«Esta vieja es peor que el tuerto», eructaba hace tiempo Mujica, frente a quien es hoy nuestro embajador en Argentina, y a un micrófono sorpresivamente abierto, refiriéndose a la ex presidente argentina, Lady Macbeth K...
Por supuesto que no creemos que Carolina Cosse tenga un eventual rosario de cadáveres atrás (aunque dicen las malas lenguas que es mufa...), ni que el número de corruptelas, despilfarros, acomodos y ostentación faraónica en Antel o el MIEM, superen al de los K, a no ser en los dislates que pagamos todos, desde un satélite -terminado a prepo, a mayor velocidad para coincidir su lanzamiento con el calendario electoral- a entrevistas pagas en USA.
Sí recordamos que en innumerables oportunidades -especialmente cuando nadie en la prensa hablaba y casi todos curraban- dijimos que el volumen en los robos (para sí o para el Partido X, y es lo mismo o peor en Ancap), superaban ampliamente en porcentaje del PBI afectado, al pillaje realizado a Petrobras en el Lavajato. Inclusive, no sé si no es peor el golpe mortal a Pluna, incluyendo el mamarracho de Alas U, los casi 4 años de seguro de paro, y lo que haya que gastar en el corrupto juicio trabado por unos impresentables en Panamá, que todas las pérdidas y coimas en Aerolíneas... por no citar el papelón bananero de Envidrio o los saqueos en Inefop!
Por ello, nos parece tenebroso que con todas las investigaciones abiertas a la Cosse, con la comprobación de que el "Estafa Arena" costó mucho menos que lo que se declara, que se crearon gerencias y subgerencias a piacere y violando la carta orgánica de Antel, por no hablar de los gastos multimillonarios en Publicidad o de dudosas donaciones y otras feas yerbas, algunas decenas de miles de irresponsables orates obliguen al resto de Montevideo a soportar cinco años a esta figurita dispendiosa, oscura y atrevida.
Además, la Lady Macbeth criolla no tiene problemas en identificarse con la impresentable caterva Kirchnerista, ni con el castrismo ni con la Venezuela chavista, para donde trabajó hace 15 años. Esperemos que las hordas de Chávez no la hayan iniciado en las peores variables del culto Palo Mayombe, tan afectas a ciertos núcleos bolivarianos, que no vamos a dejar sin trabajo a las tradicionales brujas de Shakespeare, tan parecidas a algunas referentes del Frente.
Asimismo, es necesario ser consciente de quienes, en el cada día menos moderado FA, cometieron el desatino de votar a esta figurita ingresada a la política en su juventud, de la mano de la UJC que, tras pasar por los sectores radicales del MPP y otras yerbas, vuelve a su primer amor, la 1001, a la cual secundaron localmente otros feos cabezudos. En efecto, apoyaron a Cosse la línea comunista del actual Partido Socialista (los que prefieren recordar al abyecto espía Vivían Trias que al equilibrado Emilio Frugoni), los extremistas del PVP, los Magnolios rosados de Candia & Friends, el circo Casagrande ,con su trapecista Constanza, y otras linduras, en una ecuación tan complicada o más que el kirchnerismo.
Esta comparsa, con tan dudosa bastonera, nos podría poner en rumbo de colisión, no con el gobierno, sino con el sentido común, si a la pedante faraona se le da por gastar, previa compra de la buena voluntad de Adeom, prebendas y cogobierno parcial mediante. Y ese parece ser el rumbo!
En vez de privatizar el deficitario Teatro de Verano, y toda sala barrial que no registre actividad real, ¡no! ¡A techarlo!! ¿No querés techar el Estadio Centenario también? E imagino que la generosidad con plata ajena seguirá con las horrendas murgas marxistoides, canto popular y los rockeros amistosos, sin olvidar el barril sin fondo de TV Ciudad o los carísimos camiones de basura comprados cinco años atrás por Martínez y no usados.
Es más: capaz que a la doña se le ocurre algún Montevideo-Sat, tan duradero y «avanzado» como el improvisado Antelsat. Y no querramos saber cual es su anunciada «estrategia montevideana» para Antel, quizá de la mano del personaje que el frenteamplismo quiera sentar en el directorio de la telefónica estatal.
