Edición Nro. 2184 - Punta del Este / Uruguay
enfoques 9 de octubre de 2020
 
 
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Carlos Asecas
El holocausto progresista en Latinoamérica

Antes que llegaran los progresistas al poder, Venezuela era uno de los países más prósperos de Latinoamérica, aunque los hechos de corrupción eran reiterados. Esto dio lugar a que el 4 de febrero de 1992, el comandante Hugo Chávez intentara dar un golpe de estado en contra del gobierno de Carlos Andrés Pérez. El mismo fracasó y fue enviado a prisión hasta que en 1994 fue indultado por el presidente Rafael Caldera.
Cuando fue detenido, en su discurso quedó claro que esto recién comenzaba, al decir: por ahora no hemos logrado el objetivo. La población estaba descreída de los políticos y quien estuvo al frente de este levantamiento militar, lentamente fue ganando adeptos hasta que el 6 de diciembre de 1998 ganó las elecciones nacionales con una amplia mayoría. Al principio sus políticas se enfocaron en mejorar la vida de las personas más desvalidas y para ello contaba con un respaldo económico muy importante. Como todos los progresistas se valió de la mentira, para declarar cuando era entrevistado que respetaría la propiedad privada, los derechos individuales y la libertad de opinión. Como te digo una cosa, te digo la otra. Una mentira repetida mil veces, se vuelve creible.
Todo eso cambió a medida que se fue aproximando a Fidel Castro, el cual le palmeaba el hombro para tenerlo como respaldo económico, porque el apoyo soviético a la isla había desaparecido hacía años.
Chávez le enviaba en forma contínua embarques de petróleo y apoyo financiero para sostener el fracaso socialista a cualquier precio. Fidel no podía perder a este mesías y a cambio lo instruía en cómo convertir Venezuela en un país socialista. Incluso envió cientos de asesores militares y de inteligencia de modo de evitar cualquier levantamiento popular. Como le ha sucedido a muchos progresistas, la economía en Venezuela se empezó a desmoronar y esto trajo como consecuencia inflación, desabastecimiento de productos básicos, fallas en los servicios de agua y electricidad. En ningún momento se reconocieron los errores cometidos  y se culpaba a la oposición, los empresarios y los medios de comunicación. Se expropiaron empresas e industrias para mejorar el suministro, pero quienes estaban al frente no tenían idea de donde estaban parados. Cuando Chávez muere en marzo de 2013 y queda al frente Nicolás Maduro, el problema aumenta en forma exponencial, pues este era un simple chofer de camión, piloteando un Airbus A380. Las elecciones realizadas a posteriori fueron un fraude completo. Las protestas aumentaron y éste  dictador las combatió asesinando a cientos de personas. No sólo intervenía el ejército, sino que funcionaban grupos parapoliciales llamados colectivos que mataban a quienes se ponían en su camino. Debido al bloqueo económico y la corrupción, la inflación está en cifras récord y la población que no emigra, se muere de hambre y por falta de atención sanitaria. Actualmente están pagando el combustible que reciben de Irán con aviones iraníes que vuelven cargados de oro. Están vaciando los recursos naturales pues no hay efectivo. El que había se lo robaron y está en paraísos fiscales o invertido en inmuebles de países que integran la OCDE. Hipócritas.
Esta es la basura de gobierno que la izquierda uruguaya alaba donde no existen sindicatos ni medios de comunicación opositores.  Quizás Antonini Wilson perdió alguna valija en Uruguay. Un gobierno dirigido por asesinos, narcotraficantes y corruptos que están a nivel del peor país de Africa y apoyados por militares que integran la mafia narco. La forma de eliminar a estos parásitos es bajar la pobreza al mínimo razonable y declarar a nivel mundial que el delito de corrupción es imprescriptible.
Sin pobres la izquierda muere porque no tienen a quien engañar para que los voten eternamente.

Jorge Azar Gómez - Ex representante de Uruguay ante ONU
A 51 años del asalto a Pando

