Lo que nos enteramos en forma reiterada de lo sucedido en ANCAP, es para ponerlo en el libro Guinness del disparate. Menos mal que cuando asumió el primer gobierno frenteamplista prometieron gestionar mejor, y que al frente de cada organismo se designaría a la persona más idónea. Los hechos demuestran que si hubieran puesto al cuidacoches del barrio, quizás hubiera actuado mejor. Han demostrado en forma reiterada ser un fracaso como administradores de nuestro dinero, pero seguramente su patrimonio personal está a buen resguardo.
Lo que más molesta es que no asumen el error y pretenden justificarlo utilizando como argumento que en gobiernos anteriores se hicieron cosas mal. Pero ellos iban a ser los renovadores y lo iban a ejecutar mejor, ¿o no?
Ahora a raíz de un cambio de autoridades en ALUR se supo que durante diez años se pagaron partidas a cosechadores de caña que anualmente ascienden a más de $100.000.000 y que actualizado son alrededor de U$S4.000.000, por las cuales no se pagaron aportes al BPS.
Incluso uno de los que estuvo avalando ese disparate, pues fue presidente de ALUR, el senador Leonardo De León, pretende justificarlo diciendo que era una “donación”. Se imaginan si los empresarios uruguayos hubieran hecho algo similar, a esta altura estarían todos en la guillotina. Me extraña que un senador de la república no sepa que una donación es algo extraordinario y no reiterado en el correr de los años. No saber eso, es como no saber que los trabajadores tienen derecho a licencia.
También debimos escuchar las lamentables declaraciones del Ministro de Trabajo, que en un conocido programa televisivo trató de minimizar el fraude, diciendo que se trataba de cifras irrisorias (U$S4.000.000 más intereses y recargos), como si eso absolviera del delito cometido.
Vamos a decir las cosas claras: acá se cometió un delito, y lo insólito fue el estado se hizo un fraude a sí mismo, con nuestro dinero. El Sr. Murro, quien fue presidente del BPS, debería ser el primero en condenar el hecho y no utilizar el conocido verso del frente: “estas cosas se hicieron en gobiernos de los partidos tradicionales”. Siempre que tiene una cámara disponible responde de forma irónica y soberbia, y a pesar de autodefinirse como independiente, cuaja muy bien con la pandilla del MPP.
Finalmente debo decir que quienes se dicen defensores de los trabajadores, el PIT CNT, no dijeron nada al respecto, pues quien cometió el delito fue su compañero de ruta, el frente amplio. No hubiera sido igual la actitud, si esto lo hubiera hecho un empresario.
Hay que reconocerle un mérito a esta murga que nos gobierna: son los reyes de la mentira y culpan a otros por la ineptitud propia.
Festejen uruguayos, festejen, que quedan dos años y medio más para seguir despilfarrando los impuestos que los ciudadanos de a pie, pagamos con nuestro trabajo.