A fines del mes de diciembre del año 2014, la compañía aérea boliviana Amaszonas S.A. inicio sus operaciones comerciales en la ruta Santa Cruz de la Sierra – Montevideo con escala de reabastecimiento en Asunción, a esa fecha, el emprendimiento boliviano evocaba la conexión que en su momento fuera operada por el “Lloyd Aéreo Boliviano” y planteaba un re encuentro, un reconocimiento de dos países hermanos Uruguay y Bolivia.
Muchos comentarios y voces se encontraron en el camino desde las muy optimistas, por cierto -pocas- hasta las agoreras que fueron muchas las cuales vaticinaban fracaso de la ruta por falta de tráfico. El ímpetu pudo más que la desesperanza…
Iniciada la ruta, los tres Estados: Bolivia, Paraguay y Uruguay, se dieron cuenta con excelente criterio que la integración real se construye con hechos y no con discursos, procediendo en consecuencia; es así que luego de que Amaszonas S.A. les plantease proseguir con la ruta siempre y cuando se puedan embarcar y desembarcar pasajeros de y hacia Asunción con derechos de tráfico (5ta libertad); privilegiando a sus pasajeros decidieron otorgar este derecho como un gesto de cortesía y hermandad.
Repasando los derechos de tráfico, encontramos que históricamente entre Bolivia y el Paraguay no se tienen convenidos derechos de tráfico que permitan embarcar y desembarcar pasajeros de un tercer país (5ta libertad), solo pacto de idas y vueltas de punto a punto (Bolivia – Paraguay – Bolivia); por el contrario entre Bolivia y Uruguay, sí están acordadas, pero con puntos diferentes, para Bolivia el derecho de 5ta libertad se extiende a Buenos Aires - Argentina, mientras que para el Uruguay esta facultad se materializa en Asunción - Paraguay. Bajo este agreste panorama y tomando en cuenta que Amaszonas es un operador Boliviano, su camino era muy pedregoso y su planteamiento se veía muy lejano, ¿Qué pasó? ¿Cómo se logró esto? La respuesta de ya compleja, tuvo un camino de análisis y al final del túnel los Estados resolvieron con simpleza, bastó para ello una revisión introspectiva y las limitaciones que tenían a esa fecha, dando como resultado lo obvio “no tenían conectividad aérea o la misma era insuficiente”. En consecuencia el Paraguay y el Uruguay, privilegiaron la integración, el mercado, los negocios, pero principalmente a sus pasajeros y decidieron otorgar permisos temporales de tráfico, a esto Bolivia no manifestó oposición alguna. Así pasaron casi 10 meses.
En enero de 2015, en pleno uso de los permisos temporales, el empresario boliviano Sergio de Urioste inició las negociaciones para adquirir “BQB líneas aéreas”, empresa aeronáutica comercial de propiedad del holding “Los Cipreses S.A.” cuyo mayor accionista es Juan Carlos Lopez Mena, hacia abril de ese año, las negociaciones fueron culminadas, el pacto en líneas generales consistía en: asumir a más de 70 trabajadores en los que se encontraban tripulaciones, tripulantes de cabina, técnicos, mecánicos y personal de tierra tanto en Uruguay (65 personas) como en la Argentina (5 personas aproximadamente); continuar con aviones apropiados las líneas que a esa fecha se mantenían incipientemente: Montevideo – Asunción, Montevideo – Buenos Aires, así como beneficiarse de cualquier otro permiso o designación que hubiese sido concedida a BQB. No obstante, en el camino se encontraba un problema: ¿cómo hacer que una empresa que pertenecía a un holding se independice y pueda ser transferida? Los equipos de abogados bolivianos y uruguayos fueron los encargados de estructurar un camino y así en un proceso histórico se hizo una escisión societaria, a manera de referencia es el primero y único de una compañía aerocomercial del Uruguay.
Se entiende conceptualmente por escisión: “cuando la sociedad, sin extinguirse aporta en bloque parte de su activo, pasivo o capital social a otra u otras sociedades de nueva creación”.
Después de más de un año y 5 meses de trabajo, afrontando el histórico proceso, en agosto de 2016 el Poder Ejecutivo de la República Oriental del Uruguay mediante el Decreto correspondiente dispuso la cesión del permiso de operación de Los Cipreses S.A. – BQB a favor de Cristalux S.A., completando, en el presente mes de septiembre, la autoridad aeronáutica uruguaya dispuso la autorización del uso del nombre de fantasía “Amaszonas Uruguay”. Así, casi llega a un final feliz el largo emprendimiento y hoy las puertas se abren para la nueva empresa uruguaya.
El primer vuelo de Amaszonas Uruguay dentro del puente aéreo Montevideo – Buenos Aires será realizado en el mes de la primavera y en ese hecho confluirán el trabajo de más de un año, la fuerza y pujanza de la nueva empresa, la siembra en el río de La Plata y principalmente el amor con el que el que Amaszonas opera. Mucha suerte y que Dios nos acompañe.
Sergio León

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