Eso, por no hablar de la alusión a la «Montevideo liberada» y el papelón que implica que, cuando Europa, con gran tino, está comenzando a ilegalizar el comunismo (128 millones de muertos es suficiente) el pueblo pimpante y campante coloca a una intendente comunista al frente de la capital del país.
Por todo eso, y alguna cosita más que va a saltar, además del daño económico y funcional que ya hizo tras su pasaje por diversas dependencias, si la farra sigue de igual forma en la IMM mientras asoman al ya súper dimensionado gabinete municipal (debería reducirse a menos de la mitad) algunas feas caras antelianas, en comparación al reducido tamaño de nuestro ya muy sufrido PBI, la incidencia de esta señora será peor que la de la bruja K en Argentina. Los modales, intrigas y más que horrendos objetivos políticos, son similares.

En las elecciones nacionales pasadas surgió un partido político nuevo que tuvo casi trescientos mil votos. Obviamente, hablamos de Cabildo Abierto. Muchos, entre ellos el que escribe creyeron en la idea de formar un partido distinto, con otro enfoque y alrededor de una figura descollante como lo era el Gral. Guido Manini Rios Stratta.
Manini, a quien conocemos de siempre al igual que su familia, es un hombre de condiciones relevantes. Derecho, honesto, trabajador, y en muchas cosas abierto a escuchar opiniones distintas a la suya. Pintaba como algo realmente distinto en nuestro sistema político tan atado a abonados a la teta pública que han pasado su vida haciendo contubernios para mantenerse en el poder.
Cuidado, que también hay políticos realmente intresados en el bien público y no en el poder ‘per se’ y las prebendas que éste trae.
Manini y Cabildo Abierto parecía que estaban en esa línea. Los hechos lamentablemente se han dado de bruces con Doña Realidad.
Manini había hecho gárgaras con su voluntad de no ampararse en los fueros parlamentarios y comparecer a los citaciones judiciales por el ‘affair ’ Gavazzo. Al final, no lo ha hecho.
Manejando conceptos reglamentarios y jurídicos no ajustados a derecho, ha esquivado la comparecencia ante los estrados judiciales para enfrentar los posibles reproches que tuviera el ministerio público a su persona.
Es una lástima. La política pudo más y Manini ha hipotecado su futuro político notoriamente. Ya no es probable que llegue a la presidencia de la república porque él fue un candidato de coyuntura que se supone luchaba contra el sistema. El sistema pudo más.
Quizás, sin embargo, lo más críticable del partido que apoya a Manini, Cabildo Abierto, es cómo han insertado dentro de la estructura del estado oficiales retirados compañeros de tanda del senador o muy afines a determinada línea política dentro de las Fuerzas Armadas.
Esta estrategia es vieja. Lo que no se puede ganar de afuera se mina de adentro. Nada nuevo bajo el sol.
Esto ‘per se’ no tendría demasada importancia salvo que da la impresión que muchos para no decir la mayoría de los señores oficiales repartidos por la administración son nostalgiosos de epocas de poder, prebendas y glorias pasadas.
En efecto, Cabildo Abierto ha seguido la misma práctica de las FF.AA. durante el gobierno de facto. Sembrando la administración de oficiales, jefes y algunos civiles obsecuentes a ellos.
Un partido político no puede ni debe responder a una corporación. Un partido político no puede, si ha de ser exitoso, ser un corte horizontal de una sociedad . Debe ser un corte vertical donde se encuentren representados todos los estamentos de esa sociedad, todas las formaciones y las más variadas experiencias de vida.
Lo contrario es por deformación profesional lógica, en el caso de los militares, tratar de convertir la sociedad en un cuartel, que es lo que ellos cono-cen, con los resultados ya conocidos por todos los orientales. Pero, siendo honesto si la corporación fuera de carniceros todos estaríamos de gorro blanco aprendiendo a cortar churrascos o si fuera de médicos se pretendería manejar el país como un gran hospital.
