas, asumiendo que hay dinero para todo, como suele suponerlo el Frente Amplio. Así lo hizo en el gobierno anterior, en que previeron un crecimiento del 14,6% para el quinquenio y solo llegó al 6.5%. No se escucharon las advertencias sobre la irrealidad del supuesto y finalmente se terminó con un déficit del 5 % del PBI y las subas del IRPF y el IASS, ante el agujero fiscal producido.
El hecho es que el desempleo bajó del 10,5 % heredado a un 7 % aproximadamente en el año que corre. En 20121 se recuperaron 58.500 empleos y se estima que este año podrá terminar con 40.000 más.
La Rendición de Cuentas pasada permitió fortalecer el Programa de Primera Infancia, con una suba del orden de los 50 millones de dólares, y el de regularización asentamientos con más de 200 millones.
En la actual, se prevé incrementar el presupuesto en 226 millones de dólares. 45 millones van a educación, de los cuales 30 a la ANEP y el resto a la UTEC y el Ceibal. 26 millones recibirán las agencias dedicadas a los temas de innovación, como la relativa al tema audiovisual o a la investigación. El rubro mayor son los convenios salariales con COFE y Fenapes, del orden de los 70 millones, que permitieron tener paz en la administración y acortar la brecha de los rezagos.
Es muy importante el rol del Batllismo en el enfoque social: el año pasado fue la Primera Infancia, sosteniendo el programa a trancas y barrancas; en esta oportunidad está la educación. Y algo no despreciable, la derogación del impuesto Adicional al Fondo de Solidaridad, por el que luchara una y otra vez, con persistencia, el Diputado Conrado Rodríguez. Este impuesto grava a los profesionales, por encima del aporte a una Caja de Jubilaciones hoy -además- en situación de inminente quiebra. Que retroceda un impuesto, aunque sea muy específico, es algo relevante. Si todo sigue como hasta ahora, quizás el año que viene se empieza a revertir el injusto IASS.
Todos estos números desmientan categóricamente ese relato de los “recortes” que viene haciendo el Frente Amplio, de modo falso y demagógico. No olvidemos que el Fondo Covid significó 2.249 millones de dólares, con los que el Uruguay pudo preservar a su población de un modo comparativamente notable en el concierto internacional. Ellos fueron para sanidad y asistencia a los más necesitados.
Está claro que la conducción económica ha mantenido la prioridad social, haciéndola compatible con los necesarios equilibrios fiscales. Empleo, educación, infancia y asentamientos, han sido lo básico de la agenda. Es verdad que todavía se arrastra un rezago salarial: en la mitad de los trabajadores no llega al 1 %; en el resto, es del orden del 2-4 % según los sectores. Se priorizó el empleo y bien se sabe que, en la economía de competencia, la suba del salario puede comprometer la mejora del empleo, que era la prioridad luego del trágico año 2020.
Si la inflación mundial y el precio del combustible desatado por la guerra europea no aumentan el castigo que ya nos infligen, seguramente podamos terminar este período no solo manteniendo el salario sino acumulando un crecimiento liderado por las inversiones. Y este es otro gran tema: detrás de cada empleo hay siempre una inversión, sea una pequeña PYMES o una gran multinacional. Ellas solo aparecen cuando hay confianza y hoy en nuestro país hay confianza. El triste ejemplo de las consecuencias de esa debilidad es Argentina. Por eso, el manejo presupuestal serio, el abatimiento razonable del déficit y el impulso a mejoras estructurales como la de la seguridad son fundamentales. Esta última no significa nada en términos financieros para este gobierno. Nada de nada. Pero es un compromiso ético con las nuevas generaciones, que todo ciudadano que piense un instante tendrá que reconocer. Además, el testimonio incuestionable de una Coalición que gobierna administrando el presente y sembrando para el futuro. (Nota que se comparte con Correo de los Viernes)



 



 

 
Inicio Contáctenos Ediciones_anteriores Agregar_a_Favoritos
Directora: Doctora María Garzón
Administración y Redacción:
Edificio Torre de las Américas Apto.206, Calle 28 y Gorlero.
Punta del Este - Uruguay
Sitio Web optimizado para resoluciones 1024x768 y superiores.