Al cumplirse 51 años del criminal asalto a la ciudad de Pando, creo oportuno escribir unas líneas a los jóvenes, que conocen esa parte de la historia por medio del tergiversado relato tupamaro, que hasta hoy festeja un asalto en el cual fracasaron y asesinaron gente.
En estos últimos tiempos que hemos visto con asombro y estupor cómo la izquierda perversa ha lanzado una campaña para adoctrinar e ideologizar a la juventud, con la cátedra Fidel Castro, con el relato mentiroso sobre los acontecimientos de los años 60 y 70 y con el simposio sobre los "cien años del triunfo rojo", creo oportuno dedicar algunas líneas, no para dictar cátedra, sino para reflexionar sobre la vida, y que esa juventud se sienta acompañada por nosotros y no se deje arrastrar por cualquiera.
Hace ya unos años se llamaba a los adolescentes, “Mostacilla”; nunca supe la razón. Hoy imagino que porque la mostaza desde antiguo es un revulsivo e irritante, que es la característica de la adolescencia vista con ojos de adulto.
Va para ustedes una sugerencia, es la edad en que uno se rebela, busca sus propios códigos idiomáticos, sus propias costumbres y hasta vestimentas en busca de afirmar su individualismo y su personalidad: “acá estoy yo, si le gusta bien y si no mala suerte”.
¿Por qué entonces, no distinguirse por lo “más mejor” en vez de confundirse con los peores?, por ejemplo: para comenzar por lo más fácil, ¿por qué no sentarse en una silla o sillón en lugar de desparramarse como un gato o perro? ¿Por qué tomar del pico de la botella cuando hay vasos? ¿Por qué ignorar todo, cuando no duele saber algo?
¡…Y el parlante en la oreja a todo volumen ! Por supuesto no saben nada del trauma acústico y que es irreversible: para no mencionar el respeto por los otros; es feo ser sordo a los 30...
Les aseguro que los mayores no pueden creer esas actitudes, y sus congéneres tampoco: quedan con la boca abierta.
Hay muchísimos borregos que van a seguir la manada, pero algunos se van a distinguir del resto, no van a ser iguales a la masa, recuerden que “la cabra al monte tira”, y después de unos años van a volver a donde salieron, solitos, siempre fue así: “hasta la hacienda bagüala cae al jagüel con la seca”.
Lo malo será que entre ida y vuelta no se les gaste la vida, el tiempo no retrocede. Reemplacen la fácil por la que es mejor. Eso sí diferencia, distingue.
El esfuerzo no mata, mejora mucho la pinta. Lo que mata es no hacerlo, se vuelven fofos, blandos, un asco.
Sean Uds. mismos, respétense y hagan que los respeten, no dejen que los encierren en corrales ideológicos y morales ajenos a nuestros valores y estilo de vida.

Michael S. Castleton
¿Pacatería provinciana?