Parecería que lo que predomina en Cabildo Abierto hoy, es una enorme nostalgia por tiempos pasados y felizmente superados, más que un sentido constructivo de aporte y transformación de nuestra sociedad.
No es posible transferir el modelo militar a una democracia plena como la uruguaya. Del mismo modo que difícilmente son trasladables exactamente modelos sociales o económicos de una sociedad a otra.
Cada sociedad tiene, en democracia claro está, el modelo que quiere enriquecido por representantes de toda la sociedad desde los más encumbrados hasta los más humildes, y de todas las profesiones y oficios, y así debe ser.
Manini Rios Stratta prometía una cosa pero a todas luces olvida su promesa no escrita y sencillamente es más de lo mismo, rodeado de un numeroso grupo de nostalgiosos del poder perdido, que parecerían ver al estado ideal manejado como un cuartel. Los uruguayos ya vivimos eso. No lo quisimos ni lo queremos.
El fracaso de Cabildo Abierto en las recientes elecciones municipales en el país parecen avalar esta posición. El malestar entre muchos que apoyaron el nuevo partido es creciente.
Si Manini Rios Stratta aspira a crecer en la política debería hacer una estructura política en sentido real y jugarse a la aventura de tener gente que no tiene la misma formación que él, por más honorables que sean los militares que lo rodean actualmente.
La endogamia no es una práctica sana en ninguna actividad de la vida de los mortales, y menos que menos en el gobierno o en el noble ejercicio de la política.
Para subsistir, Cabldo Abierto debería abrir sus puertas y las mentes de los que lo integran. 
Dijo el Dr. Luis Alberto de Herrera: ’hay que barrer para adentro’. De lo contrario inevitablemente Cabildo Abierto tenderá a desaparecer, lo cual sería un pena para la república y nuestra democracia.

Mucho se ha dicho en estos últimos años a propósito de las acusaciones de supuestos actos de corrupción vinculados a contratos de concesión y obras públicas, así como de intercambio comercial con otros países, que se venían ejecutando en Uruguay por los gobiernos frenteamplistas.
Teniendo en cuenta los salvajes actos de corrupción del gobierno de Tabaré Vazquez y de Mujica, de su entorno y parte mayoritaria de sus integrantes, en diversos contratos y compras a privados , en la administración de los bienes públicos, en los acuerdos comerciales con otros gobiernos corruptos, etc. se debería promover una ley que obligue a que en toda relación contractual y/o comercial del Estado con gobiernos y/o privados, se incluya la CLAUSULA ANTICORRUPCION
Debe legislarse a efectos que:
Será causal determinante del rechazo sin más trámite de la propuesta u oferta en cualquier estado de la licitación, o de la rescisión de pleno derecho del contrato, dar u ofrecer dinero o cualquier otra dádiva a fin de que:
a) Funcionarios o empleados públicos con competencia referida a una licitación o contrato hagan o dejen de hacer algo relativo a sus funciones;
b) O para que hagan valer la influencia de su cargo ante otro funcionario o empleado público con la competencia descripta, a fin de que éstos hagan o dejen de hacer algo relativo a sus funciones;
c) Cualquier persona haga valer su relación o influencia sobre un funcionario o empleado público con la competencia descripta, a fin de que éstos hagan o dejen de hacer algo relativo a sus funciones.
d) Se debe recompensar a los ciudadanos independientes y a los funcionarios que denuncien casos de corrupción en los negocios del Estado.
e) Se debe establecer la "muerte civil" de todo aquel involucrado en casos de corrupción, sean funcionarios publicos o privados
Serán considerados sujetos activos de esta conducta quienes hayan cometido tales actos en interés del contratista directa o indirectamente, ya sea como representantes, administradores, socios, mandatarios, gerentes, factores, empleados, contratados, gestores de negocios, síndicos, o cualquier otra persona física o jurídica.
Las consecuencias de estas conductas ilícitas se producirán aún cuando se hubiesen consumado en grado de tentativa.
A partir de esta ley todos los contratos de concesión del Estado obligatoriamente incorporarán la cláusula anticorrupción con la finalidad de resguardar los intereses como país.