Nuestro sistema judicial sigue convulsionado desde hace meses por algo que se ha dado en llamar la ‘Operación Océano’.
No vale la pena ahondar en la descripción de este fenómeno jurídico - social ya que es bien conocido por todos. Para hacerla muy corta ‘toro viejo sueña con pastos nuevos’.
Es así que ya no está muy claro pero todos los días aparecen nuevos ‘imputados ’ en este caso. Hombres veteranos acusados de promover de alguna manera y en algunos , pocos , casos tener relaciones eróticas o directamente sexuales con chicas menores de edad.
Esto es absolutamente reprobable y en términos generales de acuerdo con los códigos vigentes punible como corresponde.
Ahora bien, esos códigos de alguna manera refelejan los cambios sociales que se han sucedido en forma vertiginosa desde la revolución sexual de los años sesenta del siglo pasado?
Hay muchos factores que inciden grandemente en esta cuestión pero seguramente hay dos fundamentales. Por un lado, la libertad sexual que dio la pastilla anticonceptiva que cambió el sexo entre humanos de procreativo a recreativo y consecuentemente a esto el cambio a la visión moralista que heredamos de tantos siglos de influencia de la iglesia en las cuestiones morales de la vida cotidiana de los mortales.
Que quede claro que el que escribe no está en absoluto en contra de razonables posiciones morales de quienes en definitiva regularon durante siglos, en alguna medida, las posiciones filosóficas y morales que adoptaron las distintas sociedades del planeta.
El tema es si los códigos sociales  actuales en el Uruguay van en sintonía con los códigos judiciales en nuestro país . No parecería, ya que seguimos con el código de Irureta Goyena, que difícilmente por su vejez pueda reflejar los cambios sociales y sexuales en nuestra sociedad.
Seamos honestos de una vez . Hoy , es raro que una niña de diezy seis años años no sea sexualmente activa . Es más lamentablemente, esto se da aún en féminas más jóvenes cosa que no es deseable en absoluto.
Pero dicho esto seamos honestos; nuestra sociedad cambió, los esquemas ‘morales’ con respecto al sexo cambiaron. Aquí no hay más perro que el ‘chocolate’ dijera el finado Martín Sturla.
Es más, las redes sociales han facilitado enormemente los contactos quizás no deseables entre personas buscando relacionarse sexualmente a cambio de pagos directamente u otro tipo de favores .
Está a la vista de quien quiera buscar en la web todo tipo de oferta sexual, de todo tipo y género. Quizás no sea agradable, ni siquiera sea buena cosa pero es la cruda realidad y difícilmente podamos revertirla. Tan cruda realidad como esta es que las niñas de diezy seis años ya no son niñas y muchas de ellas saben usar sus cuerpos para satisfacer uno de los institnos más básicos del ser humano. Tristemente sí, deformado solamente en la búsquedad del placer, y no en la función natural de la reproducción de la especie . Pero, así somos los humanos, siempre buscando caminos que no necesariamente sean los más convenientes para nuestro desarrollo, pero sí placenteros .
¿No sería mucho más realista reconocer todos estos cambios y bajar la edad de consentimiento en materia sexual? No es quizás lo deseable pero lamentablemente es lo real, lo que vemos a diario y que nos rodea.
Una niña de diez y seis años ya no es una niña, y de eso posiblemente nunca volvamos . Conocen su cuerpo, en general saben usarlo y tienen bien claro lo que se puede lograr usándolo.
¡Cuidado! Toda relación sexual debe absolutamente ser consensual. Los que participan en ella deben hacerlo de común acuerdo y si eso genera pagos y favores es una cuestión personal de los participantes en ella.
Lo que no debemos tolerar en nuestra sociedad nunca son relaciones coercitivas de tipo alguno y comprobados estos deben ser punidos con todo el peso de la ley.
Pero seamos honestos y dejemos pacaterías de lado, la edad de consentimiento sexual para una mujer ya no es práctico ni realista pretender que sea de diez y seis años.
Los imputados por la Operación Océano serán lo que serán, viejos verdes, degenerados o lo que quieran llamarlos pero no son otra cosa que el fruto de las transformaciones en nuestra sociedad y en tantas otras.
No es bueno , no es agradable y probablemente en el largo plazo sea parte de la decadencia final de nuestra civiilización , pero, es. Entonces, ¿no será momento de dejarnos de absurdas pacaterías provincianas y bajar la edad de consentimiento sexual reconociendo con ello nada más que la realidad?
De esta manera la abnegada fiscalía en estos temas podría dedicarse a los verdaderos y reales problemas que tenemos en esta matería en nuestra sociedad como el tráfico de niñas,  la prostitución forzada y la explotación de menores por organizaciones dedicadas a estas inmundicias.
Viejos verdes hubo, hay y habrá siempre . Mujeres jóvenes y en su plenitud sexual dispuestas a satisfacerlos también. ¿Debemos criminalizar estas relaciones siempre que sean consensuadas? No parece lo lógico dentro de  parámetros razonables sobre los cuales se debería legislar.
Parece un poco excesivo viendo la situación que en estos tiempos de cambios sociales y de visión ‘moral’ tan profundos penalizar a ciudadanosm a lo más irresponsables y a lo menos estúpidos, con penas severas . En realidad en estos casos el estigma social y la venganza de las esposas  debería alcanzar.
Quizás sea tiempo de dejarnos de moralinas y examinar este tema en profundidad. Quizás sea tiempo de bajar la edad de consentimiento sexual.
Nos guste o no, no es nada más que una realidad de estos tiempos.

Rafael Rubio
“Una tormenta perfecta”
  • “Una crisis es algo que no se puede desperdiciar”. Paul Romen

Las elecciones departamentales en Montevideo, dadas las características de este departamento en relación al resto del país, determinaron un resultado deseable para nuestra democracia.
Antes se criticaba, cuando un partido ejercía todo el poder en el país. Eso implicaba un discurso dominante, que rayaba en el populismo. Hoy que la cosa cambió, se debe observar con buenos ojos que en nuestra democracia se repartan los poderes ejecutivos, que no existan hegemonías políticas ni culturales y porqué no, que se pueda comparar en la cancha, en el mismo momento, las diferentes opciones.
Dentro del partido ganador en Montevideo, ganó quién era esperable que ganara. En el imaginario popular, luego de las pasadas elecciones nacionales, el Ing. Daniel Martínez se transformó en el “Moacyr Barbosa Nascimento” (el golero de Brasil en la final de Maracaná), su imagen era de derrota.
El Dr. Villar, amén de los inconvenientes que tuvo durante la campaña, trasmitió un mensaje incoherente con el momento y también incoherente con el imaginario de sus propulsores,  los ancianos del spot publicitario, sobre todo los seguidores de éstos. Mucho diálogo e innovación, mientras  el grupo aún se lamía las heridas.
La Ing. C. Cosse, representó la rebeldía,  el enojo, la revancha y el “volveremos”, para ese núcleo de frenteamplistas “puros y duros”, que aún no se resigna por haber perdido las elecciones nacionales.
Su éxito fue contundente, más cuando se vio atacada ferozmente por sus rivales, ahí consolidó su liderazgo representando lo que sentían los “dolientes” por mantener las “banderas en alto” de los quince años anteriores.  
i.    Liderazgos
 “La popularidad y poder de los líderes de una nación es proporcional a la idiotez de sus habitantes”. Winston Churchill
En la pandemia mundial, se han destacado siete países con un liderazgo femenino: Dinamarca (Mette Frederiksen), Islandia (Katrin Jakobsdóttir), Finlandia (Sanna Marin), Alemania (Angela Merken), Nueva Zelanda (Jacinta Ardern), Noruega (Erna Solberg) y Taiwán (Tsai Ing-wen). Medios como la cadena CNN o la revista Forbes -que publicó un informe basado en datos del Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades,  aseguraron que las respuestas de estos países fueron las "mejores" frente a la pandemia. Por ser muy pocos el número de países con liderazgo femenino, no brindan significación estadística, si denotan un liderazgo que además de la efectividad en los procesos elegidos para enfrentar la situación, muestran  una empatía con sus ciudadanos que es muy apreciada por éstos en estos momentos especiales.
Con estas prácticas, estas mujeres practican un liderazgo que es muy “femenino” en lo que respecta a la empatía y cercanía con sus seguidores, generan y dirigen emociones positivas. “Liderazgo Femenino” es un concepto cultural, no biológico. Se trata del Liderazgo como autoridad moral que practican mujeres y hombres frente a la jefatura convencional. Se alejan de la visión más autocrática, generalmente asignada al liderazgo masculino. Por tanto, su liderazgo se valida por no parecerse  en su relacionamiento con sus seguidores al que tradicionalmente gestionaban los hombres. Para que se entienda, no son mujeres con un liderazgo como la “Dama de Hierro”.
Hoy se sabe que a todos los líderes, independiendo de su sexo, se les está exigiendo esta condición, cercanía, empatía, generar y dirigir emociones positivas, dejando las emociones negativas a los demagogos y dictadores. Esto es muy bueno, pues aleja a los líderes del síndrome de hibris, también conocido como la enfermedad del poder.
En la antigua Grecia se conocía como hibris o hybris a la desmesura, al desprecio por el espacio de los demás,  unido a un descontrol visceral, que lleva a actitudes impulsivas, irracionales, desequilibradas, en las que la furia y el orgullo van de la mano.
El Dr. Peter Garrard,  un investigador de neurociencias en la Universidad de Londres y director del Centro de investigación de accidentes cerebrovasculares y demencia en la Escuela de Medicina del Hospital St. George, publicó el pasado año: The Leadership Hubris Epidemic: Biological Roots and Strategies for Prevention (Palgrave Mcmillan). Se trata de una investigación detallada y un análisis sistémico del deterioro que produce el síndrome de Hibris que padecen los líderes y sus seguidores.  Examina y analiza el problema multidimensional del síndrome de Hibris y su efecto perjudicial sobre el liderazgo.  El estudio desarrolla una metáfora ampliada de la enfermedad social y política,  de la arrogancia como una enfermedad virulenta y transmisible de liderazgo disfuncional, que ilustra su ubicuidad y el potencial de daño grave, porque el mismo síndrome que modifica el cerebro del poderoso, denominado “Hibris”,  por Owen & Davison, también afecta de forma simétrica y dinámica a quienes le obedecen y por tanto, refuerzan su trastorno.
Por tanto, el síndrome se presenta en “espejo”, el líder y sus seguidores, exacerbándose mutuamente.
Ser obedecido –o creer serlo– magnifica la ¬autoconfianza del poderoso en sus propias habilidades hasta privarle de la capacidad de dudar de sí mismo y lo aísla de la realidad.
Quienes obedecen creen más en lo que supone que ve su líder que en lo que ven sus ojos, compartiendo así su delirio; a veces anticipándose a él y siempre reforzándolo.
Pero lo peor es que haya gente que les crea y al creerles y aplaudirles cuando hablan de ese modo de “el pueblo” o “la nación”, como si fueran médiums, refuerzan su trastorno empeorándolo y a la vez, agravando también el suyo en un bucle delirante que se retroalimenta.
El poderoso afectado por el síndrome pasa de gestionar la realidad tal como es  a estar convencido de que es él quien la crea. Se  llega a un  pensamiento mágico narcisista y al final, el líder acaba por regañar a los hechos cuando no se ajustan a sus deseos.

ii.    El nuevo escenario
Luego que la Ing. C. Cosse asuma su cargo de Intendente de Montevideo gran parte de los uruguayos, va a estar sujeta a dos liderazgos, el nacional y el departamental.
Ahí va a poder comparar dos gestiones.
Una es la nacional, republicana y liberal, que ha sorprendido con los Ministros políticos (Interior y Defensa), los días fríos levantando gente en situación de calle.
¿Fue simplemente valerse de la crisis?, la composición del gabinete, previa a ésta lo desmiente…
No se apela al agravio, dialoga, construye puentes y tiene paciencia. Una enorme paciencia para escuchar una y otra vez, gastadas propuestas utópicas que sólo concluyen en distopías.   
El gobierno municipal asume el cargo por su discurso de  confrontación y redentor. Viene por la revancha, a hacer lo que supone que el gobierno nacional no hace.
El ícono que representa su liderazgo, fue la construcción de una obra, la expresión de un gran ego desbordado por el poder del momento, similar por su inmensidad con otras arquitecturas frecuentes en países como la Unión Soviética. Quizás esta asociación provenga, porque la principal columna política sobre la que se asienta esta opción política, son los admiradores de ese estado fallido.
Será el momento perfecto para comparar gestiones, ¿tormenta perfecta?, todo puede pasar…
¿Qué F.O.D.A. organizacional previó la pandemia del Covid 19, cuál será el devenir del país?
¿Qué tipo de liderazgo prevalecerá?
Otro factor que se debe considerar es la historia: “Uruguay, ¿una sociedad amortiguadora?”: según Carlos Real de Azúa, dos calificativos  describen históricamente al Uruguay: “algodón entre dos cristales” y “estado amortiguador” (buffer estate). Un estado tapón, buffer o amortiguador creado entre dos potencias rivales. Es un territorio neutral, libre de conflictos, creado con el fin de evitar el enfrentamiento directo entre ambas potencias.
Real de Azúa amplía este rango fundacional del Uruguay a un concepto más amplio, “los conflictos sociales y políticos no llegan a la explosión, toda tensión social se compone o se compromete al final en un acuerdo, la propensión anticatastrófica que tienen los antagonismos uruguayos, no es ciertamente una concepción del presente”.
Define al Uruguay como el reino del “casi”, “casi desarrollado”, “casi-democrático-radical-modernizado-Estado de bienestar”, “casi-populista”.    
“La sociedad uruguaya no se ha caracterizado por carecer de una alta cuota de muerte, violencia, miseria y sufrimiento, no ha sido en verdad una sociedad de bajas tensiones, aunque no haya sido de tensiones extremas”.
Durante el período batllista se consolidó el rasgo amortiguador del Uruguay. Creó la clase media y al hacerlo propició esa mentalidad amortiguadora en vastos segmentos de la sociedad.”Emergió una sociedad urbana de mediana entidad numérica, de mediano ingreso, de mediano nivel de logros, de medianas aspiraciones”.”De ella saldrá el discutido pero inderogado Uruguay conservador, compuesto por gentes que ya habían conseguido algo y aún bastante, en el que buena parte de ese conjunto suponía que ya era suficiente”. En diferentes etapas de la historia nacional, se procuró desarrollar un empresariado  nacional, que tampoco se consolidó. En conclusión, según Real, “la mayoría de la población uruguaya está marcada por el conformismo y la tibieza”. Pacheco, Carlos. 2018. Pensadores Uruguayos. Ediciones B Uruguay S. A., pág. 146 y siguientes.  
Los resultados electorales de las elecciones municipales en Montevideo plantean un escenario de tormenta con el Gobierno Nacional. Se verá cómo es en la realidad dicho relacionamiento. Más allá de la calidad de la gestión específica de cada ejecutivo, se piensa que toda la sociedad uruguaya va a tender al “centro”, confirmando su carácter amortiguador.  
Además, los estilos de liderazgo, si no cambian,  señalan claramente hacia dónde se dirigen las sociedades.  Estos resultados de estas elecciones en Montevideo expresaron las creencias que se ubican en la esfera de lo motivacional reciente, que tiene que ver con gratificaciones, sentimientos y temores, “la emoción decide y la razón justifica”.
¿Qué queda? Queda un relato que va a ir perdiendo esperanzas y mitos comunes, creados en la imaginación colectiva de grupos que van a ir perdiendo su razón de ser, la confrontación y el discurso ideológico,  primando las históricas fuerzas centrípetas.  
Fuerzas centrípetas que tienen por delante una tarea más grande, crecer con más y mejores empresas que son las únicas que crean riqueza. Mejor educación y más trabajo de calidad. Eso se logra en una sociedad plena de confianza en ella misma y entre sus integrantes, sabedora de su eficacia para cooperar y colaborar.




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